Aquí
            comienza el romance de las nuevas carceleras que han escrito en la sentencia de
            Barrionuevo y de Vera. El uno, flor de Almería, del pueblo que llaman Berja, que a don
            José sus paisanos me lo tiene por lumbrera. El otro, don Rafael, el que el braguetazo
            diera, pues se casó con la hija, con la hija casadera, de un magnate de alcayatas y de
            cosas ferreteras, que en la venta de bombillas aquella fortuna hiciera, y que se fue de
            puntillas cuando le echaron las cuentas.
            Cárcel de Guadalajara,
            cárcel de tierra alcarreña: tú ya eres más famosa que aquella cárcel de Utrera que
            tiene los calabozos más oscuros de la tierra; creo que son veinticinco, pero no sé, soy
            de Letras. Cárcel de Guadalajara, cárcel de tierra alcarreña: eres famosa en España, y
            Alcalá Meco se queda a tu lado en el cuartito de los encierros de escuela. Ya llegan los
            condenados, con pena a cumplir su pena. Una pena de diez años les pusieron de condena,
            por secuestrar a Marey y por llevarse la tela. No hay derecho, dice el coro, los jueces no
            tienen pruebas, que don Felipe González va a recurrir la sentencia. Se van a comer
            algunos el papel y la papela en cuanto ese Tribunal diga lo que nos convenga, que para eso
            pusimos allí a gente que son nuestra. Y gritan por las esquinas de puños y chamarretas:
            esto es cosa de ese Aznar que no ha parado en su guerra hasta ver que a Barrionuevo ya lo
            han metido en la trena, por ministro socialista, no hay derecho a esta derecha... 
            En la mano el bocadillo y en
            la otra, la bandera. Autobuses con carné marchan por la carretera. Con el viaje pagado,
            hacia Castilla La Nueva, como dice don Camilo que es el nombre de soltera de esta tierra
            que casaron con La Mancha quijotesca. Los barandas del partido hacia Castilla los llevan.
            Son de Rodríguez Ybarra; el de la Junta extremeña. Les han pagado el viaje y les pagan
            la merienda, les pagan el desayuno y la cena, si se tercia, y les pagan el hotel si
            quieren dormir la siesta. También son de Andalucía, son de Almería y de Vera , do se
            perdió el referéndum en aquella noche negra de aquel Veintiocho Efe en el que tembló la
            tierra. Ya llegan los autobuses, ahora es Chaves es quien los fleta, llegan desde la
            campiña, y también desde la sierra. De la espesa Andalucía, de la Extremadura espesa,
            esa que llaman profunda los que no viven en ella, la del PER y la del paro, pelotazos y
            pateras.
            Venga las masas adictas,
            venga, griten cuanto quieran. Venga, pongan de fascistas a Aznar y a Mayor Oreja, a la
            Mariscal de Gante e incluso a Javier Arenas. Venga, griten, compañeros, que en esa
            cárcel ya entran dos inocentes que sufren las iras de la caverna. Y cuanto más se
            remueve, peor olor da la mierda... 
            A mí.. ¿qué quieren que
            digan? Todo esto me recuerda al Valle de los Caídos con Girón y con Utrera, a aquella
            Plaza de Oriente que con Franco se pusiera tantas veces rebosante de gente hasta la
            bandera. Movilizar a la gente, llevarlos por carretera, mandar cincuenta autobuses con
            bocadillo y con dieta es algo que yo creía más antiguo que la pera, superado, de otro
            tiempo, no de esta España moderna que tiene Constitución y en donde hay un Rey que
            reina. Señores, en democracia, las leyes que hay son éstas; leyes que a todos igualan,
            leyes que a todos afectan, aunque hayas sido ministro de un gobierno muy de izquierdas, el
            que vicepresidía el Mienmano de Juan Guerra. Señores, la democracia es urna y es
            papeleta. En los Estados Unidos, ¿será por cosa moderna?, al presidente lo traen de
            hetaira por rastrojera porque hacía guarrerías en cuestión de portañuelas. Y siendo
            aquello el Imperio, nadie organiza estas levas de votantes de los pueblos que protesten y
            armen gresca por defender a quien tiene la media lagartijera. En Italia los ministros
            derechos van a la trena, sean amigos de González, o sean compadres de Guerra, si los
            cogen con la manos en la masa o la manteca. Autobuses a la cárcel que me dan mucha
            tristeza. Otra vez Andalucía usada como una feria. Jugador número 12 de todo lo que se
            tercia.