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ANTONIO BURGOS | EL RECUADRO


ABC de Sevilla,  29 de junio  de 2021
                               
 

Ser alcalde, hándicap

Dos años faltan para las elecciones autonómicas y municipales, y con la cantidad de problemas que tenemos todavía encima, animados quizá por la victoria del PP con Isabel Díaz Ayuso en la Asamblea de Madrid, hablamos de urnas y encuestas como si mañana mismo fuéramos recibir la cédula del padrón que nos dice dónde tenemos que ir a votar. Las primarias del PSOE y el señalarle la puerta a Susana (Puerta, Camino y Senado, quizá), como lo de Díaz Ayuso, ha ayudado a animar las cosas y las encuestas, en las que se ve que Sevilla está tan dividida en dos, tan "polarizada", como se dice ahora, cual España entera. -

Pero vamos, antes que con Sevilla y sus verdaderos problemas, con Andalucía. ¿Ha hecho bien el PSOE andaluz con proclamar a Juan Espadas vencedor de las primarias y, por ende, secretario general y candidato a la Junta para cuando haya elecciones? Muchos hemos advertido un cambio importante y para algunos lamentable, de Juan Espadas. Espadas parecía pertenecer por su moderación y sus hábitos de diálogo, a aquel PSOE ya histórico de Guerra y de González, al que era un partido de Estado que se preocupaba de España, de cambiarla con todas las garantías de la Constitución y cumpliéndola siempre, y que ahora apenas habla por boca de los viejas glorias que pintan en Ferraz menos que una brocha deshilachada. Pero desde la irresistible ascensión de Sánchez y de sus pactos con quien haga falta para aferrarse al poder, a algunos, que a lo mejor estamos equivocados, nos da la impresión de que Espadas se ha pasado al sanchismo: a este nuevo PSOE que no tiene el sentido de Estado del que derrochaba en la Transición. La victoria de Espadas en las primarias es la de Sánchez: la del PSOE en Modo Sánchez. ¿Bueno o malo para Juanma? No lo sé. Es muy pronto todavía, siempre es pronto para jugar a adivino en estas cuestiones.

Pero lo que sí tiene en contra Espadas como president de la Junta es ser alcalde de Sevilla. Para que lo voten a uno en Málaga o en Córdoba, ser alcalde de Sevilla no es buena tarjeta de presentación. Porque los 40 años de autonomía no nos han servido en Andalucía para acabar con los recelos interprovinciales. Tanto es así, que sus futuros adversarios del PP no le llaman en esas provincias Espadas, sino "el alcalde de Sevilla", con las del beri.

Sí, ser alcalde es un hándicap para las elecciones, como no sean las propias municipales. Como le ocurre a Espadas con las otras provincias, le pasa a José Luis Sanz, alcalde de Tomares, con esta Sevilla en la que el PP quiere presentarlo de alcalde. A la oposición del PSOE se la dejan botando en cuanto repita a los sevillanos no José Luis Sanz, sino "el alcalde de Tomares". De ahí, quizá, la buena valoración de Juan Carlos Cabrera entre los posibles candidatos del PSOE. No tiene ese hándicap. Cabrera es ahora todavía como Espadas era al principio, dialogante, tolerante, que a veces parece que es de derechas y él no lo sabe. Y no tiene el hándicap de ser alcalde. Pero, bueno, hay muchos problemas de limpieza, de economía y de paro en Sevilla como para que hablemos ya de las elecciones.

 

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