|
Supongo
que estaría allí medio Neguri y parte del otro medio. Hablo de
la junta general de accionistas del BBVA. Sí, ya sé que Neguri
como tal Neguri quizá no exista, que aquellos casoplones están
casi todos vacíos. Pero en algún sitio habrá que situar a los
señoritos vascos, y ninguno mejor que la junta general del
banco cuyo nombre es un tratado de geografía vascongada, punto
en el cual han desmentido que la A del BBVA sea por Arzallus.
Los señoritos vascos existen. Vamos que si existen. Lo que
pasa es que como no enganchan en feria, no tienen ganaderías de
toros bravos, no hay entre ellos ningún Bertín Osborne que
grabe rancheras, no les salen nietos rejoneadores y no tienen
cortijos, pues se nota menos. Su feria de abril es la junta
general del BBVA. No sé si observaron el escenario de la junta,
blanco, blanquísimo, como de congreso del PP. Había allí como
unas barreras, donde estaban los que tienen la tela del telón
del Teatro Arriaga. Sumen, sumen, y comprobarán que en esas
primeras filas de barrera de la junta del BBVA había sentado
mucho más dinero que en todas las barreras de la Maestranza por
abril o de Las Ventas por mayo juntas. Lo que ocurre es lo que
digo: que como los señoritos vascos van de paisano y no de
uniforme, que no llevan clavel en la solapa, ni sombrero de ala
ancha, ni botos cortijeros de Valverde del Camino del Cura, ni
llegan los pequeños accionistas para ponerles la seda y los
oros de los capotes de paseo como homenaje en la ladrillería de
sus barreras, pues pasan completamente inadvertidos en su
señoritismo.
Cuando se habla de señoritos, siempre tiene que haber un
González. Cuando se habla de los señoritos de Jerez, sale
González Byass, que en jerezano se escribe González Gordon.
Cuando se habla de los señoritos de Sevilla, sale González
Valverde, don Máximo. Cuando de los señoritos del PSOE, sale
González Márquez. Y cuando se habla de los señoritos vascos
del BBVA, sale Francisco González. González tenía que ser. De
todos los González de las distintos linajes y ramas de
señoritos españoles, me quedo con este González dueño de ese
cortijo sin caserío y sin olivares que es el BBVA. Y me quedo
con él porque, desde ese cortijo y en la fiesta anual del
herrado de reparto de beneficios, les ha dicho a los otros
señoritos vascos que aquí de tonterías ni las precisas, que
"tolerancia cero" para la ETA. Ya quisiera yo que los
señoritos obispos y los señoritos curas de la Iglesia vasca
hablaran como los señoritos seglares del dinero vasco, los
hijos de Deusto. Aquí mucho hablar del cerco a la ETA, pero
hasta ahora no ha quedado muy claro que los señoritos vascos no
estuvieran encantados con esa pareja de hecho formada por el PNV
y Batasuna, y que cuando "estos chicos" les quemaban
el cajero de una sucursal no miraran para otro lado. Principio
quieren las cosas.
Hemeroteca de
artículos en la web de El Mundo
Biografía de Antonio Burgos
Libros
de Antonio Burgos en la libreria Online de El Corte Inglés
Libros
de Antonio Burgos publicados por Editorial Planeta -
Correo
|