ANTONIO BURGOS | EL RECUADRO


ABC de Sevilla,  21 de mayo  de 2022
                               
 

Las jacarandas de Luis Montoto

Cuando comenzaron a florecer con su color de túnica de cofradía de la tarde del Jueves Santo, algún lector me pidió que escribiera mi tradicional artículo sobre las jacarandas. Me decía que era tan clásico en esta sección como el del cartel de los toros o el de los vencejos, que por cierto esta primavera parece que han venido a Sevilla en menor cantidad, como si se creyeran que todavía estábamos con el confinamiento de la pandemia y que no hacían falta para poner la belleza de su vuelo sobre las cofradías al atardecer o en las novilladas con caballos de la plaza de toros.

Cono no quiero hacerme el pesado, me resistí este año a escribir el tradicional artículo de las jacarandas. Hasta que la otra tarde, con los desvíos de las obras del tranvía y el cierre a la circulación de San Francisco Javier, tuve que ir por la calle Luis Montoto, vulgo Oriente, desde los restos de los Caños de Carmona en la Alcantarilla de las Madejas hasta el Cortinglés de Nervión, a lo largo de toda la calle. Y es una maravilla, de una belleza impagable, cómo está Luis Montoto de hermosa con las jacarandas florecidas a ambos lados de sus aceras, hasta que se pierde en la línea de horizonte. Desde San Agustín hasta el Humilladero de la Cruz del Campo, es como un palio azul el que se extiende, impresionante, cubriendo la calle. Merece la pena que vayan a verlo, antes que las flores se agosten con estas calores y deje de poder admirarse este prodigio del florido mayo.

Florido mayo... Perdonen que me ponga poético y evocador, pero viendo la maravilla de las jacarandas en flor de Luis Montoto me acordé del colegio de la Doctrina Cristiana de la calle Guzmán el Bueno, donde en el mes de mayo llevábamos calas y azucenas a la Virgen de los Dolores, y nos dirigíamos en fila a la capilla, los niños y las niñas con sus largos velos blancos, para ofrendárselas. Cantando una canción devota que era como el himno sevillano del mes de mayo, antes del Corpus: "Venid y vamos todos,/con flores a María,/con flores a porfía,/que Madre nuestra es". Al pasar la otra tarde por Luis Montoto, a la altura de la iglesia de San Benito, bajo el palio de jacarandas, pensé que era como si Sevilla le llevara estas flores azules a la Virgen de la Encarnación de La Calzada y se las dejara en las puertas de su iglesia. Sí, eso parece esta Sevilla con sus árboles florecidos, de sus jazmineros, de sus magnolias: es como una ofrenda a la Virgen en el Mes de María. Vienen y van, como en la tonada devota infantil del colegio, todos los árboles con flores a porfía para ofrendarlas a la Virgen en la ciudad que lleva entre sus títulos el de Mariana.

Muchos se quejan de que las jacarandas, al caer sus flores, ensucian mucho el suelo. Bien merecen esta molestia a cambio de la belleza que nos dan. No creo que haya otra ciudad tan florida en estas fechas como la nuestra. Y porque no en todas hay tantas imágenes de la Virgen como para que el arbolado le lleve las flores de la devoción mariana en este mes a Ella consagrado.

 

Correo Correo Si quiere usted enviar algún comentario sobre este artículo puede hacerlo a este correo electrónico

         

 

 

                                      Correo Correo            

Clic para ir a la portada

¿QUIÉN HACE ESTO?

Biografía de Antonio Burgos


 

 

Copyright © 1998 Arco del Postigo S.L. Sevilla, España. 
¿Qué puede encontrar en cada sección de El RedCuadro ?PINCHE AQUI PARA IR AL  "MAPA DE WEB"
 

 

 


 

Página principal-Inicio