ANTONIO BURGOS | EL RECUADRO


ABC de Sevilla,  22 de mayo  de 2022
                               
 

Bienvenido, Señor

Bienvenido, Señor, a España, a su España, a nuestra España, que si sentimos tanto como nuestra Patria en libertad y en democracia es gracias la voluntad de Vuestra Majestad, que recibió todos los poderes dictatoriales del Estado y quiso renunciar a ellos en beneficio del pueblo, protagonista y depositario de la soberanía nacional.

Bienvenido, Señor, a esta tierra tan olvidadiza, tan rencorosa, tan envidiosa, tan voluble, que no tiene memoria de todo cuanto le debe a Vuestra Majestad. Los que ahora ponen en peligro las instituciones protestando por su venida son los mismos que se beneficiaron de la generosidad y del tacto y prudencia de quien en su momento, difícil momento, fue llamado "el motor del cambio". Ay, como le rasca la caja de cambios a España, que no reconoce en Vuestra Majestad nada de aquello que logró y que precisamente ahora les permite las peligrosas maniobras contra el propio sistema.

Bienvenido, Señor, a la nación a la que dotó de partidos políticos, de sindicatos, de Prensa en libertad, de Parlamento, de protagonismo a las regiones, iguales ante la ley, que convirtió con sobrado tacto una dictadura en una democracia ejemplar, tomada como modelo de Transición de régimen en todo el orbe.

Bienvenido, Señor, porque viene a su tierra, que es la de los que se olvidan de cuanto hizo por la prosperidad, por la grandeza de nuestra sociedad, a la que colocó entre las primeras potencias económicas de un mundo en proceso de transformación.

Bienvenido, Señor, a esta Patria que cuando promulgó V.M. La Constitución de 1978 entraba en la normalidad de la Unión Europea o de la OTAN, en vez de quedar relegada a un confín distinto y autoritario que nada tenía que ver con el mundo ante el que fue nuestro mejor embajador, nuestro mejor pregonero, nuestro mejor mediador, con todo el peso de la Historia de la Institución Monárquica trabajando a favor de su claro horizonte de futuro de cada día.

Bienvenido, Señor, a los recuerdos que ya tantos han olvidado, de cuando impidió que un golpe de Estado intentase alterar la convivencia y los pasos dados tan difícilmente hacia las libertades.

Bienvenido, Señor, porque de nuevo tenemos entre nosotros a quien quiso ser, y lo fue, "Rey de Todos los Españoles", cumpliendo así las palabras y los deseos de su augusto padre, al que enterró con lágrimas una fría mañana de El Escorial.

Bienvenido, Señor, porque si su obra, que tantos tratan de borrar y de olvidar para siempre, no se entiende esta España en la que de nuevo la Corona y su principio supremo de la continuidad dinástica es árbitro de moderación y garantía de estabilidad y de futuro.

Bienvenido, Señor, y no oiga las necias palabras de los que olvidaron el papel de Don Juan Carlos I en la Historia de España. No se vaya, quédese, aquí, en su Patria, que somos muchos los que sabemos y proclamamos todo lo que le debemos. Esta es vuestra Patria de siempre y para siempre. No sea un visitante fugaz en la permanencia de las verdades de la Historia que construyó en beneficio de los amnésicos españoles. V.E.R.D.E.

 

Correo Correo Si quiere usted enviar algún comentario sobre este artículo puede hacerlo a este correo electrónico

         

 

 

                                      Correo Correo            

Clic para ir a la portada

¿QUIÉN HACE ESTO?

Biografía de Antonio Burgos


 

 

Copyright © 1998 Arco del Postigo S.L. Sevilla, España. 
¿Qué puede encontrar en cada sección de El RedCuadro ?PINCHE AQUI PARA IR AL  "MAPA DE WEB"
 

 

 


 

Página principal-Inicio