ANTONIO BURGOS | EL RECUADRO


ABC de Sevilla,  3 de mayo  de 2021
                               
 

El rebaño

No creo que me acusen de peloteo ni de adulación interesada si digo que el presidente Moreno Bonilla, alias Juanma, y su consejero de Salud, Jesús Aguirre "el de los culillos", lo están haciendo muy bien en la lucha de Andalucía contra el covid. Ahora tocan vacunas, ¿no? Pues Andalucía está en cabeza en vacunaciones. Están pegando más pinchazos que Rafael de Paula cuando se ponía torpe y nervioso con la espada. Ocupamos los primeros puestos nacionales en número de personas vacunadas y en "la pauta". Que esto de "la pauta" no es un protocolo médico ni una "hoja de ruta" (como se diría en Tertulianés), sino cuando a una persona le han puesto las dos dosis de la inmunización. Salvo, claro está, que "la primera en la frente" se la hayan puesto con la maldita AstraZeneca, que parece una vacuna de los chinos. Pero no de la República Popular China, sino de los chinos del bazar de la esquina que no cierran nunca en plan tienda de los veinte duros. Si te han puesto la AstraZeneca porque eres servidor público, que era lo que mandaba por lo visto el protocolo, vas dado. Te tendrán con el alma en un puño, en vilo, hasta que se aclare si la segunda dosis da trombos o no a las personas menores de 60 años. Millón y medio de españoles están así, que no es para arrendarles las ganancias de lo inquietos y confusos que andarán, sin saber si le van a poner segunda dosis de AstraZeneca, de Pfizar o de nada, que con la protección de la primera inoculación ya es suficiente. Sanidad parece que está esperando el santo advenimiento para tomar una decisión firme y convincente sobre esta población inquieta y desorientada, millón y medio de españoles y no sé cuántos miles de andaluces, cuya Junta defiende que les pongan ya mismo la segunda dosis y se dejen de cuentos. Pero Sanidad, o sea, Madrid, retrasa de 12 a 16 semanas la decisión, esperando el dictamen del Instituto Carlos III. Una cosa tan rara como ese Instituto Elcano que muchos citan como autoridad. ¿El Carlos III? Me acuerdo de lo que dijo la madre del inolvidable Hermano Pascual, de Portaceli, cuando el Papa quitó cierta abstinencia: "¿Y quién es el Papa para quitar la vigilia?". Digo igual: ¿Y quién es el Instituto Carlos III para tener a tantos andaluces en vilo con la AstraZeneca?

Como Andalucía lo está haciendo tan bien en materia de vacunas, es probable que aquí alcancemos antes que en ningún sitio algo que tiene un nombre que parece ofensivo: "La inmunidad de rebaño". ¡Beeeeeeeeeee! ¿A la "inmunidad de rebaño" no podían haberle puesto otro nombre en tanta comisión de expertos como hay? Que te peguen los dos pinchazos y estocada de la vacuna, aunque sea la de cinco estrellas, la Pfizer, y te convertan en rebaño, ¡beeeeeeeeee!, es ofensivo hasta para la inmunidad. En esta desgracia mundial hay demasiados rebaños. Como un rebaño, la gente hace caso a las mentiras de Sánchez; o se echa a la calle con peligro de contagio cuando vienen unas vacaciones; o llena las terrazas. ¿De verdad que aunque gane la inmunidad usted quiere formar parte de un rebaño? ¡Tequiyá! Como no sea para rebañar los "culillos"... Y el lío de la AstraZeneca, una triste astracanada.

 

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