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la carretera, otra vez, la sangre de dos guardias civiles
asesinados. Las elecciones, ay, siempre tienen vísperas de
sangre. Y esa sangre de los servidores de la nación vertida por
la libertad, ay, daba vida a las palmas de unas manos andaluzas.
Uno de los dos guardias civiles asesinados era, ¿de dónde iba a
ser?, de Andalucía. Nacido en Cádiz y recriado en Málaga, que es
como ser dos veces andaluz.Los han
matado en Castejón de Navarra y sobre la carretera sus
compañeros van poniendo unos números como de techo de coche que
entra al taller para reparación de chapa y pintura. Son los que
localizan los casquillos de cada una de las balas que los
mataron. Miran los casquillos, en esta España que antes de votar
ahora, precisamente ahora, mire usted por donde, ya no quiere
saber nada, no me lo cuentes, vecina, qué ganas de olvidar nos
ha entrado. Comprueban que los casquillos son... De lo que sea.
Me da lo mismo.
Lo que no me da lo mismo, y hace una vez más
que me hierva el agua del radiador es lo que dicen por tierra,
mar y aire, por prensa, radio y televisión. ¿Quién lo dice? ¿Lo
dice la Policía, lo dice la Delegación del Gobierno en Navarra,
lo dice el Ministerio del Interior? No, el ministro del Interior
no dice nada. Al otro ministro del Interior, entonces, le
exigían que cada cinco minutos a lo más tardar compareciera ante
la televisión, para que nos dijera qué hay de lo mío, de lo mío
de manipular la sangre y las bombas de Atocha para echar de una
vez al tío del bigote y a estos fascistas que nos han metido en
la guerra de Irak.
Lo que dicen, y eso no me da lo mismo, es han
sido "grupos organizados de delincuentes". Luego ha sido la ETA
o ha sido Al Qaeda, ¿no?, que son grupos organizados de
delincuentes. Pues no. Llaman "grupos organizados de
delincuentes" a otras bandas asesinas, a los europeos del Este o
a los colombianos que atracan joyerías y asaltan chalés. ¿Pero
la ETA y Al Qaeda, qué son, sino grupos organizados de
delincuentes, bastante bien organizados por cierto y bastante
delincuentes, criminales todos? No, les tenemos tal respeto o
terror que no las llamamos por su nombre. Hacemos distingos
entre delincuencia común y terrorismo, cuando la más común
delincuencia es el terrorismo. Sobre la sangre de dos guardias
civiles asesinados por defender nuestras libertades, hemos
perdido otra batalla del lenguaje. Y tú Alex Grijelmo, tan
celoso del idioma, ay, ahí en Efe...