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He
estado unos días maravillosos sin ver TV, en una casita perdida
en los montes de Tarifa, a la vera de esa mar terrible y hermosa
del Estrecho donde coexisten las dos Españas de los
subsaharianos que llegan medio muertos al paraíso, pasando
fatiguitas en las pateras, y de los alemanes que gozan de la
vida haciendo tabla de vela. A mí me parte el alma cada vez que
contemplo cómo las pateras se cruzan en Tarifa con las tablas.
Esos americanos que le comen en la mano a Aznar y que pusieron
firme al moro cuando el Perejil, ¿no podían ordenar también a
Mohamed VI que impidiera esta tragedia humana? Me río de esos
desastres humanitarios que buscamos lejos cuando veo aquí, tan
cerca, al lado mismo del "windsurf" de los alemanes, a
los soldaditos del destacamento de Artillería de Punta Palomna
arropando a los inmigrantes que llegan medio muertos en este
tráfico negrero en pleno siglo XXI. Más que gastarnos
millonadas en la vigilancia electrónica del Estrecho sería
más fácil que Powell, que puede, ordenara al rey moro que no
dejara salir ni una patera más.
Y a la vuelta de aquel
contradictorio paraíso tarifeño, he enchufado la televisión,
a ver qué daban de la campaña electoral de las municipales. De
las munici... ¿qué? ¿Ah, pero estamos en campaña electoral
de las municipales? Si es así, lo disimulan todos
perfectamente. Como he estado varios días desconectado, me
sorprende ver a Aznar en la plaza de toros de Almería, donde
los suyos le llaman "torero", y "torero" le
llamo yo también, faltaría más, por esos pantalones tan bien
puestos frente a la ETA. Me sorprende ver a Aznar en aquella
plaza de toros, porque no sabía yo que Aznar se presentaba a
alcalde de Almería. Como a Zapatero. Zapatero debe de
presentarse a alcalde por Madrid, o por Sevilla, que les hace
más falta; de otra forma no me explico que salga tanto Zapatero
en una campaña municipal hablando de temas que no tienen nada
que ver con los verdaderos problemas de mi pueblo que están
pidiendo urnas el día 25.
Sigo viendo los telediarios y
compruebo que esta campaña electoral es bastante rarita. Parece
como si Aznar y Zapatero encabezaran la lista electoral de hasta
del último pueblo. El verdadero debate municipal que
necesitamos en este Reino de tantas autonomías y tan poca
autonomía municipal está inédito. ¿Qué dice el PP sobre la
seguridad ciudadana en Málaga, qué el PSOE sobre los
transportes públicos en La Coruña, qué Izquierda Unida sobre
la circulación en Valencia? Ah, no, de eso nada. Como
consumidor de los últimos telediarios, no sé nada de eso; sí
puedo decirle, en cambio, todo lo que usted quiera de la guerra
de Irak y del chapapote. La guerra de Irak, por el ardor con que
se habla de ella en la campaña municipal, debió de ocurrir
entre Pinto y Valdemoro, aproximadamente, y tiene mucho que ver
con los problemas de aparcamiento. El chapapote, por cuánto
interesa y los enfrenta en Alicante, creo que manchó la costa
entre Benidorm y Altea y no vean cómo condiciona eso la
cuestión de los autobuses municipales.
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