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MES DE ABRIL DEL 2003 El Mundo de Andalucía  

Miércoles 30: El milagro de las 9,30

Ya mañana, 1º de Mayo, como es fiesta, no. Y el viernes, como muchos hacen puente a la madrileña, pues tampoco. Pero ayer se produjo y hoy volverá a producirse en Sevilla el anual prodigio que llamaríamos "el milagro de las 9,30". Y es que habiéndose acostado todo el mundo a las mismas tantas y habiendo estado en la Feria algunos desde las 4 de la tarde hasta las referidas mismas tantas, sin interrupción, nadie se explica cómo a las 8 están los bancos abiertos, con todo el personal en sus puestos, como si no hubiera pasado nada, y las oficinas públicas funcionando. Con ojeras y con el cuerpo cortado, pero todo el mundo en su trabajo. Hay los embotellamientos mañaneros de siempre: la S-30 viene del Aljarafe como siempre, con las caravanas desde los pueblos dormitorio, donde en estos días se duermen tan pocas horas. Y a las 9,30, el milagro es ya colectivo. Están abiertos los hipermercados, funcionando todos los cortes ingleses, las tiendas y las oficinas todas, las notarías, los centros oficiales, las consultas y los bufetes. En otras ciudades, cuando llegan las fiestas, todo se paraliza. Aquí todo sigue funcionando en la ciudad permanente, a pesar de la ciudad efímera de la Feria. Es algo que también deberían sacar las televisiones, y que le brindamos a María Teresa Campos para que lo diga a toda España desde el plató del Alfonso XIII: que aquí, mucha ascua de luz, mucha manzanilla, muchas sevillanas, mucho cante y mucho baile hasta las tantas, pero que a las 9,30 de la mañana está todo el mundo en su trabajo y no hay ni un solo borracho tirado en la calle durmiendo la tajá, como en los Sanfermines, sin ir más lejos. 

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Martes 29: Feria y sociedad civil

El Ayuntamiento pone la portada que anoche se iluminó, pone los palos, los farolillos, la estructura de las casetas, los guardias municipales, los botiquines, la caseta de los niños perdidos. El Ayuntamiento, en todo caso, colabora y encauza, como es su obligación. Pero la Feria no la hace el Ayuntamiento: la hacen los sevillanos. Prueba de ello es que el Ayuntamiento pone allí su caseta como un sevillano más, como una peña de amigos o un grupo de empresa. No se ha dicho, y es hora de que se vaya diciendo, que el modelo del trabajo colectivo del sevillano no es solamente una cuadrilla de costaleros. Es también la Feria. En la Feria, además, no hay capataz que mande los dos costeros a tierra por igual. En la Feria nadie dice lo que hay que hacer, pero todo el mundo sabe lo que tiene que hacer y cómo ha de hacerlo. Y de arrimar el hombro como socios de la caseta, más que meter riñones debajo de la trabajadera. Esa sociedad civil que todos echamos en falta a lo largo del año y que encontramos una vez en la salvación del Salvador está patente en la Feria. En este tiempo de tanto intervencionismo estatal y municipal, la Feria es un monumento vivo a la iniciativa civil. Fruto granado de la sociedad civil. La lástima es que a nuestra sociedad civil todo se le vaya en Semana Santa y en Feria. Si todo el año fuera Feria, el protagonismo de la sociedad, la pujanza económica, la iniciativa cultural harían de esto una cosa así como entre Nueva York y Suecia. Claro que a lo mejor si esa sociedad civil se dedicara a lo que se dedican las sociedades civiles en todo el mundo, no tendríamos esta maravilla que es la Feria... 

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Lunes 28: El (No) Alumbrado

Como los plátanos de Canarias, cada día un monumento. Por lo menos. Es lo que ilumina Endesa, ella de soltera Sevillana de Electricidad, pagándolo con el dinero de los abonados al monopolio de la luz. Ahora, el exterior de la plaza de los toros. Dicen que la plaza se ve ahora maravillosamente por la noche desde la calle Betis. Mejor. Así, fijándose en la fachada de la plaza, no se da uno cuenta del espanto y horror pánico de farolas postmodernas que ha puesto el Ayuntamiento en la calle Betis y que están diciendo "quitadme". Estábamos viendo en el periódico lo bien que les ha dejado Endesa la plaza a los maestrantes y no pudimos seguir leyéndolo porque, ¡zas!, se fue la luz. Como se fue el Viernes Santo. Como se fue hace tres días. Como la semana pasada. Esto del apagón en el barrio se está convirtiendo ya en una tradición. Esta noche es la Prueba del Alumbrado, alias "pescaíto". Esperemos que Endesa no nos obsequie con su tradicional "prueba del no alumbrado", como cada dos o tres días. Y digo yo que si eso de iluminar gratis total hasta la última capilla cofradiera y el más mínimo monumento lo hace Endesa como campaña de imagen, ¿no le daría más prestigio gastarse ese dinero en mejorar la infraestructura para no cortarnos la luz cada dos por tres a los que pagamos el recibo religiosamente? En cada apagón, se llama a reclamar al 902 516 516 y la señorita informa siempre que es un problema de la línea. ¿No sería mejor que Endesa convirtiera la línea en bingo de servicio seguro a los abonados, en vez de iluminarles tantos monumentos a quienes, como a los maestrantes, les sobra el dinero? 

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Domingo 27: Guiris en la calle Iris

Es un callejoncito breve, adoquinado, aunque le llamamos calle con todos sus avíos. Calamocha en las fachadas de ambas aceras y al fondo, una reja que conduce a la más secreta puerta de la plaza de los toros: la puerta de Contaduría que da al patio de cuadrillas y a las cuadras de los caballos. Los ilustres, antiguos y devotos adoquines de esa calle conservan la memoria de las pisadas de toda la Historia del Toreo. Esos adoquines los pisó Juan Belmonte vestido de torero, los pisó Joselito el Gallo, los pisó Chicuelo, los pisó el breve pie de Pepe Luis Vázquez. Curro fue quien más veces los pisó entre matitas de romero. Es el caminito del miedo y de los sueños de gloria que no cría hierba, que pisaron novilleros de nocturnas que no llegaron a nada y que pisó Reverte, el más valiente de los toreros. Hay mucha magia y leyenda en la brevedad de la calle Iris. Y en estos días, mucha bulla de turistas. Demasiada. Cuando llegan los coches de cuadrillas parece que va a salir una cofradía. Gente que no va a los toros, sino a ver llegar a los toreros, a hacerles fotos y pedirles autógrafos. Este rito masificado de esperar a los toreros en la calle Iris debe de venir recomendado en las guías turísticas, nos comentaba un sevillano de verdad, nazareno del Calvario, abonado de balconcillo del 5, que fue el gran alcalde que se perdió la ciudad por culpa de su partido: don José Borbolla. Y como don José tiene gracia sevillana de cuna y estirpe, era totalmente de la Puertalarená, donde nos lo decía, aquello que nos dijo: "Vaya usted a verlo, que es digno de ver. La calle Iris se ha convertido en la calle de los Guiris".   ANTONIO BURGOS: "CALLE IRIS"

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Sábado 26: Nómina de casetas

Acertijo. Lean esta nómina, completa, del tirón: La Carretería, La Estrella, La Hiniesta, La Paz, La Trinidad, La Vera Cruz, Las Cigarreras, Los Dolores del Cerro, Montesión, San Benito, San Esteban, San Gonzalo, Santa Marta, El Cachorro, El Carmen de San Gil, El Museo, El Perpetuo Socorro, El Rocío de la Macarena, El Rocío de Sevilla, El Rocío del Cerro, La Esperanza de Triana, La O, Santa Genoveva, Sacramental de Todos los Datos, La Lanzada, Cristo de Burgos, La Mortaja, La Candelaria... ¿Qué creen que es? ¿El orden de los estandartes para la próxima procesión del Corpus? No. ¿El indice de un número extraordinario del Boletín de las Cofradías dedicado a las hermandades de penitencia, sacramentales, de gloria y rocieras que cumplen 400 años de esto o 150 de lo otro? No. ¿Entonces, qué es? Pues la relación de hermandades que tienen caseta en la Feria, que nos envía un sevillano amante de las curiosidades, quien las ha sacado pacientemente de la relación oficial de titulares de casetas de feria. Relación que, como ven, en buena parte coincide con la nómina de las cofradías. Hay cofradías a las que les pega poner caseta, pero a otras no les pega nada. No me imagino la caseta de La Vera Cruz ni la caseta de La Mortaja. ¿Qué tiene, campanilla o manzanilla el muñidor de La Mortaja en la caseta? A este paso (y nunca mejor dicho lo de paso), y en justa correspondencia, ¿por qué no se erigen en cofradía de penitencia los socios de El Machacante, que suena a a flagelante? 

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Viernes 25: Petos y colgaduras

Nos perdonará el certero y crítico compañero Belmonte si hoy nos colamos en su taurina y periodística "Grada del Tres" sin billete, de pescuezo, como los que se sientan en los pasillos con entrada de oficio. Nos colamos desde este rinconcito en su materia para hablar de dos aspectos de policía estética de la plaza de los toros, alias Real Maestranza. En la que pasa o quiere pasar por la plaza más cuidada del mundo salen al ruedo los caballos de los picadores con unos petos dignos de coso de pueblo: viejos, sucios, remendados y encima con parches de un plástico de brillo berrechinoso y feísimo, en lugar de la belleza de la lona color albero, modelo escaparate de Angelito el Guarnicionero en la calle Adriano. Todos los balconcillos de esa misma plaza, por estos días grandes de la feria, están colgados. Pero como quiera que estas colgaduras se hicieron cuando la famosa Exposición de 1992, los damascos tienen ya once años encima y les ha dado todo el sol y les ha caído toda la lluvia del mundo. Y están tan descoloridas como colgadura antigua de balcón de barrio en procesión de Su Divina Majestad. Especialmente las colgaduras que van del tendido 9 a la puerta de chiqueros están lamentables de color. Se explican estas penurias. Claro, como el muy demócrata Canorea no gana dinero con el abono, con la taquilla y con lo que no es la taquilla, pues no tiene caudales como para pagar petos nuevos al alcalde de caballos. Y como los maestrantes los pobres no cobran nada por el piso de plaza, que lo regalan a la mayor honra y gloria de la Fiesta, pues tampoco tienen dinero para comprar colgaduras nuevas. ¿A que vamos a tener que pasar un pañuelo entre la afición para petos y colgaduras? 

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Jueves 24: Tres banderas en Palacio

En Sevilla quedan muchos recuelos del franquismo, y lagarto, lagarto (lagarto de la Catedral, naturalmente) porque lo decimos hoy, día en que los falangistas celebran el centenario de José Antonio. Uno de esos recuelos franquistas es poner a la fuerza tres banderas en todo balcón oficial. Para ello se siguen utilizando los mismos tres mástiles del franquismo, cuando ondeaban la de España, la de Falange y la del Requeté. Ahora ponen la de España, la de Andalucía y, a gusto del consumidor, la de Europa o la de la entidad que sea. La moda de las tres banderas ha llegado hasta el balcón del palacio arzobispal. Allí antes ondeaba únicamente la bandera vaticana, porque Segura le echó dos mitras y no puso las banderas obligatorias del Movimiento, a lo que los falangistas le respondieron pintándole un José Antonio así de grande en la fachada. Ahora ha venido Amigo (amigo de los socialistas y perceptor de las subvenciones de la Junta) y ha puesto tres mástiles para colocar las tres banderas de rigor: España, Andalucía y el Vaticano, en este orden de prelación. ¿Prevalece una región sobre un Estado soberano como el Vaticano? Vexilólogos tiene la Santa Madre, pero me huele que la Iglesia local reniega de la sola bandera de Roma, porque le saca más unto a la Junta regida por el partido abortista. Como nada es como nos lo cuentan, el monárquico cardenal Segura tuvo frente al poder político de los falangistas que vivieron del cuento de José Antonio mucha mayor independencia que el arzobispo Amigo frente este nuevo Movimiento que vive del cuento de la revolución pendiente de Andalucía. 

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Miércoles 23: Cirineo negro en Santa Justa

Con tanta verbalización de las nostalgias del pasado, a Sevilla se le está yendo viva la hondura de su presente. Ejemplo: esos nuevos personajes populares que son los inmigrantes negros que se buscan la vida en los semáforos. El negro de la Plaza de Armas está esperando a un Pali que lo cante en unas sevillanas. O el negro de Santa Justa, protagonista de una bella historia solidaria que nos cuenta un lector: "En la madrugada del Sábado Santo al Domingo de Resurrección observé una escena ciudadana que me conmovió profundamente y me hizo ver y reflexionar que existen otros Cirineos aparte de San Isidoro y San Roque. Era a la hora que La Trinidad ya había entrado con la urgencia propia de la noche de perros, cuando yendo en mi coche por el puente de José Laguillo a la rotonda de Kansas City, y cayendo chuzos, vi cómo un jovencito, en unión de dos más, se tambaleaba por la acera, vociferando y ajeno al agua que caía. En un momento, el joven cayó de bruces, y sus ¿amigos? lo abandonaron entre risotadas. En ese momento, el joven negro que está en el semáforo de Santa Justa vendiendo "La Farola" salió del coche viejo aparcado por allí que le sirve de dormitorio, y, recogiéndolo, le dio de beber zumo de una botella que llevaba en una mochila y trató de reconfortarlo, cubriéndolo con su anorak. Posteriormente le localizamos un taxi y el muchacho pudo llegar a su casa. Ayer estuve todo el día pensando en todo esto, y decidí dirigirme a don Abel Infanzón para que lo contara..." Contado queda, pues, y escrita la hermosa leyenda viva del cirineo negro de Santa Justa. 

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Martes 22: La principal industria de Sevilla

¿Cuál es la principal y más rentable industria de Sevilla? ¿Abengoa? Frío, frío. ¿Endesa, ella de soltera Sevillana de Electricidad? Frío, frío como el agua del río. ¿La Cruz del Campo? Frío. ¿Construcciones Aeronáuticas? Más frío todavía. Me doy por vencido... ¿Cuál es entonces la principal y más rentable industria de Sevilla? Pues te lo diré rápidamente, a alta velocidad: el Ave. Cómo pasa el tiempo. El Ave ha cumplido ya once añitos y nos ha obligado a hacer la primera comunión con ruedas de molino hasta a los que no creíamos que el modelo económico de la Expo, sin inversiones productivas, fuera a reportar nada para el futuro de la ciudad. El futuro era esto que ya estamos viviendo y resulta que en el año 2002 han cogido el Ave 6.200.000 viajeros, que se dice pronto. Es como si toda la población del área metropolitana de Madrid hubiera cogido el Ave para venir a Sevilla o para volver a Madrid después de dejarse aquí los cuartos. Seis millones de viajeros son muchos viajeros, y algo habrán dejado aquí, no todos van a ser sevillanos que vamos a Madrid a hacer un mandado. Según las estadísticas con que la Renfe ha apagado las once velas del Ave, el tren de los teléfonos móviles ha dejado en el año 2002 unas ganancias de 50,5 millones de euros, que son 8.393 millones de pesetas. A ver, señores don Miguel Gallego, don Gonzalo de Madariaga, don Lele y demás esforzados creadores de riqueza en esta tierra tan dada a poner la mano para trincar la subvención oficial: díganme qué empresa sevillana, tras mucha imaginación, mucho riesgo y muchas fatiguitas, obtiene esas ganancias de 50,5 millones de euros al año... 

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Monumento a Pepe Luis Vázquez frente a la plaza de toros de Sevilla, obra del escultor Alberto German Franco
Monumento a Pepe Luis Vázquez frente a la plaza de toros de Sevilla, obra del escultor Alberto German Franco (Foto Julio Domínguez Arjona, cortesía de La Sevilla que No Vemos
Lunes 21: Sáficas para Pepe Luis
Bronce para un cartucho de pescado,
cuerno de la abundancia de la gracia:
todo lo nuestro cabe en tu muleta,
Pepe Luis Vázquez.
Seise de aquellas tardes tan lejanas
en que dejó Chicuelo de heredero
a este chaval fundido en los cañones
de San Bernardo.
El río para siempre será el ruedo
que verá la muleta donde encierras
dos Grecias y una Roma de armonía,
Sócrates rubio.
Y pasarán las aguas como el tiempo,
y quedará en el bronce la presencia
del cartucho que envuelve tanta gloria,
tanta Sevilla.

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Domingo 20: Qué lejos el 25 de mayo

Un filosofo sevillano llamado Rafael Gómez Ortega dejó escrita, dicen que en La Coruña, la teoría del espacio exacto de la ciudad: "No, Sevilla no está lejos, Sevilla está donde tiene que estar; lo que está lejos es esto". Hoy le ponen junto al río un bronce a otro filósofo sevillano, a José Luis Vázquez Garcés, aquel que dijo que se torea con la cabeza o que mejor dos heridos que un muerto a la hora de pagar la dolorosa. Circunstancia que nos mueve a escribir el palimpsesto de la teoría del tiempo exacto de Sevilla, al orteguiano modo: lo que está cerca es todo lo que Sevilla tiene dentro; lo que está lejos es lo que no tiene que ver con este tiempo ciudadano, ritual, coral y colectivo. Lo que está cerca es la segunda inauguración de la primavera, con el paseíllo de esta tarde en la plaza de los toros. Lo que está cerca es el abono de las corridas sin farolillos, las siete mil cosas que Sevilla celebra entre Semana Santa y Feria. Lo que está cerca es la prueba del alumbrado, el pescado frito en la caseta, la exhibición de enganches, los aves de doble composición cada media hora. Lo que está cerca este año además es la canonización de Sor Angela de la Cruz. Lo que está de verdad lejos es el 25 de mayo, qué pereza, día de las elecciones municipales. Aunque están a la vuelta del almanaque, en ningún sitio de España están tan lejos las elecciones municipales como en esta Sevilla de sus ritos de albero y volantes. Como la Semana Santa cayó alta, las elecciones municipales están embarcadas en el tejado. 

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Viernes 18: Nazarenos y nazarenas

Aunque la salida de la cofradía del Cerro estuviera así, María, así, de barandas del partido que defiende en cuestión de aborto y en muchas otras materias morales las tesis justamente contrarias a las que manda la Santa Madre Iglesia de la que las cofradías son punta de lanza sociológica, se ve que a Chaves no le gusta la Semana Santa. De otra forma no se explica que sus remoquetes de "andaluces y andaluzas" y "ciudadanos y ciudadanas" no hayan llegado a las cofradías, que es donde de verdad tienen razón de ser. Hablamos de "cofradías de nazarenos", cuando en realidad son "de nazarenos y nazarenas". Algunas ya, casi más de nazarenas que de nazarenos. Lo de "primitiva cofradía de los nazarenos de Sevilla" de esta Madrugada es, eso, primitivo y arcaico. Ahora son "actuales cofradías de los nazarenos y las nazarenas de Sevilla". De todo lo cual se infiere que la Semana Santa es es un espejo de la sociedad. Ahora que tanta demagogia se hace sobre la igualdad de la mujer y se reclaman sus derechos, sin tanta propaganda, las cofradías han llegado mucho más lejos que los políticos a la hora de reconocer el derecho de las hermanas a ponerse el capirote. (Ya sé por qué llevaron al arzobispo al programa de la propaganda ratonera de Canal Sur: porque ha impuesto en las cofradías el igualitarismo feminista del PSOE. Amigo Vallejo diría "nazarena, dame un caramelo" y Hermosín o cualquier otra nazarena del poder le dio este caramelito de sacar por televisión el ego de su soberbia franciscana...) 

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Jueves 17: La Concordia de Pasión

Si ayer fue Miércoles Santo, pero en verdad fue Lunes Santo o casi Domingo de Ramos a efectos de poder estrenarnos hartándonos de ver cofradías a tutiplén sin sobresaltos de lluvia, hoy sí que es un Jueves Santo que reluce más que el sol. La palabra que se lleva este año es "histórico". Cómo habrá sido todo, que la que iba a pasar a la Historia como la Semana Santa de los Andamios quedará como la de la lluvia. Para Martínez Montañés, hoy es el "histórico" día de la nostalgia: no podrá ver a su Señor de Pasión pasar por delante de la silla de su abono de bronce. Y como grande es el Dios de la Madera sobre el Sinaí de la plata de Cayetano González, verán cómo la provisionalidad de la desamortizada iglesia de San Hermenegildo le sienta a Pasión como todo lo que se refiere a este Salvador sin Salvador: divinamente. Hoy dejaremos de hablar de la lluvia "histórica" para comentar que Pasión se debería quedar para siempre en San Hermenegildo. En esta Sevilla dual y contradictoria que hoy celebra el centenario de la concordia entre esas dos mitades llamadas Gran Poder y Macarena, sería totalmente lógico que Pasión se quedara en el Salvador. Así se cumpliría para siempre la mágica aritmética en que los seises son diez y que hoy pone en marcha la exactitud de sus cuentas, al comprobar que el Salvador Divino no sale del Divino Salvador, sino de la Plaza de la Concordia, que a su vez no es de la concordia famosa y centenaria entre el Gran Poder y la Macarena. Un lío, pero sevillanísimo lío. 

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Miércoles 16: Lluvia y habla cofradiera

La radio es un servicio público que cuando la lluvia saca su terca papeleta de sitio se hace imprescindible. Las radios cambian sus retransmisiones cofradieras por el triste carrusel deportivo de la lluvia. Dan la noticia del acuerdo de la junta de oficiales que decide no salir y dan norte de dónde se han refugiado los que salieron. Tardes de transistor y de lágrimas. Todo queda deslucido. Hasta la lengua castellana. En esas meritorias retransmisiones, entrevistadores y entrevistados usan con toda propiedad el habla cofradiera. Nadie llama cargadores a los costaleros, encapuchados a los nazarenos, cucurucho al capirote ni trono al pasopalio. Los informadores radiofónicos manejan a la perfección el léxico de capataces y costaleros, y lo divulgan: todo el mundo se inicia en los arcanos en -á de revirá, levantá, arriá y chicotá. Pero en cuestión de lluvia, la meteorología no existe en el habla cofradiera. Todos confunden tiempo y clima como si se hicieran un lío con cucuruchos y capirotes. El hermano mayor dice que la cofradía no sale "por la climatología adversa", y la radio informa de las que se vuelven "ante las inclemencias climatológicas". No, miren ustedes: una cosa es el tiempo y otra el clima. El clima (no la climatología, que es su ciencia) es el "conjunto de condiciones atmosféricas que caracterizan una región"; en Sevilla tenemos el clima del calor, la calor, los calores y las calores. A lo que ustedes quieren referirse es al estado atmosférico: al tiempo. A este paso, a Julio Marvizón, el muy cofradiero Hombre del Tiempo, acabarán diciéndole el Hombre del Clima. 

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Martes 15: Versalles en los barrios

Están allí los hermanos mayores, los diputados mayores de gobierno, los secretarios, los mayordomos, esos consiliarios que son tanto en la cofradía, que son la cofradía misma. Llevan la medalla en sus trajes azules y en la solapa el escudo de la hermandad. La hermandad, como sale esta tarde, por la mañana recibe. En La Calzada o en El Cerro, en San Nicolás o en San Lorenzo, hoy por la mañana, todas las mañanas de Semana Santa, el exacto y más que refinado Versalles del secreto y no escrito ceremonial cofradiero. Las hermandades que a la tarde saldrán como cofradías, con permiso de Palacio y si el tiempo no lo impide, reciben la repetición de los ritos de las cortesías, en formas de ramos de flores para la Virgen, de la visita protocolaria de cumplido con oración ante el Cristo y abrazos a los oficiales de la Junta. Las hermandades amigas, algunas autoridades, la directiva de la asociación de vecinos de aquel barrio con el que tanta relación tiene la hermandad, ese hermano que todos los años viene desde Bruselas o desde México expresamente para salir en la cofradía, todos están allí. A cada cual se le da su sitio y el trato que le corresponde. Cuando a la tarde salga la cofradía, todo estará donde tiene que estar, exacto y en su sitio. Como ahora, en estas horas de la mañana, en que también todo está donde tiene que estar, como tiene que ser, en un protocolo lo escrito ni legislado, repetición de costumbres de lustros y lustros, verdaderas tradiciones que han pasado de padres capiroteros a hijos tenientes de hermano mayor. Versalles está hoy en La Calzada o en El Cerro, en la corte cofradiera del más humilde barrio de Sevilla. 

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Lunes 14: Lunes de acólitos

En estos días de gozo, todo cambia menos los niños. La Semana Santa es el único río del mundo que pasa no dos, sino decenas de veces bajo el mismo puente, léase San Gonzalo. Que San Gonzalo también pasa por el puente, hombre, no todo va a ser Cachorro y Esperanza de Triana. Cada año hay novedades para que advirtamos más fácilmente todo lo que no cambia. Santa Marta cambia su itinerario para que comprobemos que la rosa roja bajo la mano del Cristo sigue siendo la misma rosa de hace veinte, treinta años. Y los niños acólitos de este Lunes Santo también siguen siendo los mismos niños. Un nazareno negro de pavero lleva delante de Nuestro Padre Jesús de las Penas no unos niños cualesquiera, repeinados de fijador y amor materno, sino exactamente a los mismos niños que salieron de acólitos el año en que Pantión acababa de estrenar la marcha que dedicó al Señor caído y levantado a pulso entre los cierros del barrio de San Vicente. Por los niños del Lunes Santo no pasa el tiempo. Todos, viéndolos, volvemos a ser aquellos mismos niños que también queríamos salir de acólitos para juguetear con la talega del carbón y con la naveta del incienso, o para poder hacer una bola del mundo en forma de pelota de cera con los mocos que chorreaban de los ciriales. Y estos otros niños que ahora pasan, con sus chaquetitas azules, con sus corbatas, tan serios, a ver cofradías con sus padres, descubriendo Sevilla, también somos nosotros mismos. El río de la Semana Santa pasa dos, tres, mil veces bajo el mismo puente, en el que al sol de la tarde del Lunes Santo suenan las mismas cornetas tras los inequívocos andares trianeros del misterio de San Gonzalo. 

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Domingo 13: Palma de papel

Alvaro Pastor Torres es un sevillano clásico (soleano tenía que ser, como Romero Murube) que, como otros hacen por las Pascuas Falsas de Navidad, nos pone todos los años en estas horas de vísperas del gozo, fiel y puntual, una tarjeta en la que nos desea la felicidad cierta de estas Pascuas Verdaderas de la Semana Santa. Esta tarde es cuando de verdad en Sevilla nace el Niño: va sobre una burra entre los nazarenitos blancos de la Borriquita. Esta tarde es cuando de verdad los ángeles de Sevilla, en forma de acacias florecidas, desean Paz por el Parque en esta tierra de hermosuras a todos los hombres de buena voluntad. En la tarjeta de hogaño nos pone el profesor Pastor Torres la foto antigua de un Cristo querido que no tiene la culpa el pobre de la hermandad que le ha tocado y nos pega la fotocopia de un fragmento del libro de Antonio Núñez de Herrera. Como clásico es "lo que no se pué hacén mejón", que dijo el filósofo don Rafael Gómez Ortega, ponemos hoy en este balcón de papel, a modo de palma del Domingo de Ramos, esas palabras clásicas de Antonio Núñez: "La Semana Santa no había existido nunca. Es cierto que se celebró otros años. Pero auténtica existencia no tiene hasta este Domingo de Ramos. Las otras Semanas Santas pertenecen a la Historia, es decir, al recuerdo. Y toda memoria se va, desaparece con su cauda de tiempos y acontecimientos, ante el hecho sencillo de salir los nazarenos a la calle. La Semana Santa surge en resurrecciones de milagro, que olvidan referencias y avatares. Por eso la Semana Santa es incapaz de filosofía y de historia." ¡Ahí queó! 

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Sábado 12: "Cruz de Guía"

Hubo un tiempo en que, frente a la actual verbalización y las emociones de papel, de la Semana Santa no había apenas más libros que los dos clásicos de Bermejo y González de León. Fue entonces, hace sesenta años, cuando Manuel Sánchez del Arco, que era como un Chaves Nogales de derechas (quizá por eso esté tan olvidado), publicó en la Editora Nacional una obra fundamental sobre las cofradías, quizá no superada, bellísima: "Cruz de guía: exégesis profana de la Semana Santa en Sevilla". Cuando va a llegar la primera cruz a La Campana, la editorial Renacimiento, en iniciativa digna de todo elogio, reedita "Cruz de Guía" y con este libro, además, inaugura y da título a una colección de reimpresiones de clásicos cofradieros, en la que ha publicado también el libro de Luis Martínez Kleiser, el de Francisco Almela o el estudio de don Celestino López Martínez sobre Pasión. El "Cruz de Guía" de Sánchez del Arco debería volver a ser lo que fue: manual de secretos y misterios de la Semana Santa. Leyéndolo, muchos descubrirán a este grandísimo escritor de periódicos que, como su libro cofradiero fundamental, merecería una serena exégesis. Sánchez del Arco es el gran cronista local, el sobrado articulista, el hondo crítico taurino con el pseudónimo de "Giraldillo", el gran corresponsal de guerra civil en Andalucía y en la marcha de los sublevados sobre Madrid. Para nosotros los dos Manolos, don Manuel Chaves Nogales y Manolito Sánchez del Arco, cada uno en un bando, son el mejor símbolo de las dos Españas... con el mismo norte del amor a una sola y misma Sevilla. 

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Viernes 11: Macarena sola

Estamos en el año del centenario de la concordia, cuando el Cardenal Spínola dijo su "basta ya" y su "no a la guerra" que había entre los plumeros de los armaos de la Macarena y los largos capirotes negros de los nazarenos del Gran Poder. Quizá por eso la foto viene hogaño en el periódico. La Macarena está ya en su paso. Miro la foto. Como en el soneto de Cervantes, vive Dios de la Sentencia, que me espanta tanta grandeza perfecta. ¿Saben lo que les digo? Que cuando la Macarena está en el paso, sobra hasta el paso. Aseguran los entendidos en capilliteo que ese paso de palio es el más completo de toda la Semana Santa. ¿De verdad? Mírenlo en el museo macareno durante el año, sin la Esperanza. Se ve entonces que, contra la opinión general, es el paso más incompleto de toda la Semana Santa. Porque le falta la Macarena. Ahora, puesta únicamente Ella en su palio, sin cera, sin flores, ni falta que le hace, Esperanza sola llenando el rompimiento de gloria macarena, tenemos la certeza que aunque saliera así a la calle, sin flores, sin cera, hasta sin plata y sin bordados, hasta sin manto de tisú, sin mariquillas de Joselito y sin pluma de Muñoz y Pabón, sin música y sin saetas, sin llantos de mujeres desde los balcones de Anchalaferia y sin rezos de hombres en el silencio verde de los palcos, seguiría siendo el paso más completo de toda la Semana Santa. La luz de la cera, el olor de las flores, el tintineo de la plata, la emoción de la levantá, todo está en su sonrisa. Esas circunstancias, aun llenas de gracia, son simples pretextos para rendirse ante su belleza perfecta de Madre de Dios. Macarena sola. Esperanza nuestra.  LA MACARENA YA ESTA EN SU PASO

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Jueves 10: Viva el albero

En Sevilla están apuntalados hasta los árboles. No es exageración sevillana. Si quieren comprobarlo, vayan a la Plaza de San Pedro. Y como aquello está patas arriba y se echa encima la Semana Santa, y el lugar es cofradiero por excelencia, y por allí pasa media nómina de cofradías, de La Cena a Los Gitanos, van a suspender las obras y a quitar las alambradas, si no las han quitado ya. Y para que el suelo levantado esté presentable, van a echar lo que se ha echado en Sevilla toda la vida de Dios: una mano de albero de Alcalá, lo que se llamaba un pasaministros. Aunque sea por la vía de la improvisación, van a poner provisionalmente la plaza de San Pedro como deberían dejarla de modo definitivo: de sevillanísimo albero. De albero era el piso de todas las plazas y plazoletas de Sevilla, como un homenaje al piso de la plaza de los toros. Albero torero en la ciudad. Poco a poco, todas las plazas nos las han hecho duras, graníticas, enlosadas, enladrilladas. Donde antes el oro genial de la primavera, ahora el gris pétreo de la mediocridad. Al paso que vamos, ni en los Jardines de Murillo ni en el Parque quedarán paseos de albero. Capaces son de poner losa de Tarifa hasta en las aceras de albero de la Feria. Por eso, cuando vayan a ver la de San Roque el Domingo de Ramos, entren en la plaza de San Pedro, donde el espíritu burlón de Galerín estará pregonando la primavera popular de la ciudad: "¡Señores, pasen y pisen, que aquí, para recibir a la primavera, han echado un pasaministros de albero como toda la vida de Dios!" 

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Miércoles 9: Elogio de los cónsules

En el mes de mayo se iba a celebrar en Sevilla el VII Congreso Mundial de Cónsules, que ha quedado aplazado hasta nueva fecha por culpa, culpita de la guerra. A falta de congreso, Fernando de Parias Merry, el alcalde de la transición, ha hecho por su cuenta la reivindicación de la figura del cónsul honorario, sin necesidad de congreso, como vieron ayer en la nota de la Puerta de las Campanillas de la catedral de la actualidad en estas páginas. Parias, un patricio para la nación de San Patricio, es el cónsul honorario de Irlanda en Sevilla. Ha tenido que echar horas extraordinarias para encargarse de la atención hospitalaria y la repatriación de los empresarios irlandeses víctimas del accidente de autobús de la autopista de Cádiz. Este es el callado trabajo cotidiano de los cónsules honorarios, que no se conoce. Vemos a las cónsules retratados en los saraos, copa en mano, pero desconocemos que la Policía los llama a las dos de la mañana para asistir a un detenido de su país que quiere hablar con la Embajada o nombrar abogado. O que tienen que ir a la cárcel para atender las necesidades de los ciudadanos de esos países presos por drogas o a veces por errores judiciales. Los cónsules prestan dinero de su peculio particular a los turistas de sus países desvalijados en un tirón o en un coche reventado, y son como paños de lágrimas civiles que restañan las heridas del turismo en Sevilla. Y todo esto, "ad honorem"; esto es, sin cobrar ni una sola peseta. Pagando de su bolsillo hasta la gasolina para ir a horas intempestivas a la comisaría, a la cárcel o al hotel donde están los pobres turistas a los que dejaron sin dinero, sin pasaporte y sin maletas. 

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Martes 8: Joseph Peyré

Aparte de la Comisión de Monumentos cuyo equipo habitual se encarga de levantarle en Sevilla una estatua de cuerpo entero a todo el que se deje, deberíamos crear la Comisión del Barco del Arroz para buscar monumentos perdidos. Esa Comisión ha encontrado y devuelto a su lugar el monumento a la Niña de los Peines en la Alameda. Pero sigue en paradero desconocido el monumento al Doctor Fleming de la explanada del Hospital de las Cinco Llagas, que quitaron para las obras que hicieron allí y no han vuelto a poner en su sitio. Esa comisión debería también encargarse de remediar los agravios del nomenclator, como el que han hecho con Joseph Peyré, el francés que le regaló a la ciudad su clásico libro "La Pasión según Sevilla", tan citado y copiado como poco leído, a pesar de la reedición de Castillejo. Peyré (no confundir con Los Caminos de la calle Francos) tenía su calle a espaldas de la Casa Rosa, de Manuel Siurot a La Palmera. Reordenaron y ensancharon aquello desde el Puente de las Delicias, y con el edificio de cristal de La Caixa que plantificaron junto a la Casa Rosa desapareció la calle. Y a la calle nueva, en vez de ponerle Joseph Peyré, la bautizaron como avenida del Cardenal Bueno Monreal. Los azulejos con el nombre del escritor francés enamorado de Sevilla han quedado en una lejana esquina trasera de la Casa Rosa, compuestos y sin calle. Bueno Lidón, sobrino de Bueno Monreal, será el primero en reconocer que a su bonachón tío no le importaría que le quitaran un trozo de rotulación de su larguísima avenida, para devolver lo que es suyo a Joseph Peyré. La Niña de los Peines ha vuelto  ¿Dónde esta el monumento a Fleming?  SEVILLA MONUMENTAL

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Lunes 7: Salvadores para La Cartuja

Lo decimos con toda crudeza: pasamos por la Glorieta de San Diego, frente al Caballo del Cid, ante la entrada del Parque, y creímos que aquel vivac impresentable de tiendas de campaña era un homenaje de solidaridad de los pacifistas con los campamentos de refugiados iraquíes en Jordania. Nos dijeron que no, que era la acampada de protesta de los trabajadores de La Cartuja. No Cartuja 92 ni Cartuja 93, sino La Cartuja de toda la vida, la Cartuja que fundó Mister Charles Pickman, ese tesoro isabelino de las artes industriales sevillanas, en trance de cierre y pérdida. Es lástima que al Salvador le hayan salido tantos salvadores ilustres y a la Cartuja tan pocos. Anónimos sí que le han salido. Los representantes sindicales de La Cartuja de Sevilla S.A. ha presentado pliegos con 30.000 firmas de sevillanos, en los que solicitan que la marca de la Cartuja y las labores de la fábrica de Pickman sean declarados Bien de Interés Cultural para que ese profesional del pelotazo con nombre de pionero de la aviación que quiere cerrarla no se lleve al Marruecos de las subvenciones de Chaves este vivo monumento de la arqueología industrial sevillana. ¿Dónde hay que firmar? En lo poco que vale, añadimos nuestra firma a esas 30.000. Y apuntamos el asunto a los pintamonas oficiales de Sevilla, a ver si haciéndose ellos la foto y dando cada uno por lo menos cuarenta duros logramos que la ciudad no pierda el tesoro de esta fábrica (nunca mejor dicho) histórica y artística. 

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Domingo 6: ¡Qué semanita nos espera!

Hoy, el Pregón; el Viernes, las primeras cofradías sin Campana por la calle; el Domingo, de Ramos... Y vaya semanita que nos espera de actos. Las páginas de agenda del periódico tendrán que ser de chicle, para que quepan los anuncios de todo lo que se va a celebrar. Emplazamos a Manuel Rodríguez para que nos haga una de sus estadísticas de actos, tan divertirías. Claro, como la Semana Santa está en puertas, y casi enlaza con la Feria, que dura hasta mayo, todo el mundo se apresura a celebrar ahora lo que después ya no se puede. Si para el martes 8 no hay convocados trescientos mil actos, no hay ninguno. Si para el jueves 10 no hay cuatrocientas mil cosas anunciadas, es que no hay ninguna. El ejemplo puede ser el martes. En Lima hay dos grandes escritores: en la novela está la maestría Mario Vargas Llosa y en la historia está el magisterio de Guillermo Lohmann Villena. Vargas ha publicado una novela, "El paraíso en la otra esquina"; Lohmann, un estudio en colaboración con Enriqueta Vila, "Familia, linaje y negocios entre Sevilla y las Indias". Y déjame que te cuente, limeña: con lo grande que es el mundo, ¿saben ustedes dónde presentan sus libros los dos? Pues en Sevilla los dos. ¿Y qué día? Pues el mismo día los dos, el martes 8. ¿Y a qué hora? Pues Lohmann a las 7,30 en el Alcázar, con el duque de Segorbe, y Vargas a las 8,30 en la Casa de ABC, con su paisano Fernando Iwasaki. Qué puntería de mapa, de almanaque y de reloj, señores limeños, en esta Sevilla puntito colonial que también va siempre del puente a la alameda, del puente de que no haya nada a la alameda de que haya siete mil actos el mismo día a la misma hora. 

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Sábado 5: Alcalá se impone

Málaga o Valencia se están hartando de dar lecciones a Sevilla de cómo avanzar económica, social, cultural y tecnológicamente. Algo perfectamente explicable: allí tienen alcalde (alcaldesa en el caso de Valencia), y no un señor que ocupa un sillón sin que nadie haya podido saber hasta ahora por qué ni para qué. Málaga y Valencia tienen los alcaldes que se merecen y las perspectivas de bienestar y prosperidad que sus respectivas sociedades, con pulso e iniciativa, se trabajan. Aunque tampoco hay que ir tan lejos como a Málaga o a Valencia para ver lo que es una ciudad con modelo firme de futuro y con ganas de hacerlo realidad. A contemplar lo que podía ser el futuro de Sevilla se puede ir perfectamente en estos días en un autobús de la empresa Casal, porque el modelo está en Alcalá de Guadaira. La muestra Alcalá Expone es el modelo de todo lo que aquí no se impone. Imponente el modelo que supone Alcalá Expone. Como en las ciudades europeas más avanzadas, hasta han puesto en marcha un Alcalá Wireless, un sistema de conexión a Internet sin hilos ni cables. En Alcalá saben que la fibra óptica es ya una antigüedad, al ritmo que van los tiempos, cuyo paso y compás han cogido perfectamente porque allí hay liderazgo político. Ya quisiéramos los sevillanos que el PSOE nos hubiera puesto de alcalde a Antonio Gutiérrez Limones. ¿No podían hacer un intercambio de autoridades? Claro que los alcalareños no han hecho nada para merecer esto que tenemos en la capital. En vista de lo cual hay hasta quien está dispuesto a empadronarse en Alcalá, no precisamente ciudad dormitorio, sino bien despierta. 

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Viernes 4: Se buscan bomberos de Nueva York

El sevillano, como nosotros mismos, tiene guasa. Tela de guasa. La clásica guasa de la Ciudad de la Gracia. El sevillano ha leído lo que ayer poníamos en este billete sobre la sensiblería pacifista que nos espera en Semana Santa como la guerra no termine antes del Viernes de Dolores. Y tras leer aquello, nos dice: "Si todo queda en lo que dices, en las levantás por la paz y en las entradas en La Campana sin música, con cornetas y tambores a la funerala, la cosa tendrá un pase. Pero a la vista del éxito de crítica y público que los bomberos de Nueva York tuvieron el año pasado con Los Javieres, aquí puede ocurrir de todo. Habrá cofradías que este año querrán ser más que Los Javieres. En este momento tiene que haber media docena de hermanos mayores buscando algo como los bomberos de Nueva York. Y ya verás cómo algo encontrarán para que no se hable de otra cosa, y que los aplausos que les den en La Campana se oigan hasta en el andamio del Bar Laredo. Si Dios no lo remedia, aquí veremos en la presidencia de un palio, con sus varas en la mano, a los de la Cruz Roja que montaron el campamento para refugiados en Jordania, o a los brigadistas sevillanos que fueron de escudos humanos a Bagdad..." "O a Pimentel, que ha dimitido por eso de la guerra", sugerimos nosotros. "No lo digas muy fuerte --nos respondió el sevillano de la guasa--, que ya me estoy viendo a Pimentel con esa vara en la mano, saludando a babor y estribor en La Campana y recibiendo los aplausos de la gente. Vivencias cofrades que les llaman..." 

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Jueves 3: Sensiblería pacifista a la vista

Como está mandado y como marca la tabla del progresismo, de la modernidad y de la leña al mono del PP, que está en la Moncloa y no se entera, a una persona tan civilizada y tan atenta, tan comedida, equilibrada y pacifica como don Jaime Raynaud, el candidato popular a la alcaldía, le llamaron la otra noche "asesino" cuando salía de un acto preelectoral en el hotel nuevo de La Enramadilla. (Donde sus promotores, por cierto, perdieron la ocasión del siglo para perpetuar la toponimia sevillana ya perdida, porque podían haberlo llamado NH Las Carolinas.) Fíjese usted: Raynaud, asesino, con esa cara de no haber roto un plato en su vida, ni de niño en el Hotel Royal de la Plaza Nueva donde nació y se crió... Pero esto se puede poner aún peor. Se acercan tiempos terribles al coincidir la guerra con la Semana Santa, y lo de llamar "asesino" a Raynaud es sólo un heraldo de cuanto nos espera. Conociendo cómo se las gasta en estas ocasiones el capilliteo sevillano, ¡menuda ola de sensiblería pacifista nos espera en Semana Santa! Los conspicuos cofrades les echarán la pata a los pacifistas profesionales, ojalá nos equivoquemos. Será un "no a la guerra" en versión semanasantera. Nos esperan decenas de primeras levantás por la paz; oraciones por la paz a cofradía formada antes de la salida; entradas en la Campana sin música como señal de luto por las víctimas de la guerra; crespones negros en los palios por los paisanos y militares muertos. Eso sin contar el oportunista y sensiblero pasaje sobre la paz y la guerra que seguro larga el tío del Pregón, que puede ser terrible, de llorar a moco tendido. 

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Miércoles 2: El Bizco de Amate

A veces los nombres, como las escopetas, los cargan los ángeles, y no el diablo. Te dicen "Antonio Ortega" y dices: "Ojú". Pero si te aclaran quién este Antonio Ortega, dejas de decir ojú. Este Antonio Ortega es un aficionado al flamenco, que se ha tomado el trabajo de recoger en un libro la tradición oral sevillana en torno a la figura legendaria del Bizco de Amate, aquel cantaor de los años del hambre que se buscaba la vida diciendo sus fandanguillos de rebeldía y libertad por los estribos de los tranvías, a cambio de unas perras gordas y unas moneditas de a real. Antonio Ortega ha recopilado las letras que se recuerdan del Bizco y ha puesto en pie su vida. Gracias a Ortega sabemos que El Bizco se llamaba Enrique Guillén Cascacoja, que vivía en Amate, en las chabolas de Villalatas, que la guerra civil le sorprendió preso en Ranilla por rebeldía y que fue enrolado a la fuerza en la carne de cañón de una bandera de la Legión, con la que estuvo en el desconocido frente andaluz de Córdoba durante la batalla de Peñarroya del final del conflicto, más ignorada y cruenta aún. En la Sevilla de los 40 no todas eran amables cigarreras del Pali pasando por la calle San Fernando, sino que estaba esta otra cara, como una novela florentina de Vasco Pratolini, de la Sevilla obrera y hambrienta de los fandangos del Bizco. Dicen que Vallejo, ladrón de oído, le robó los cantes, que ahora en el libro buscan a su verdadero autor. Gracias, pues, a este Antonio Ortega, al que tras oír su nombre no tenemos que decir ojú, sino ole. Ole por su libro sobre El Bizco. MAS TEMAS DE FLAMENCO EN EL REDCUADRO  Correo electrónico del autor del libro, don Antonio Ortega, para consultas sobre su contenido y sitios donde puede comprarse : jondoortega@yahoo.es

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Martes 1: Frentes y guerra

Cristina Hoyos debía de estar allí probablemente como escudo humano. Me pega muchísimo esto de Cristina Hoyos de brigadista. Como se entere Matilde Coral, verás tú lo que va a tardar en ponerse también de escudo humano. Porque por lo que le llevo oído a Sánchez Monteseirín y a Manuel Chaves en la campaña electoral municipal, la línea de frente de la guerra de Irak debe de estar, aproximadamente, en el Tiro de Línea. Sevilla debe de estar en el mismísimo frente de batalla. De modo que si te subes al Fondo Sur del estadio de Ruiz, verás que las columnas aliadas avanzan con sus blindados desde la Venta de Antequera, el frente sur. Sobre el Parque del Alamillo han debido de caer los paracaidistas que han abierto el frente norte. Y si no hay aquí cerco de Basora es porque Basora suena a futbolista antiguo del Barcelona, aquí, ¿qué digo yo?, tenemos el cerco de Campanal o el cerco de Vilariño. Pero guerra desde luego tiene que haber. Y gorda. De otra forma no se explica que en la ciudad del perfil cívico plano; en el barroco "horror vacui" donde los salvadores del Salvador tienen que llenar el vacío de poder; en la Sevilla donde se prima el plus de mediocridad y de falta de iniciativa; en la ciudad paralizada económicamente, sin proyecto, sin norte, sin rumbo, estos señores consideren que no hay problema más importante que la guerra. ¿No sería mejor que declarasen la guerra a la incompetencia, a la indiferencias, a la atonía, a la desilusión colectiva, a este colectivo aquí me las den todas en el que nos hemos instalado?

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