Y ha seguido sin pasar, del 30 de enero al 18 de febrero. Yo no he visto que Carod haya sido interrogado por nadie acerca de con qué asesino se entrevistó, y qué planta tenía, si se trataba de un perseguido por la justicia. Yo no he visto que nadie haya condenado a los que se tiraron en tropel a encubrir al encubridor, en complicidad con el cómplice, y a descargar todos los tantos de culpa contra los servicios de inteligencia y contra el gobierno. Señores, que nos olvidamos de todo, pero aquí ha habido quien ha dicho que si ETA volvía a matar, el responsable era Aznar. No Carod, que sabía y sigue sabiendo dónde está la guarida, no: el Gobierno.

Así que me sorprendo de que se sorprendan. Me causa extrañeza que les extrañe que la ETA haya anunciado la tregua que le pidió Carod. Eso no debe de extrañar nada. Son ellos con ellos, y el comunicado con "las reflexiones realizadas en torno a su accionar armado en Cataluña" lo pone bien clarito. Hablan de "la solidaridad honesta, activa y generosa que el proceso de liberación del pueblo vasco ha cosechado por parte del pueblo catalán", El pueblo catalán, como es sabido, es Carod: él solito se proclama pueblo catalán.

Y la tregua a quien se la hemos dado hemos sido nosotros a Carod, no la ETA a la parte del Reino de España que le interesa. A Carod le hemos dado tregua, árnica, paños calientes, justificaciones, balones de oxígeno, chocolatinas, bombones y caramelos, siendo un simple cómplice, encubridor y cooperador necesario de asesinos. Vuelvo a la pregunta del millón, con la esperanza de que ya ahora la responda el fiscal general del Estado y le mande los guardias a este típarraco: "¿Qué hubiera pasado en los Estados Unidos si se hubiera comprobado que el subgobernador de Texas se había entrevistado con Ben Laden?"

Sobre Carod, en El Redcuadro:

El calcetín, Carod y Ben Laden

Carod, en andaluz 

En español

Dos tazas de Carod