ANTONIO BURGOS | EL RECUADRO


ABC de Sevilla,  11  de julio  de 2022
                               
 

No me creo esos precios

Cuando leo en un periódico de la competencia una noticia que me parece, por cualquier razón, increíble, me gusta esperar unos días para ver si la desmienten, aunque sea en una escueta "carta al director". Tal he hecho con una información que he leído sobre los precios de los hoteles en la Costa del Sol y especialmente en Marbella, el antiguo califato de Jesús Gil que algunos añoran, ahora que el Gobierno quiere derribar el paseo marítimo que va desde el pueblo hasta casi Puerto Banús por la orilla del mar y que es un gustazo andarlo.

Un reportero ha buscado en portales de Internet especializados en la reserva de hoteles los precios de los de la Costa del Sol, calculando el coste de cuánto valen seis noches de estancia para un matrimonio y sus dos hijos. Y salen unas cifras de escándalo. Tan de escándalo, que no me las creo, a pesar de la inflación, de la subida del IPC, de las ganas de playa que tiene la gente tras dos años de confinamiento y pandemia. Según estas cuentas, hay que ser un millonario ruso para poder pasar una semana en la Costa del Sol. Ahora precisamente que los millonarios rusos, por las medidas contra la invasión de Ucrania, serán los que este año no puedan ir a esas playas que antes dominaban con sus cochazos, sus guardaespaldas y sus dinerales.

Los precios que se consignan corresponden sólo al alojamiento, cuando por lo elevados podría pensarse que se refieren a pensión completa, modelo Imserso. Lo que no sé si está incluido o no el desayuno. De todas formas, no hay bolsillo que pueda aguantar esa carestía de los hoteles que hasta ahora eran asequibles. Y a pesar de ello, dicen que la tasa de ocupación es alta. ¿De dónde saca la gente el dinero, tanto dinero, para unas vacaciones, tal como está la economía?

Ahí van unos cuantos ejemplos, para que se echen a temblar. En el Hotel Don Carlos, una semana para el número de huéspedes que hemos dicho cuesta 7.575 euros. No, no me he equivocado: 7.575 euros un matrimonio y sus dos hijos. En el Meliá Don Pepe, la gran obra arquitectónica de Eleuterio Población, el Meliá Don Pepe del Conde de Perlac, 7.575 euros. En Puente Romano, el hotel que creó el sevillano Antonio Lopera, 12.382 euros. Por no subir a la gran categoría del Amaranta Villapadierna Palace, dicen que uno de los mejores y más elegantes de la zona, donde esa semanita con los hijos le costará a la familia 17.648 euros. No, no se trata de comprar ninguna habitación con vistas al mar, sino de alquilar una semana de hotel, sin comidas. El Kempinski de Estepona, cercano a Guadalmina, cuesta un poco menos, pero tampoco crean: 10.800 euros. Y el máximo llega en el Marbella Club, la gran obra de Alfonso de Hohenlohe, que cuando Marbella era un pueblo de pescaderos atrajo a toda la alta sociedad mundial. En el Marbella Club, una semana en una villa privada con piscina cuesta 38.220 euros. Bueno, y una villa de lujo en Los Monteros son 40.738 euros.

No me creo el disparatón de precios de los buenos hoteles de la Costa del Sol. Porque aparte de eso, coma y cene usted en la calle todos los días o vaya de chiriguitos o de copas. Eso no lo resiste económicamente nadie tal como están las cosas.

 

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