|
Lo
que más me gusta del PP es lo bien que saben vender las cosas.
Mire usted cómo se me ha quedado el dedo... Lo digo por la
reválida. A la reválida lo único que le faltaba es que la
ministra de Educación fuera Celia Villalobos. Igual que los
clubes de fútbol fichan jugadores para sus tridentes, el PP
debería fichar una media docena de aquellos virtuosos de la
opinión pública del PSOE, que nos metieron en la OTAN, nos
cerraron los astilleros, nos hicieron la reconversión
industrial y quedamos todos encima encantados: "A ti te lo
debemos, Felipe".
Me gustaría ser tan listo como para saber por qué todo lo
que hacía el PSOE era modernidad y progreso y todo lo que hace
el PP es reacción y caverna. Y cómo una mentira muchas veces
repetida llega a ser una verdad, que el primer partido de la
oposición tiene poderes casi taumatúrgicos. ¿O no es un
milagro cual conversión de piedras en panes que lo que haya
quedado de la LOU es todo lo que no viene en la letra ni está
en el espíritu de esa ley, como eso de que los hijos de los
pobres no van a poder ir a la Universidad, que van a quitar las
becas e incluso que van a repartir caramelos envenenados entre
los alumnos de Selectividad?
Me hago todas estas consideraciones ante la que se avecina
con la reválida. Tras los ensayos generales con la orquesta y
coros de la LOU, va a ser terrible. Nada, lo más progresista es
la degeneración de la enseñanza. La modernidad se mide
contando faltas de ortografía. Y no quiero ni pensar lo otro,
en lo que pocos han reparado: la reválida como lo que antes se
llamaba Examen de Estado, esto es, pasar la ITV del control
público de lo que se ha estudiado. Si la reválida va a ser
igual para toda España y se exigen unos mínimos conocimientos
de Lengua, de Literatura, de Historia, ¿cómo la van a aprobar
los alumnos que han hecho el bachillerato en catalán o en
vascuence, y desconocen cuanto hay al sur del Ebro o del Condado
de Treviño? No, entretenida sí va a estar la cosa, cuando la
reválida tenga que pasar esta verdadera reválida de su
implantación en las nacionalidades históricas. Se acepta que
los coches matricula de Bilbao o de Tarragona pasen una ITV
decidida en Madrid. ¿Pero van a aceptar que se imponga la ITV
de la reválida a unos planes de estudios que no reconocen más
Lope de Vega que Iparraguirre ni más Menéndez Pidal que Pompeu
Fabra?
Sobre este tema, en El RedCuadro:
Los
de reválida
La
reválida, igualitaria ITV de los planes de estudio
Hemeroteca de
artículos en la web de El Mundo
Biografía de Antonio Burgos
Libros
de Antonio Burgos en la libreria Online de El Corte Inglés
Libros
de Antonio Burgos en la librería virtual de Carrefour Ocio
Libros
de Antonio Burgos publicados por Editorial Planeta -
Correo
|