Tras zapear todos los telediarios de todas las cadenas, a cualquier hora, y ver cómo terminan con el inevitable informativo de cierre sobre el Real Madrid, me pregunto: ¿pero es que no ocurre nada bueno ni agradable en el mundo para que todas sean noticias negativas de ponerte el alma en un puño, de guerra, de conflictos, de muerte, de sangre, si China va entrar en guerra o si se extiende al Líbano? ¿A cuántos muertos salimos por telediario? Y agravado ahora por la moda de las imágenes captadas de las redes sociales, que no son precisamente de una misionera dando de comer a un niño desnutrido en un país del Sahel, sino de un tío que se pega un trompazo intentando hacer cualquier tontería, o de otro que se le arranca solo el coche y atropella a cuatro, o del camión que se le van los frenos y medio tira una casa abajo. O sea, que si en las filmaciones profesionales faltaban los disgustos, vienen las de los espontáneos, que no me explico la falta de conmiseración de los aficionados a subir vídeos a Facebook o Instagam: ver que un hombre está en peligro de muerte, y en vez acudir en su ayuda cogen el teléfono y filman la macabra escena, sólo para darse de gustazo de subirla a las redes y se haga viral.
Un amigo que anda delicado del corazón y le han hecho ya varios desatranques de cañerías tras los correspondientes infartos me dijo que había estado una vez más en el médico, porque es un hipocondriaco de los que a cada momento te están preguntando: "¿Me ves buena cara?". (A lo que estoy por contestarles: "Te veo la misma cara de atravesado y de sieso que tienes siempre, así que peor no debes estar"). Bueno pues a este amigo se me ocurrió, en mala hora, preguntarle qué he le había dicho el médico. Porque lo preguntas...¡y te lo cuentan! Y me dijo muy sorprendido: "Me ha dicho que vea lo que quiera en la tele, series, Netflix, los toros en directo por el canal nuevo, las películas clásicas que da Garci, pero que no se me ocurra ver los telediarios, porque afectan a la salud emocional y deprimen muchísimo".
Y tiene toda la razón el médico de mi amigo el hipocondríaco: ¿es que nada más que hay noticias de desastres para que salgan en los telediarios? ¿Es que no pasa nada bueno, ni agradable, ni bello, ni elogiable en el mundo? Cuando no son las ruinas de la guerra de Ucrania son las casas destruidas en los bombardeos en Gaza. Y cuando no son bolsas blancas de cadáveres enterrados en una fosa de Kiev son bolsas negras que llevan los palestinos al cementerio de Gaza. Y cuando no es el "Aline" que se lleva medio pueblo por delante, arrastrando contenedores y coches rambla bajo, es el "Bernad" el que aquí en nuestra tierra arranca con sus 100 kilómetros por hora una palmera de cuajo y espachurra literalmente el coche que coge debajo al caer. Eso por no meternos con el regodeo que parece que hay para informar de los asesinatos de mujeres delante de sus hijos en los casos de violencia de género, o de que no acaban de perimetrar el fuego intencionado nuestro de cada día, con la llegada de la Unidad Militar de Emergencias.
Debía de venir en las contraidicaciones de los prospectos de muchas medicinas: "Está contraindicado ver los telediarios mientras se está tomando esta medicina tranquilizante para el corazón y la depresión".
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