Hay un principio que parece que el Ayuntamiento odia: si lo que está bien está divinamente tal como está, ¿para qué tocarlo? Y mucho más: ¿a qué gastarse millonadas en cosas que no necesitan ninguna reforma, que están muy bien como están, sólo mantenimiento y conservación en el mejor de los casos? Lo digo porque no hay día en que no veamos en el periódico el anuncio de que el Ayuntamiento va a reformar algo que estaba estupendamente, con la excusa de la peatonalización o de las mejoras de las redes de abastecimiento. Por cierto, hablando de peatonalizaciones. De toda la vida había un centro comercial peatonal, formado por la calle Sierpes, por Sagasta, por Rivero, por Francos, por Chapineros, por Chicarreros, por Puente y Pellón, por Lineros, por Lagar. Un centro peatonal al que estábamos acostumbrados y que no se alteró ni amplió durante decenios. Ahora, raro es el día que no anuncian que van a peatonalizar otra calle más. Ya saben: quitarle las aceras y los bordillos, así como los clásicos e históricos adoquines de Gerena si los hubiere, y poner una "plataforma continua", que es lo que hacen continua...mente. Pronto habrá que hacer un plano de las calles que no han sido peatonalizadas. Pero no sólo en el centro, sino en el Arrabal y Guarda y en el extrarradio. Lo digo, por ejemplo, por la calle San Jacinto o por la avenida de la Cruz Roja. ¿Qué falta hace peatonalizar la avenida de la Cruz Roja? ¿Se imaginan los rodeos que habrá que dar con los coches para salir a la Ronda desde Pío XII, al estar peatonalizada la avenida de la Cruz Roja? Que voy a lo del principio del comienzo de este artículo: la Cruz Roja estaba muy bien tal como estaba. Y lo malo es que ahora querrán peatonalizar también la avenida de Miraflores y, si se le ocurre a alguien, hasta la antigua carretera de Carmona.
Es como lo de la Plaza de la Concordia, nombre precioso que le puso el alcalde Luis Uruñuela al gran espacio resultante del derribo del antiguo Cuartel de Soria, donde llegaron las demoliciones de la Plaza del Duque. O sea, al espacio que quedaba entre La Gavidia, la Jefatura Superior de Policía, el Cortinglés y la desamortizada iglesia de San Hermenegildo, lo único que se salvó de la piqueta en el antiguo Cuartel del Regimiento de Soria número 9.
Este espacio me parece que está bastante bien como está, con sus jardincillos y sus bancos, y con una gran vegetación arbórea, con suelo sevillano de albero de toda la vida. Bueno, pues en la adjudicación de la antigua Jefatura de Policía como hotel, quieren que la única empresa que ha presentado oferta por el edificio para conventillo en hotel (¡otro!), se haga cargo de la reurbanización de la Plaza de la Concordia, así como las limítrofes calles de San Juan de Ávila y Virgen de los Buenos Libros. Y digo yo, ¿hace falta reurbanizar la Plaza de la Concordia? ¿No está bien tal como está? ¿En qué va a consistir eso, en que van a destruir los jardincillos y convertirlo en la habitual y grisácea "plaza dura"? Ay, las cabezas... Algunas no están en Sevilla: parece que están en Pamplona.
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