ANTONIO BURGOS | EL RECUADRO


ABC de Sevilla,  4  de marzo  de 2022
                               
 

Niños que estrenan Semana Santa

Este primer viernes de Cuaresma coincide con el primer viernes de marzo. Fecha tradicional de la celebración del Vía Crucis de la Pía Unión en la Casa de Pilatos, y que pertenece a esa Sevilla secreta que pocos conocen y que quedan impresionados cuando la descubren. En este Vía Crucis nos encontramos nada menos que con los orígenes de la Semana Santa, tras el viaje del primer Marqués de Tarifa a Tierra Santa. A cuyo regreso creó este Vía Crucis, antaño hasta el humilladero de la Cruz del Campo, ahora en el interior de la Casa de Pilatos. Y al igual que invito a descubrir hoy el Vía Crucis de la Casa de Pilatos, sé que esta Semana Santa será un hallazgo para muchos. Sí, ya sé, no vamos a caber, con nuestra novelería innata, que la llevamos en la masa de la sangre. ¡Las ganas de cofradías que hay tras dos años sin ellas! Sevilla se va a quedar chica para todos cuantos vayan a redescubrir las cofradías que desde hace dos años no veían más que en los territorios de la nostalgia y la añoranza.

Semana Santa, días de estreno. Sevilla se estrena a sí misma cada año. Siempre la misma, siempre distinta. Pero esta vez será el estreno de Semana Santa para muchos niños que no han visto nunca un paso en la calle, porque antes de la pandemia eran demasiado pequeños como para que tuvieran memoria de haberlos visto. Un niño que en la Semana Santa de 2019 tuviera cuatro años difícilmente podrá acordarse ahora de nada de lo que vio, ni tiene memoria de los nazarenos por las calles. Pero aquel niño de 2019 que llevaban sus padres a ver las cofradías y que no recuerda nada de aquello tiene ya siete años, y para él será un estreno cuanto descubra y vea. Ya empezará a tener memoria y conciencia de cuanto ve, de cuanto siente, de la ciudad que estrena él más que nadie, de la Semana Santa que se le abre como un descubrimiento del que le habían hablado, que sabía que emocionaba a sus padres, pero que no recordaba haber visto. Ese niño que este año descubre la Semana Santa que nunca recuerda haber visto correteará por la Rampa del Salvador como todos hicimos con esa edad, pero por vez primera. Como si antes ningún otro niño lo hubiera hecho. Y aprenderá a pedir cera, y sabrá qué es esa bola, como una metáfora del globo terráqueo, que algunos amigos tenían guardada en su casa de Semanas Santas anteriores.

En Semana Santa, en cierto modo, todos volvemos a ser niños. Todos volvemos donde la memoria hiere los sentimientos que experimentamos con nuestros padres, con ese familiar que nos descubrió los secretos de las cofradías. Los que sí serán niños de verdad, ilusionados, sorprendidos, serán los que este año estrenen la edad de darse ya cuenta de lo que ven. Muchos sevillanitos que por la edad no han visto nada de cofradías en la calle porque no recuerdan nada, de pequeños que eran cuando salieron las últimas, sí que de verdad estrenarán Semana Santa. Y los que los veremos, orgullosos de que esto no se pierda, sí que estaremos como niños con zapatos nuevos. El disco duro de la memoria de esos niños comenzará a llenarse de emociones, de ilusiones, de sorpresas, de recuerdos. De Sevilla.

 

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