ANTONIO BURGOS | EL RECUADRO


ABC de Sevilla,  26 de noviembre  de 2022
                               
 

Si gano...

Dicen que ha pasado el Efecto Feijóo...excepto en las encuestas a medida que hace Tezanos. Es raro. Están cerrando muchísimas sastrerías y camiserías a medida, Javier Sobrino sin ir más lejos, y en cambio la Sastrería Electoral de Tezanos cada vez tiene más éxito. ¿Por qué? Hace a medida la prenda que le encarga su cliente, que no es otro que Sánchez, el de la camisa balinesa o del traje color berenjena. Tezanos seguro que, aparte de los datos manipulados en su elegante sastrería y en su refinada cocina, debe de enseñar una técnica: no dar por perdidas nunca las elecciones, ni admitir siquiera la posibilidad de quedar el segundo. Aunque en este caso todos sabemos lo que es quedar segundo: es seguir en el poder con el apoyo de todos los que votaron contra Rajoy en su investidura. ¿A cambio de qué? De lo que sea. Aunque sea pactando con los herederos políticos de los que asesinaron al socialista Ernest Lluch. ¿No se le revuelven las tripas pensar que para seguir en el poder tiene que pactar con los mismos que asesinaron a muchos de sus compañeros de lo que era el PSOE? Por lo visto, no. Ni por ceder todo lo cedible. Lo último, la retirada de Navarra de la Guardia Civil de Tráfico. Parece que Sánchez les dice a los bilduetarras:

-- ¿Y el Ejército no quieren que se lo retiremos también, y así amarramos mejor el voto de los presupuestos?

-- No, con que nos dé subvenciones para fomentar el circo en vascuence nos conformamos de momento.

Con ERT es distinto. ERT no tiene muertos a sus espaldas ni asesinatos por aclarar. ERT va a por "la pela es la pela". Y con bastante efectividad por cierto. Y nada de esto vemos en Feijóo, que está decepcionando bastante a los que lo tenían como esperanza futura del PP y que iba a iniciar un cambio de ciclo que iba a pegar el volantazo para salvar a España de la destrucción a la que se dirige en el asalto sanchista-podemita a todas las instituciones del Estado.

No sé cómo Feijóo cae en la trampa de los debates cara a cara con Sánchez en el Senado. Es como una carrera en la que uno de los corredores tiene que ir a pie cojito, de cómo todo beneficia al que tiene la sartén del poder por el mango. No sé quién le aconsejará a Feijóo que se preste a ese juego del Senado. Y cuando hace lo que sus votantes desean, por ejemplo oponerse a la derogación de la sedición en el Código Penal, las dos facciones del Gobierno y las terminales mediáticas del poder se le echan encima como perros de presa, a insultos y descalificaciones. Lo que deben aconsejar a Feijóo es que, por Dios, no diga más su frase "Si gano las elecciones..." Las elecciones hay que darlas por ganadas, diga Tezanos lo que diga y lo insulten lo que quieran. Lo que debe hacer Feijóo para devolver la confianza perdida de sus votantes es quitar el condicional de sus proyectos y dar por sentado que será presidente: "Cuando yo sea presidente". Y anunciar que entonces va a acabar con la medalla del desamor de Sánchez: "Lo que hemos hecho hoy es una barbaridad contra España, pero menos que la de mañana".

 

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