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año más, comienza ese desembarco en la Normandía del puerto
moruno de Tánger que cantaba El Príncipe Gitano que es la
Operación Paso del Estrecho. Está muy bien puesto ese nombre de
Paso del Estrecho. No es por el Estrecho de Gibraltar. Es por lo
estrecho del embudo, que nos toca, como siempre, a nosotros.
Presentan cada año esa operación humanitaria como un monumento a
nuestra hospitalidad, cuando yo creo que es una perfecta lección
de hacer el canelo. España es especialista en hacer el canelo,
con el Gobierno que sea. Si dineros se gastó el gobierno del PP
en el Paso del Estrecho, poco menos que enmoquetando el puerto
de Algeciras, más dinero se va a gastar ahora el gobierno del
PSOE, que ha puesto Almería divina.
Estaría bien que algún parlamentario preguntara al Gobierno
cuánto nos va a costar cada moro que pase por aquí camino de su
casa en el Peugeot de segunda mano que dice Juan Luis de Tarifa,
coche en cuya baca llevan más bultos que una carriola del Rocío,
con la inquietante bicicleta y la sospechosa escalera. ¿Por qué
cada coche de moro lleva en la baca una bicicleta? Ah, claro,
para que los moritos se den una vueltecita por la kábila con los
primos de su jarca. Pero, ¿y la escalera? ¿Por qué va una
escalera en todo lo alto de cada baca del Peugeot de segunda
mano atiborrado de suegras? ¿Para bajar todos esos bultos? Juan
Luis de Tarifa tiene otra teoría:
-- No, la escalera la llevan para enseñársela
a sus primos, y darles envidia diciéndoles: "Paisa, mira las
escaleras tan buenas y tan baratas que se pueden comprar en el
Carrefour de Bruselas..."
Porque todos vienen de por ahí, de Bélgica, de
Francia, de Alemania, de esa Europa de la que Rodríguez nos ha
hecho tan amiguitos. Y nosotros, claro, convidamos a comodidades
de Paso del Estrecho a unos señores que están ayudando muchísimo
a la economía... de otros países que no se gastan un duro en que
estos hombres vayan lo más dignamente posible de veraneo a su
pueblo. Si esto es una Europa unida, ¿por qué España y
especialmente los andaluces tenemos que cargar con el mochuelo
de un problema europeo, buscarle soluciones y pagarlas de
nuestro bolsillo? Están muy bien todas esas atenciones. Esas
criaturas se las merecen. Sean moros o sean cristianos. Se las
merecen por hombres. Lo que no nos merecemos nosotros es tener
que convidar a Paso del Estrecho a una mano de obra que ni nos
va ni nos viene, que no alimenta nuestras cuentas de la
Seguridad Social ni paga nuestro sistema escolar, porque casi
todos vienen de más allá de los Pirineos, que nos separan de esa
Francia ante la que siempre hacemos el canelo.
Sí, muy bien que en Algeciras y en Almería
haya Cruz Roja, ambulancias del SAS, guarderías para los niños,
bancos que se sienten las abuelas, baños, lo que haga falta.
¿Pero por qué no lo paga Europa en vez de tener que pagarlo
nosotros? Y de coladero, ni te cuento. ¿Quién le asegura a usted
que el año pasado no le dimos hasta un bocadillo y le pusimos el
aire acondicionado para que estuviera fresquito a uno de los
zarrapastrosos que luego colocaron las mochilas asesinas en los
trenes de la muerte del 11-M?
Como se corran las voces entre los terroristas
moráncanos que están deseandito venir a Europa con el
triquitraque, va ser terrible. Se dirán unos a otros en sus
patios de abluciones, mientras se lavan los jueves y los
viernes:
-- Paisa, si vas a poner una bomba en el Metro
de París, entra por Almería, no seas tonto, que no veas el aire
acondicionado tan bueno que han puesto. ¡Con decirte que allí
hasta han puesto a una cristiana para que te abanique...!