Ayer comentábamos el sevillanísimo letrero de "Se trasladó a...", tan de actualidad en el comercio tradicional que por mor de las leyes de arrendamientos anda de mudá...

-- Demudá es como se le queda a uno la cara cuando ve cómo Sevilla, que tanto presume de ciudad tradicional, contempla indiferente estas cosas, que no ocurrirían en Londres, en París, incluso en Oviedo. En cualquier ciudad de las que cuidan como seña de identidad su comercio histórico y no deja los centros urbanos en manos de las franquicias. Que hace que las ciudades parezcan repes: todas con las mismas tiendas en el centro.

Y si ayer comentábamos ese letrero, hoy les invito a que, para preservarse del sol, si es que les gusta pasear, se den un garbeo por los soportales más largos que hay en Sevilla: los de República Argentina. Hablando de tradiciones, la de los soportales del urbanismo histórico, que preservaban de sol y de lluvia todo el centro y del que ya apenas quedan los restos de la calle Alemanes y de la Plaza del Salvador, se trasladó con fortuna a las nuevas avenidas de Reina Mercedes y República Argentina. El soportal de Reina Mercedes mide exactamente un kilometro desde la Glorieta Alcalde Parias a la esquina de La Botella. ¿Cuánto miden los largos soportales de República Argentina? Por menos casi dos kilómetros, desde la Plaza de Cuba a la esquina de López de Gomara.-

Y les invito a pasear esos soportales por la acera de los pares, la de la derecha mirando hacia San Juan de Aznalfarache y el monumento al Sagrado Corazón que es como una memoria del Cardenal Segura en la línea de horizonte de Sevilla. O sea, por la acera opuesta al Vip´s y sus restaurantes italianos conexos. La acera al parecer menos comercial de esa República Argentina cuya actividad económica sufrió la puñalá de las obras del Metro, como a los comercios de Virgen de Luján casi se los cargaron las del aparcamientos subterráneo. No hay comercio que resista una calle cortada por obras. Y el caso es que República Argentina ya no está cortada, pero esos vacíos locales comerciales de los bajos con soportales de su acera de los pares son una pena. ¿El monumento del Sagrado Corazón en San Juan que desde allí se ve, he dicho? Para monumentos, el monumento a la crisis económica que son los locales vacíos, a docenas, de esa tristísima acera derecha de República Argentina. Es como un muestrario de carteles de agencias inmobiliarias: desde el clásico Narciso Flores de toda la vida a estas nuevas que ahora llenan la desierta Sevilla por alquilar con nombres como de "brokers" de Wall Street. En el local donde no pone "se vende" es porque pone "se alquila". Y, caso raro, en ninguno dice "se trasladó a..." Bueno, sí: se trasladaron todos. Se trasladaron al barquinazo e hicieron la mudá a la ruina. Bancos que cerraron sucursales por la "sinerguia" de la fusión. Que saben qué significa "sinergia": echar dos mil tíos a la calle o prejubilarlos, pero dicho por lo fino. O cajas de ahorro que desaparecieron al ser rescatadas de la mamandurria que se traían los políticos sociatas o peperos que las manejaban sin tener puta idea del negocio bancario. O tiendas que pasaron a mejor vida. Entre tanto local vacío, es curioso cómo han resistido los comercios como más de barrio, como más de Triana que de Los Remedios: la mercería, la peluquería de señoras, el electricista, el indio que vende transistores baratitos, el bar que sirve desayunos con tarifa plana... -

Un paseo por esta acera de los pares de República Argentina es una explicación visible del paro. Sí, hay muchísimos locales vacíos. Para los propietarios, una ruina, porque les siguen cobrando el IBI y la tasa de basuras, como si estuvieran alquilados. Pero, en plan "ubi sunt" de los clásicos, de los empleos que daban estos locales vacíos, de los que trabajaban en ellos, ¿qué se hizo? Así hay tanto paro. Echen las cuentas de los locales comerciales o de oficinas vacíos que hay en Sevilla y, en la ciudad de servicios que se quedó sin industria y que ya no vive del campo, les saldrán cuadradas con el número de parados.

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