Hay un entretenimiento en el que nadie ha reparado y es la afición de los "frikis" y jartibles de las cofradías por revelarte en qué iglesias están ya las hermandades montando sus pasos. Se corresponden a las noches de ensayos de las cuadrillas de costaleros. Estos zascandileadores de la vida interna de las cofradías saben qué palio es el primero que se ha alzado ya sobre sus varales, qué Crucificado está exaltado en su Cruz sobre lo que en los días grandes ha de ser un monte de claveles o de lirios. Aseguran que el primer Crucificado que está ya en su paso en la capilla de los Toneleros es el Cristo de la Salud de la Hermandad de la Carretería, sobre la impresionante canastilla de hojarasca rodeada por una gruesa maroma dorada. Paso que el año pasado cumplió un siglo desde que en 1922 se estrenara este prodigio que labró Guillermo Ruiz para llevar en la tarde triste del Viernes Santa, la de la ciudad cansada, al Cristo de la Salud, la Virgen de la Luz en el Misterio de sus Tres Necesidades, más otras ocho imágenes, la cruz del Divino Capitán del "Barco del Carbón" (como le llamaban los costaleros de la colla del muelle) y las dos cruces de los dos ladrones, Dimas y Gestas.
Como nos gasta tanto a los sevillanos detenernos en lo anecdótico para dejar a un lado lo fundamental, tomo el caso de mi querida hermandad de la Carretería, Arenal puro, para hacerles pensar algo en lo que no se suele reparar. ¿Cuántas horas de trabajo tiene un paso de Cristo, un palio, las insignias, la organización de los cirios, el de reparto de papeletas de sitio, tiene en mil detalles que nos pasan inadvertidos la organización de una cofradía de aquí al día de la penitencia? ¿Cuántas horas de limpieza de plata por parte de los jñovenes de la hermandad tiene cada paso o cada juego de varas de los que después veremos, esplendorosos, en la calle? Si tuvieran que pagarse todas las horas que supone poner una cofradía en la calle, ¿cuánto costaría eso en jornales? No hay amor más desprendido a un Cristo o a una Virgen que el de estas largas noches en que, cerrada la capilla, los hermanos se afanan en trabajar para ir poniendo los pasos a punto. Todo gratis et amore. Con mucho amor por la Virgen, o por el Cristo. Con mucha delicadeza. ¿Cuántas horas de trabajo suponen colocar la plata de la candelaria de un paso de Virgen y, luego, fundir la cera? Sí, si, hay quien cobra: cereros, floristas, músicos. ¿Pero dónde me dejan el devotísimo regalo de amor de la hermandad toda por sus imágenes en el montaje de los pasos de la cofradía?
Los americanos ya lo sabrían, y quizá al ver la cofradía en la calle te dirían: "Para montar ese paso de palio los hermanos han echado altruistamente un total de 3.569 horas de trabajo". Aquí no nos gustan esas cosas. Aquí se aprecia el trabajo bien hecho y sin alardes, todos a una en la prostía, echando una mano. El trabajo callado y en soledad que en estos días derrochan todos en la hermandad. De puertas adentro. Igual que los costaleros van tras los faldones para que no se vea el esfuerzo, así en estos días están cerradas de noche las puertas de muchas iglesias y capillas, con los hermanos dentro trabajando por su Cristo y por su Virgen.
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