ANTONIO BURGOS | EL RECUADRO


 

ABC de Sevilla, 21 de mayo de 2018
                               
 

El Rocío "sin"

La Feria "sin", la Feria de Abril sin abril es un invento reciente, de este año, que se estrenará en 2019. Pero lo del Rocío "sin" es mucho más antiguo. Tan antiguo como las ganas de juerga del hombre, siempre más sentidas que las de doblarla o cumplir con su obligación o sus principios (si los tiene). En este Lunes de Pentecostés quiero precisamente escribir este artículo que usted quizá leerá "un lunes por la mañana". Que es hoy. En el que ya estarán de vuelta a lo mejor, o volvieron anoche, los del Rocío "sin".

¿Cuántos Rocíos hay? Miles. Como Semanas Santas. Cada rociero lleva dentro su propio sentimiento y práctica del Pentecostés de la marisma. Hay tantos Rocíos como rocieros, muchos más que hermandades filiales y que asociaciones rocieras que van camino de serlo. Cada cual lo siente y lo vive a su manera. Incluso según los ritos y costumbres no sólo de cada hermandad, sino de cada casa de la aldea, desde las que están junto al Real a las que andan más cerca del Coto que del Santuario, de lo lejos que están en la explosión urbanística de esta pedanía a la que, junto con la playa de Matalascañas, tan buenos dineros le saca el Ayuntamiento de Almonte. Ayuntamiento que hoy es el día de decir que tiene una situación envidiable: le tributan impuestos, y tela, los que no viven en el pueblo y no hacen gasto alguno. Pagan su IBI y su tasa de basura los que tienen una casita o un apartamento en Matalascañas, que están todo lo más dos meses viviendo en el término municipal, y los abonan igualmente los que tienen una casa en El Rocío, a la que todo lo más van una semana, o se dejan la panoja en los carísimos aparcamientos públicos, si van de "domingueros del Rocío", que haberlos, haylos. Todo ese dineral que recauda Almonte se lo gasta fundamentalmente en el pueblo, que lo tienen de dulce porque es donde el alcalde tiene a sus votantes, no en Matalascañas, donde durante todo el año apenas vive nadie, ni en El Rocío, donde cuenta para la romería, además, con toda la ayuda de la Junta de Andalucía y del Gobierno central.

Venía diciendo que hay miles de Rocíos. Por haber, hasta existe este Rocío recaudatorio del Ayuntamiento de Almonte. Entre esos miles de Rocíos que hay en El Rocío durante los días que los almonteños llaman como lo que es, "la romería", existe uno solemnísimo, que fue ayer, el de la misa en el Real, con decenas de curas capellanes de las hermandades concelebrando y con todos los Simpecados dando cuenta de la universalidad de la devoción a la Reina de las Marismas de las coplas imborrables y actualísimas, en vísperas del centenario de la Coronación, de Muñoz y Pabón: "Eso sería, eso sería/para ser Reina y Madre/de Andalucía".

Y está el Rocío de los que en silencio llegan a la ermita, le rezan a la Virgen y encienden una vela de promesa en la chisporroteante capilla votiva. O el supremo Rocío de la procesión de la Virgen, que muchos medios de comunicación confunden con un deporte popular almonteño que se han inventado: hablan del "salto de la reja" como si fuera una modalidad olímpica.

Pero luego está el Rocío, ay, y a ello voy, "sin". El Rocío "sin" Virgen del Rocío, sin oración en el santuario a la Blanca Paloma, sin mirar la cara de la Reina de las Marismas y Patrona de Almonte agarrado a los hierros de la famosa reja. Si el otro día hablaba de los gorrones que tiene que haber en el famoso y tópico millón de visitantes del Rocío, hoy pienso, con dolor, en la cantidad de gente que ya estará de vuelta del Rocío sin haber ido a rezarle a la Virgen, sin acercarse siquiera por su ermita, sin ver a la Blanca Paloma. Los que van exclusivamente a la inmensa y desmedida juerga de una casa donde acuden como invitados y les importa un pimiento la devoción popular de siglos a la Virgen. Los que van al Rocío como podían acudir a los Sanfermines, a las Fallas o al Carnaval de Río, al vino y a la comida, al baile, al cante y al ligoteo. ¿Que eso no es El Rocío? Ya lo sé. Pero existe. Hasta el punto que concluyo preguntándome: ¿cuántos habrán vuelto ya del Rocío "sin" de este año, sin haber visto a la Virgen?

TAMBIEN EN EL RECUADRO: "LA FERIA "SIN"

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