Está
bien que en las negociaciones con la ETA digan que al pulpo de la Constitución ni
reñirle. Cuando nos estamos quedando de piedra ante tantas cosas, está bien que la
Constitución sea también pétrea. Pero en caso de que se reforme, deben aprovechar los
trenes baratos de Lizarra para cambiar también el articulo 14 y adecuarlo a la realidad,
pues en la práctica ese precepto constitucional dice: "Los españoles son iguales
ante la ley... salvo que sean duques." En caso de que sean duques, leña al mono de
la demagogia. España, nación diferente indiferente ante las tradiciones, es el único
Reino de todo el mundo donde los nobles no son de hecho una casta superior, sino una
partida de graciosos a los que hay que darles hasta en el carné de identidad, por
supuesto que después de haberles retirado el pasaporte diplomático. Con el inri de que
admiramos en el Reino Unido de la Gran Bretaña todo lo que despreciamos y tratamos de
destruir en el Reino Desunido de España.
En Londres, hoy, el futuro de
un dictador asesino depende de unos nobles, de unos lores. Al cambio, de unos duques.
Enseguida íbamos a dejar en España que la Justicia suprema estuviera en manos de unos
duques... Aquí al duque no lo queremos de tribunal, sino en el banquillo. ¿Por qué? Ah,
por duque, y después ya veremos. Aquellos lodos de un Rey gloriándose de que los
títulos del Reino no pintaban nada en su reinado nos han traído estos lodos de los
duques como pelandusca por Tómbola, nuevo rastrojo de las hetairas. Aviso a todos
los duques, marqueses, condes, vizcondes y barones de los Reinos de España que se vayan
haciendo a la idea de que son ciudadanos de tercera y deben pagar un IVA por serlo. Usted,
que es un Pepito particular, puede vender el coche viejo y acogerse al Plan Renove. Pero,
por Dios, no se le ocurra ejercer ese derecho ciudadano si es duque, porque pondrán en
letras gordas: "Qué poca vergüenza la del Duque, que ha vendido el coche viejo que
tenía y ha trincado veinte mil duros del Plan Renove." El Plan Renove, como es
sabido, beneficia a todos los españoles... excepto si son duques.
En la España de las
subvenciones, en el Estado PER, en la economía de la ventanilla de cobro de Bruselas, el
duque no puede pedir las ayudas europeas al algodón ni puede solicitar fondos Feder para
conservar ese palacio que heredó y en el que está viendo cumplirse la ley de que todo
monumento en ruinas es restaurable hasta la absoluta ruina económica de su propietario.
Si usted es duque, señor mío, y además es Grande de España, váyase haciendo la idea
de que es Menor de España e incluso menor de edad. Sus derechos ciudadanos deben ser
objeto de tutela y restricciones. De momento le dejan votar, pero no se sabe en un futuro
inmediato. Si es joven, no puede mandar a sus hijos a un colegio público. Si mayor de 65
año no puede sacar el bonobús gratis de los jubilados y ni se le ocurra usar de sus
recetas de pensionista. Debe saber, señor duque, que la única forma de poder ser
tranquilamente Duque en este contradictorio Reino es llamarse Pedro Duque y que los
americanos lo monten a usted de cagalástima en el Discovery, en plan polizón de Antonio
Molina.