¿Cuántos votos tiene Clemente para que no se vaya?
Lo que
más me gusta de la prensa deportiva son las metáforas y circunloquios tan rebuscados
como bien traídos que emplea para expresar sus posturas editoriales, las largas frases de
razonamientos que utiliza: "Nos da vergüenza", "Dimisión",
"Vete ya". Y me encanta más todavía lo difícil que es encontrar, en letra
chica, en una página par de dentro, estos editoriales. Como Eugenio D´Ors dijo que un
cartel es un grito pegado a la pared, yo diría que el editorial de un diario deportivo es
un titular redondo, por la escuadra, gritando desde la grada del kiosco. Recuerdo otros
títulos, cuando España hizo aquel ridículo histórico al que dieron en llamar Mundial
de Fútbol y llego a la conclusión de que la pregunta del billón hoy no es quién era el
señor X de los GAL, ni por qué Marichalar es tan cursi, ni por qué a todo el que no
tiene nada que decir le dan un programa en TVE o en RNE. No, la pregunta del billón hoy
es: ¿por qué no se va Javier Clemente? Como entrenador de la Selección Nacional de
Euskadi mismo, pero que se vaya.
Ni González con doce millones
de votos despreciaba un clamor nacional como Clemente con el solo dedo del presidente de
la Federación Española de Fútbol. ¿En qué urnas ha sido elegido a Clemente para que
pueda impunemente seguir poniendo a España en ridículo? ¿Cuántos votos tiene Clemente?
Nos creíamos que estos desprecios a la opinión publicada habían terminado con la
derrota democrática del felipismo cuando vemos que probablemente se está inventando el
clementismo. Si afirman que el fútbol es todo lo que se quiera, menos un deporte, no sé
por qué es un territorio donde no hay control popular que cuente. ¿Se le consentiría a
un embajador de España poner a la nación en los reiterados ridículos en que Clemente la
ha puesto? Quiérase o no, Clemente es hoy el más sonado y lamentable embajador de
España, pero no hay ni gobierno ni Cortes soberanas que puedan con él. La democracia ha
llegado a España a todos los ámbitos, menos al fútbol, territorio donde un señor puede
ser dueño de la selección nacional o de un club a su antojo, sin que pase nada. Los
responsables ante Dios y ante la Historia, por extraño que parezca,, siguen existiendo en
el fútbol.
Y si es bonito encontrarte
esos titulares que desearías ver en la prensa no deportiva, me consta en este caso su
estricta inutilidad. No me extrañaría que mañana González se presentara como defensor
de Clemente ante la afición. Total, lo de Chipre es perfectamente soportable. Mientras
Malta no nos gane por 12 a 0, lo seguiremos teniendo a Javier Clemente como seleccionador
nacional.