|
Gracias
a la modernidad, al progreso y al por aquí te quiero ver, los
gitanos ya no roban jamones como en "Morena Clara". Y
en el caso poco probable de que un gitano robe un jamón, dentro
de la tiranía de lo políticamente correcto que padecemos, los
periódicos dirán en el mejor de los casos que el autor del
robo ha sido "un individuo de etnia gitana", no sé si
captan el matiz. Para las personas de color nos hemos inventado
lo de "subsaharianos", lo cual origina situaciones tan
divertidas y absurdas como que un señor de Jamaica más bien
oscurito o un sargento americano de Alabama destinado en Rota,
con la piel como el chocolate Elgorriaga, son también "subsaharianos".
Razón por la cual propongo que los subsaharianos propiamente
dichos sean nombrados mejor como "suprasudafricanos",
si se trata de dejar blancas nuestras conciencias sin mentar el
color negro.
De todo lo cual se infiere que hemos terminado con el racismo
a efectos informativos. Ni la raza ni el color de la piel se
llevan a título ni a texto de ninguna noticia. Queda, no
obstante, una etnia perseguida, una minoría racial cuyos
derechos deberían defender las ONG del ramo. Me refiero a los
pilotos de Iberia. Todos los españoles son iguales ante la ley,
excepto si esos españoles son pilotos de Iberia. En cuyo caso,
se le aplica el famoso artículo 33 de la supresión de
garantías constitucionales, que dice textualmente: ¡Leña al
mono, que es de goma y no se entera!
Lo digo por la noticia de una bronca en un bar de Vigo, donde
parece que ilegalmente fueron detenidas dos personas. Broncas en
los bares, con detenidos, hay en España todos los días algo
así como no sé si 325.527 o 325.528. Ninguna de ellas viene en
los periódicos. Ni aunque el protagonista del incidente sea,
¿qué digo yo?, presidente de un banco o diputado autonómico.
Pero esta noticia de la bronca del bar de Vigo salió con todos
los honores en todos los periódicos de España y hasta en
algunos de la América hispana. ¿Por qué, qué interés tiene
una trifulca en un bar? Pues mire usted: porque los dos
parroquianos injustamente detenidos eran pilotos de Iberia. Y
mientras que del gitano no se dice en la noticia que es gitano
si roba un jamón, si el piloto de Iberia tiene el menor desliz
hay que pregonarlo en letras así de gordas. No hay nada como
fomentar el tópico y alimentar el odio colectivo contra esa
especie socialmente peligrosísima que es el piloto de Iberia.
Ya se sabe, los españoles somos justos y benéficos, excepto si
pilotamos aviones de Iberia. En cuyo caso somos chulos,
fanfarrones, pendencieros y borrachos. Y es que aquí somos de
un tolerante...
Los pilotos de Iberia, en El
RedCuadro:
Otra aguila ha aterrizado
¡Viva el Sepla!
Hemeroteca de
artículos en la web de El Mundo
Biografía de Antonio Burgos
Libros
de Antonio Burgos en la libreria Online de El Corte Inglés
Libros
de Antonio Burgos publicados por Editorial Planeta -
Correo
|