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"Tengo
plena conciencia de cuál es mi responsabilidad frente a la
Corona, frente a la sociedad española, frente al pueblo
español." Ojú... ¿Qué digo ojú? Vaya tela marinera del
antiguo guardiamarina del "Juan Sebastián Elcano".
Cómo se las gasta Su Alteza en materia de boda. Sólo le faltó
decir: "Eso es lo que hay, y punto". Desde luego que
el hijo no es el padre. Las generaciones son las generaciones.
Don Felipe ha cumplido los 35 años solterón, soltero de oro...
y armiño. Echo las cuentas, y cuando Don Juan Carlos cumplió
los 35 tacos, no solamente estaba ya casado, sino que era hasta
casi padre de una familia numerosa de ahora. Cuando el entonces
Príncipe de Asturias cumplió 35 años en 1973, la Infanta
Doña Elena tenía ya 10 años y la Infanta Doña Cristina, 8
años. En cuanto al Príncipe de Asturias, habla mucho de la
poca prisa matrimonial de su generación el hecho de que cuando
su padre tenía su edad, 35 años, él ya tenía 5 años.
Pero hablo de las generaciones
también en cuestión de simpatía. En este punto hay que poner
de relieve también la obviedad de que el padre no es el hijo, y
viceversa. Esa sequedad tan alemana y tan de parte de madre no
es la misma en el hijo que en el padre. Al hijo le viene la
sequedad y el arte de la distancia directamente de Schleswig-Holstein,
que es su verdadero segundo apellido, y no el pretendido
"Grecia". ("Grecia" me parece siempre como
una denominación de origen convertida en apellido, de modo que
lo de "Doña Sofía de Grecia" me suena siempre a
Perlita de Huelva o a Jesulín de Ubrique.) Al padre, en cambio,
le viene la profesionalidad en la simpatía, aparte del borboneo
de Don Juan y Don Alfonso, por el otro borboneo, por el borboneo
Dos Sicilias de Doña María y de su abuelo el Infante Don
Carlos.
Y que conste que entiendo la
sequedad del Príncipe de Asturias perfectamente, desde esta
consideración generacional. ¿Qué me van a contar a mí, si
tengo un hijo de su misma edad y sé cómo se las gastan los de
su promoción?. Eso del "tengo plena conciencia y
punto" me lo dice mi hijo Fernando cada lunes y cada
martes, así que no me extraña nada. Debemos entender que esta
sequedad forma parte de la normalidad, afortunadamente. Don
Felipe ha dicho: "En el futuro a la Corona le
corresponderá administrar la normalidad". Para administrar
la normalidad, desde luego, no hay que hacerse el simpático.
Para lo que hay que hacerse el simpático es para meterse en el
bolsillo, como se los metió Don Juan Carlos, a aquella partida
de republicanos que sometieron a referéndum la bendita
Constitución de la Monarquía parlamentaria que restauró la
libertades.
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