El Mundo, martes
26 de mayo de 1998
Como
el trasero de Romario
El trasero de Romario, en un anuncio de
televisión
Es
totalmente incierto que los hombres no entendamos de belleza masculina. Lo que ocurre es
que disimulamos, para que no nos tomen por por lo que no somos. Si los hombres no
entendiéramos de belleza masculina nadie diría,, verbigracia, lo feo que es Savater. Se
admite que las mujeres digan de una señora que está fantástica y que tiene un fachón,
mientras que es socialmente incorrecto que un caballero diga de un señor que está como
un pan. Dicho lo cual, y sin sospecha de ninguna clase, afirmo solemnemente que está muy
bien que Romario haya enseñado el trasero en ese anuncio publicitario. Un trasero así es
para enseñarlo, y no como otros. ¿Se imaginan, y sigo con los suponeres, que enseñaran
el trasero en un anuncio Alvarez del Manzano o Gustavo Villapalos? Cuando se tiene un
trasero como el delantero brasileño se puede hacer un anuncio o irse a Grecia, a rifarse
el trasero con las esculturas clásicas.
Ahora, que no sé a qué viene
tanto escándalo con el trasero con Romario y su estriquin publicitario. En estos
días nos estamos hartando de ver al aire traseros políticamente mucho más
impresentables. A las primarias y al papel, hasta el culo le has de ver, y nos estamos
hartando. ¿Cuántos se han quedado con el trasero al aire, como Romario? Todos aquellos
que perdían el trasero para hacer las primarias son los que se han quedado ahora con él
al aire. Podemos comprobar que el trasero de Borrell no es precisasmente como el de
Romario. Y nada como la cantidad de traseros al aire que vamos a ver, citados por los que
ponen sus posaderas en el banquillo de los acusados del secuestro de Marey. Como
Damborenea se ponga otra vez a sudar y a largar, vamos a poder ver el trasero al aire del
propio González Márquez. Trasero por trasero, me quedo con el de Romario. Ese trasero ni
mató a nadie ni se llevó un duro.
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