|  | La
                pretendida reforma del Estatuto Andaluz despierta un entusiasmo
                perfectamente descriptible. Si atendiendo al cero cartón del
                nueve de clamor popular reforman el Estatuto, deberemos
                aprovechar la collada para introducir una nueva seña de
                identidad. Si no del pueblo andaluz, sí de los dirigentes del
                pueblo andaluz. A estas alturas de curso no nos vamos a meter en
                el debate de si aquí hay pueblo andaluz o si simplemente
                población del territorio andaluz, que es algo muy distinto. En
                su día, en el histórico 28-F, confundimos caracoles con
                cabrillas y tomamos como señas de identidad dos situaciones
                coyunturales. Tomamos como definitivo lo transitorio. Tomamos
                como señas de identidad andaluza el subdesarrollo con respecto
                a las regiones ricas de España, por un lado, y por otro el
                agravio comparativo que iba a perpetrar la UCD, dándonos una
                autonomía de garrafa, del 143, en vez del gran reserva del 151. Tras aquel error inicial, las
                cosas han ido como los que las promovieron quisieron que fuera.
                Esto ha sido un inmenso territorio electoral y una gran máquina
                de administrar dinero público para generar intereses
                partidistas. Lo cual, a su vez, ha producido una nueva seña de
                identidad, que debe figurar en el Estatuto si llega a
                reformarse: la contradicción. Las contradicciones de los
                dirigentes de la Junta son ya tan representativas de la
                identidad de Andalucía como el toro de Osborne o la paloma de
                Alberti. Nuestros junteros hacen todo aquello que critican al
                Gobierno central. Tienen una vara para medir lo ajeno y otra
                para lo propio. De estas contradicciones, sobre las que
                podíamos escribir un Espasa, valgan dos ejemplos de esta misma
                semana: 1.- Isaías Pérez Saldaña,
                consejero de Asuntos Sociales, dice que la enseñanza de la
                Religión es una vuelta al franquismo. Lo dice a los pocos días
                de la boda católica del hijo de Chaves
                en la Catedral de Sevilla, con González y toda la tropa en
                el matrimonio católico. De donde se deduce que según la
                contradicción como seña de identidad, cuando ellos profesan
                públicamente la Religión no es una vuelta al franquismo. No ni
                ná... 2.- Plan de autopistas, que va
                el artista. De peaje. Cuando la UCD y el PP intentaron hacer
                autopistas de peaje, dijeron que, claro, que la derecha siempre
                va a beneficiar a la empresa privada y a sacar dinero a los
                pobres. Ahora que son ellos los que quieren hacerlo, el peaje es
                lo más progresista. De donde se deduce que según la
                contradicción como seña de identidad, es reaccionario gobernar
                a mayor honra y gloria de Construcciones y Contratas si lo hace
                el PP, pero absolutamente progresista cuando lo hace el PSOE.
                Anda que no, Jaime Montaner... Dedos y autodedos Resumen de lo no publicado
                aquí en el verano, durante la ausencia por vacaciones de esta
                página, en esta vuelta septembrina de la sección sabatina,
                saludos, Agustina. Aznar es presidente del PP y ha designado a
                Rajoy como sucesor. Eso está muy mal, dijeron los del PSOE: el
                dedo que no cesa. Chaves es presidente del PSOE y se ha
                designado a sí mismo como su propio sucesor en la Junta de
                Andalucía: cinco mandatos y dieciocho añitos de presidente que
                se puede llevar el muchacho. Anda que el que vino como candidato
                a palos no le ha cogido gusto al sillón ni nada... Pero
                mientras que el PSOE dice que lo del PP está muy mal, ¿sabe
                usted lo que dice el PP de lo del PSOE? Pues lo de siempre:
                nada. Ni pío. Pío García Escudero, naturalmente. Valderrama, bella arte Menos mal que las Medallas de
                Bellas Artes han hecho justicia y se han acordado de Valderrama,
                y no como un campo de golf del Campo de Gibraltar, sino como Juan
                Valderrama, el primer cantautor que hubo en España, el que
                compuso sus propias canciones de "El emigrante" y
                "La primera comunión". Con Juan Valderrama el
                flamenco ha cometido una injusticia histórica. Los
                flamencólogos y los pontífices del cante lo arrinconaron como
                cancionero, olvidándose de cómo canta por seguiriyas y de la
                de discos que grabó con Sabicas o con Niño Ricardo. Cuando el
                decano de los flamencos es un cantaor sobrado, que ha grabado
                tres antologìas con todos los cantes habidos y por haber. Y lo
                que entonces criticaban a Valderrama es justamente lo que ahora
                alaban en Niña Pastori o en José Mercé, por no decir en
                Camarón. ¿Qué tiene "Volando voy, volando vengo"
                que no tenga "adiós, mi España querida"? Rafael
                Escuredo, en las jornadas del Mairenismo Militante, ha tirado de
                la manta y ha dicho que lo de Niña Pastori tiene que ver con el
                cante como Yola Berrocal con Monseñor Escrivá,
                aproximadamente. Eso se llama empezar a poner las cosas en su
                sitio. Si vale Niña Pastori, Valderrama vale un imperio. Y
                gracias a Dios, en esta España de los grandes entierros, se lo
                han reconocido en vida, con esa medalla que hace a la canción
                aflamencada una de las Bellas Artes. Vendimia de cursiladas Para la antología de las
                cursiladas andaluzas, que las hay, y a manojitos: en Jerez, a la
                Fiesta de la Vendimia le han puesto de mote "Fiestas de
                Otoño". Que cada cual rime como quiera... Y en lugar de
                las niñas Domecq vestidas de vendimiadoras haciendo la ofrenda
                de la uva a San Ginés de la Jara, la jarilla del espectáculo
                flamenco de los bienaventurados imitadores de Salvador Távora,
                porque de ellos serán sus defectos. Y como todo se pega menos
                lo bonito y Jerez es mucho Jerez, ya verá usted lo que tardan
                el Condado y Montilla-Moriles en llamar "Fiestas de
                Otoño" a sus respectivas vendimias. Ole, ole, Hohenlohe A Alfonso
                de Hohenlohe lo han hecho hijo adoptivo de Marbella.
                Nombramiento incestuoso donde los haya. O si no incestuoso, por
                lo menos al revés te lo digo para que me entiendas. A Hohenlohe
                lo han hecho hijo de su propia hija. Marbella ha reconocido como
                hijo a su padre. Un lío. Un culebrón, muy a la altura de los
                otros culebrones marbelleros y marbellíes actualmente en curso
                en todas las televisiones. Desde su distancia entre Ronda y
                Marbella, Hohenlohe debe de contemplar con tristeza el
                espectáculo en que han convertido a su Marbella, su galopante
                proceso de bernidormizaciòn. Aquello es ya Benidorm con Puerto
                Banús. Hohenlohe diseñó un refinado Saint Moritz de verano,
                una ciudad con lo que ahora se llama "glamour", una
                sucursal de Beverly Hill. La ambición y la corrupción llenaron
                aquello primero de mármol de Macael, carísimo, y luego de
                bloques de pisos hasta en el último rincón de una zona
                forestal, sanitaria o verde. La Marbella de Hohenlohe ya no
                existe. Este verano confesó que cuando vio el horror en que la
                habían convertido, huyó. El arte de la distancia ennoblece
                aún más al emprendedor Hohenlohe. Otros, con mucha menos
                paternidad sobre Marbella, se hicieron alcaldes, cogieron por el
                mango la sartén. Hohenlohe nunca tuvo la menor tentación de lo
                público. Le bastó con su paraíso del Marbella Club. Si a
                Jaime de Mora le han hecho estatuas y dedicado calles, cuando
                nos falte Hohenlohe (que Dios quiera que sea dentro de muchos
                años), van a tener que levantarle en Marbella un monumento
                mayor aún que el del polémico marino ruso. Armas de destrucción Pensando en Marbella hay que
                llegar a la conclusión de que es raro que allí no hayan
                desembarcado las tropas de los Estados Unidos, como en Irak. Si
                Sadam Hussein tenía armas de destrucción masiva, Gil y Muñoz
                tenían armas de construcción masiva, que es una forma de
                destrucción como otra cualquiera. Con la ventaja de que los
                informes no tenían que ser inflados, basta ver el paisaje. En
                Marbella, menos el microclima, han recalificado todo lo
                recalificable. Y no falta quien dice que este verano ha hecho
                tanto calor en Marbella porque el famoso microclima se lo
                vendió Gil a las Bahamas. Mundo Vela a dos velas ¿De verdad que se ha celebrado
                en la Bahía de Cádiz el campeonato del mundo de Vela? Nunca un
                campeonato mundial tuvo menor repercusión. La atadura de perros
                con longaniza a costa de los grandes eventos parece que toca a
                su fin. El mayor éxito de Mundo Vela no ha dependido de los
                organizadores, sino de Dios Padre: el levantazo de 22 nudos que
                ha soplado en la Bahía. Ya hubiera querido Mundo Vela mover al
                menos los dineros de los Juegos Ecuestres de Jerez. Como se
                trataba de vela, muchos hosteleros que tenían puesta toda la
                ilusión de su cuenta de resultados en el campeonato se han
                quedado en eso, a dos velas. 
 Memoria
                                  de Andalucía 
                                  La
                                  Andalucía de  Idígoras y Pachi Idígoras y Pachi en el archivo del humor de EL MUNDO   
  
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