ías
de pregones. Por toda Andalucía. Pregones de Semana Santa. Ni
hay que decirlo. ¿De qué van a ser, joé? En este tiempo no van a
ser de "ha llegado a esta ciudad/el camión del tapicero", que
suena como a pregón por colombianas de Angelillo.
Al Domingo de Pasión le deberíamos cambiar el
nombre, y llamarlo Domingo de Pregón. Lo siento, amigos de toda
Andalucía, pero en el modelo de pregón sí que se ha copiado al
maldito centralismo sevillano. Cada estrado de pregón es como el
del sevillano. La liturgia es a la sevillana. Se llevan los
pasos o se cargan o se portan a la malagueña, a la antequerana,
a la jerezana, a la gaditana, a la granadina, a paso de
horquilla o sobre los pies, por cargadores, por costaleros o por
hombres de trono, pero el pregón se da a la sevillana, con la
estética sevillana, con la retórica sevillana, con el ritual
sevillano. Los cambios que se han hecho en el protocolo del
pregón de Sevilla pasarán inmediatamente a ser copiados en toda
la Andalucía.
Y hay unos pregones de los que nadie habla,
que no se dan en el Domingo de Pasión o en sus vísperas o en su
semana, sino a lo largo del todo el año. Pregones sin
presentador, sin alcalde en la presidencia, sin mandases del
Consejo o de la Comisión o de la Junta de Hermandades, sin banda
municipal que toque marcha procesional alguna, sin Himno de
Andalucía al final y sin Marcha Real al final de todo.
Es el pregón de Internet. De las Semanas
Santas de Andalucía. De la malagueña y de la de Jaén, pero
también de la de Sanlúcar de Barrameda y hasta de la de
Marbella. Portales con buena pinta profesional o humildes
páginas personales, donde unos andaluces enamorados de su tierra
ponen la historia, los horarios, los itinerarios, los
noticiarios y todo lo que termina en -ario, como incensarios
digitales, casi siempre por puro amor al arte. Algunos sitios
cofradieros hay en Internet que son auténticos periódicos
diarios, con sus noticias, sus convocatorias de cultos y hasta
sus cotilleos del capilliteo y del navajeo propio del género. Y
en cuanto a imágenes, estos buenos señores se toman el cuidado
de echarse una cámara digital al hombro y recorrerse todos los
besamanos, traslados, quinarios, vía crucis y acontecimientos
cofradieros, para poner las fotos inmediatamente en la red.
Gratis et amore. Pero gratis total para el público, no para
ellos, que a menudo tienen que pagar de su bolsillo la conexión
al servidor donde alojan su sitio en Internet, los traslados a
todos esos acontecimientos que retratan. Sirven a la Semana
Santa con su dinero y con su tiempo, de la de horas y horas que
le echan al mantenimiento y actualización de sus páginas, cuando
no en la respuesta a personas que, desde muy lejos, los
convierten en consultorios turísticos e informativos,
preguntándoles en sus correos electrónicos cómo pueden alquilar
una silla para ver las cofradías por la carrera oficial o qué es
más interesante que vean cuando lleguen a Sevilla el Jueves
Santo por la mañana y hasta que se vayan el Domingo de
Resurrección. Gratis et amore... Lo dicho, en cuanto a la
gratuidad en plan sastre del Campillo, cosiendo de balde y
encima poniendo el hilo. Y en cuanto al amor, pues todo el que
se pueden imaginar por Andalucía, por su ciudad y por su Semana
Santa.
No quiero citar nombres ni títulos de páginas
o de portales de Internet para no cometer injusticias por
omisión. La lista sería tan larga como este artículo o más. Pero
tampoco deseo dejar sin destacar a uno de estos pregoneros de
Internet, don
Julio Domínguez Arjona, a quien su sitio de "La Sevilla Que No
Vemos" no solamente le cuesta tiempo y dinero, sino además
unos disgustos bastante importantes.
Temas de Semana Santa en El Recuadro