Estábamos
en la inauguración de la Feria
del Toro y sobre el
ruedo de la Maestranza de bolsillo diseñada por Juan Suárez
con óculos de las gradas y todo, evolucionaban los caballos de
Alvaro Domecq y los toros de Torrestrella, con la vieja estampa
de los mayorales y los jinetes por los caminos que bajaban desde
las dehesas de la sierra a los pastos de la marisma, Fernando
Villalón de grado 9 en la Escala Richter del temblor literario
del campo andaluz. Hablando de temblores: a Eduardo Miura le
temblaban las piernas cuando se puso bajo el foco del albero, en
el exacto lugar de la memoria de Poli Maza, para decir las
palabritas de presentación de la Feria y de agradecimiento a la
Casa de S.M. por haber mandado a alguien tan taurino como Iñaki
Urdangarín (por aquí). Sacó Miura los papeles ajustados y
certeros que traía escritos, y cuando se puso a leerlos,
alguien me comentó:
-- Fíjate cómo le tiemblan
las piernas al pobre de Miura...
-- Hombre, a mi me temblarían
lo mismo si tuviera que embarcar en Zahariche la corrida de
toros para Pamplona, demasiado bien lo hace para lo ser lo suyo
lo de hablar y escribir.
Y al final, terminado el
espectáculo, cuando todo el mundo quedaba encantado, un guasón
de la localidad se opuso a todos los que elogiaban aquello,
diciendo:
-- Pues a mí me ha defraudado
una cosa...
-- ¿El qué?
-- Hombre, que yo creía que
todos los jinetes de Alvarito iban a salir con la pegatina del
"No a la guerra". Una gala sin pegatina del "No a
la guerra" ni es gala ni es nada. ¿No pintó Goya la
Tauromaquia? Pues aprovechando que el río Guadalquivir pasa por
Lora, pasa por Lora, Lora del Río, tenían que haber sacado la
pegatina...
-- Pero una cosa es Marisa
Paredes y otra Eduardo Miura...
-- Porque los profesionales de
la subvención no dominan este sector de la cultura como es la
Fiesta de los Toros, que, si no, sacaban la pegatina, vamos que
si la sacaban...
Todo se andará, que el cirio
es largo y la procesión, corta. Todo se pega, menos lo bonito.
Me pongo lo que sea a que veremos pegatinas del "No a la
guerra" durante las retransmisiones televisadas del
Carnaval de Cádiz, que por algo Canal Sur es lo que es. Me
pongo lo que sea a que los próximos ratones colorados, que
están preocupadísimos por Irak (por aquí) sacan la pegatina
de la consigna del partido al que pertenecen.
Por lo cual hasta es de desear
que, en caso de que haya guerra, que empiece cuanto antes y
cuanto antes termine, porque estos americanos hacen las guerras
más rápido que el chaval de la Telepizza. Así nos libraremos
de la campañita andaluza del "No a la guerra", que
será más lamentable aún que la de los Goya, sin premio. Aquí
abajo somos tan sumisos a todo lo que viene de Madrid, donde la
mafia cultural tiene la malilla de todas nuestras
manifestaciones artísticas, que es que, vamos, es que ya estoy
viendo a María Jiménez con la pegatina, a José Mercé con la
pegatina, a María Galiana con la pegatina.
Y no puede quedar ahí la cosa.
Como la guerra se demore, estoy viendo que llega la Semana Santa
y que la organización de la cuestión le pone la pegatina a los
nazarenos en el antifaz. Hombre, el Domingo de Ramos no creo yo
que la lleven los de El Amor o La Amargura, ni el Lunes Santo
los de Las Penas. Pero el Martes Santo es que estoy viendo a los
nazarenos del Cerro del Aguila con la pegatina del "No a la
guerra" sobre el antifaz. Ya saben que la Cofradía del
Cerro es a Chaves y al PSOE como la de La Estrella a la II
República y a Martínez Barrio.
Sobre
la gala de los premios Goya en El Recuadro: "Sueño
goyesco"
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