Según la antigua definición, las aeronaves eran los vehículos capaces de volar por el aire. Eso era antes. Las aeronaves son las que usa gratis total Magdalena Alvarez con virtuosismo único en el mundo. En sus tiempos de consejera de la Junta de Andalucía se ganó el título de Lady Aviaco, al hacer más de cuatrocientos vuelos por la cara. Cuatrocientos vuelos de propulsión a morro, consultada la Historia de la Aviación, se comprueba que no los hicieron ni Barberán y Collar, ni Jiménez e Iglesias, ni el mecánico Rada. Protestó entonces la oposición, y salí en magdeleniense defensa. Pedí que por tan altos servicios a la implementación del transporte aéreo le fuera concedida la Gran Cruz del Mérito Aeronáutico. Para cuya concesión acaba de añadir nuevos méritos, con otro tipo de aeronave, como ha sido la utilización del helicóptero oficial para irse de copas a una feria de pueblo. De menos hizo el dios Marte la Gran Cruz del Mérito Militar de Pepe Bono, ese cuyo panegírico manchego dice que "como el caminante de Antonio Machado, hizo camino al andar, hizo Castilla-La Mancha, hizo castellano-manchegos"... e hizo obligadamente de la reserva a unos prestigiosísimos médicos militares, añado. Si Magdalena Alvarez fue proclamada antes Lady Aviaco, ahora debe ser aclamada por tierra, mar y aire como Lady Sikorski, en homenaje al pionero de la ingeniería aeronáutica que modernizó y extendió el uso de los autogiros, o como la Señora Bell, si queremos darle un título más cercano y con un tipo de aeronave de aspas más común y usado en las tierras donde con tanto ahínco fomenta los usos particulares de las costosas instalaciones públicas de AENA.