Recomiende esta
pagina
Lunes 30: Las Cigarreras, sin tabaco
Los chauchaus de los corrillos cofradieros suelen
ser solemnes tonterías: tonterías dichas con solemnidad de
función principal de instituto. Por ejemplo, se discute sobre el
cartel de la Semana Santa como si la disyuntiva fuera que lo
pintara Antonio López o Miguel Barceló. Ahora los "capillas
boys" y la prensa morada están muy preocupados por Las
Cigarreras, que es quizá excepción en la solemnidad inútil de
esos chauchaus: es un símbolo. Cómo será la moda mundial contra
el cigarrito, que a la hermandad de Las Cigarreras la quieren
quitar del tabaco. La hermandad de Nuestro Padre Jesús Atado a la
Columna y María Santísima de la Victoria radica en una capilla
que no es de los curas, sino de Altadis, ella de soltera
Tabacalera Española S.A. antes del braguetazo que dio con un
francés. Pero la hermandad se lleva con los dueños de la capilla
como si fueran los curas: muy malamente. Tan malamente, que
Altadis la quiere poner en la calle. Es decir, que Las Cigarreras
puede dejar de ser Las Cigarreras. La máquina de vender plazos de
estancias de hermandades en la Fábrica de Tabacos de Los Remedios
dice: "Agotado, elija otro". Esto es precioso. A estas
alturas del siglo XXI, una hermandad en trance del XIX, como las
que fueron expulsadas de sus templos por la Desamortización. Lo
peor es que parece que la hermandad ha entregado la cuchara. En
vez de Las Cigarreras, ahora se autotitulan "Columna y
Azotes". Que no parece título de cofradía, sino la página
de opinión de un periódico.
Subir
Domingo 29: El rebujito de San Miguel
Los presupuestos municipales deben de ser de gaseosa y no de euros, a juzgar
por cómo se hacen con ellos costosísimos y alegres experimentos. Por
ejemplo, esta reinvención de la Feria de San Miguel que, bien pensado, no
merece ni unas líneas. La Feria de San Miguel no es cuanto representó
históricamente en Sevilla, sino algo de nueva planta, sin arraigo, nacido
de un empecinamiento municipal y del clásico motor sevillano de la vanidad
como impulso de todas las cosas. Quien no es nada en el SICAB quiere serlo
en San Miguel. Quien no es nada en la Feria de verdad, la de abril quiere
serlo en esta de mentirijillas septembrinas. No se trata, pues, de una
feria, sino como dice un sevillano de la guasa, de un rebujito. San Miguel
es un rebujito de Feria de Abril, Salón del Caballo, Feria del Toro, Feria
de la Tapa, Velá de Santa Ana y Velada del Cerro del Águila, con toda esa
equivocada teoría de "Cultura es igual a Fiestas Mayores" que
quiere cambiar el candidato Reynaud. La Feria de San Miguel, en la capital
de la región, podría haber sido, como antaño y puesto al día, el gran
mercado ganadero y agrícola del Poniente andaluz. Por todo lo cual
sugerimos que si quieren ver una Feria de San Miguel de verdad, de lo que
pudo haber sido aquí y no fue, se cojan la carretera de la Venta del Alto y
se acerquen a Zafra, a su Feria Internacional Ganadera de San Miguel.
Aquello sí que es una Feria de San Miguel y no el rebujito de San Miguel en
la tierra de la Cruzcampo.
Subir
Sábado 28: Moneo, de Pavón el derribista
Otra vez tenemos por aquí a Moneo,
que te veo. Pero si su amiga Soledad Becerril ya no es alcaldesa, ¿no hay
forma de librarse de Moneo? ¿No tenemos ya suficientes arquitectos divinos
en Sevilla como para que además debamos sufrir las periódicas apariciones
de Moneo, cuando desciende de los cielos que perdimos en cuerpo y alma?
Nada, no hay forma. Ahora Moneo ha venido para echarnos la bronca por los
recuelos cartujanos de la Expo. Pregunta: ¿admiten los barceloneses que don
Rafael vaya a pegarles la bronca por los recuelos marítimos de la
Olimpiada? Esas broncas, en Barcelona. O en Bilbao mismo: me encantaría que
Moneo fuera a Bilbao a pegarles a los vascos la bronca por lo del Gugenheim,
a ver si tiene cartabones de hacerlo. Por si no hubiera habido ya suficiente
y costosísimo manto de Penélope en La Cartuja, Moneo quiere ahora que
Sevilla derribe todos los edificios de la Expo que no le gustan. O sea, que
le quiere hacer la competencia a Pavón el Derribista. Punto en el cual, lo
de derribar edificios, pensamos exactamente igual que Moneo cada vez que
vamos a su genial aeropuerto
de San Pablo y nos toca embarcar en esa última puerta que pilla cerca
de Carmona, a la que hay que llegar anda que te anda con la maleta en la
mano, sin un mal pasillo rodante. O cuando, a la llegada, tenemos que pasar
por las rampas cutres en forma de mangada con moqueta de goma, sin una mala
escalera mecánica. Y su aeropuerto de usted, ¿no hay que derribarlo, don
Rafael, para hacer uno cómodo como Dios manda y no una mezquita genial?
Subir
Viernes 27: El IUCE y Económicas
El IUCE era el Instituto Universitario de Ciencias de la Empresa. Fue cuando
en Andalucía no había más universidades que Granada y Sevilla, y en
Sevilla más facultades que Derecho, Filosofía, Ciencias, Medicina y pare
usted de contar. Para que los sevillanos no tuvieran que hacerse economistas
con el terrible Castañeda en el caserón de San Bernardo de Madrid, surgió
la iniciativa de unir los estudios de Económicas a los de Derecho y así
nació el IUCE. Fue el germen de la actual Facultad de Económicas. Aparte
de la labor del catedrático don Ignacio María de Lojendio e Irure, el IUCE
prosperó gracias al aliento del rector Manuel Clavero Arévalo y a la
entrega del profesor Miguel Sánchez Montes de Oca, quién Quijote, quién
Sancho, pareja que siguió trabajando luego con la UCD en el efímero
Ministerio de las Regiones hasta dejar a Andalucía en las mismas puertas de
la autonomía plena, a pesar del error de Suárez con el 28-F. Anoche, el
Ilustre Colegio de Economistas de Sevilla recibió a Clavero y a Montes de
Oca como colegiados de honor. Hacer justicia histórica se llama la figura.
Si hay ahora economistas colegiados en Sevilla es porque se titularon en la
Facultad de la Enramadilla, hija del IUCE, sin tener que coger el exprés de
Madrid para que los cateara Castañeda.
Subir
Jueves 26: Las agendas echan humo
Antes en Sevilla la densidad de actividades, actos y actuaciones se centraba
entre Semana Santa y Feria, y el resto del año estábamos en la mesa de
camilla o bostezando ante la tele. Ya siempre parece que estamos entre
Semana Santa y Feria, a juzgar por la cantidad de actos y de cosas que hay
cada tarde. Pero no ahora en septiembre, en estos días en que está
pendiente de celebrarse todo lo que no se hizo por culpa del verano, sino a
lo largo de todo el año. Cuando dan en Sevilla las 8 de la tarde, al mismo
tiempo hay cuatro conferencias, tres cócteles, la presentación de un
libro, la de un nuevo modelo de coche, la apertura de dos exposiciones de
pintura y de tres congresos, el ingreso de alguien en una Real Academia, un
concierto en el Maestranza y un estreno de teatro en el Lope de Vega, más
docena y media de cultos y convivencias en las hermandades y cofradías. Y
sorprende, además, que hay gente para llenarlo todo, por muy cargadas que
estén las agendas, que echan humo. Se vio antier por la tarde: lleno en la
presentación de Jaime Reynaud como candidato del PP a alcalde, lleno en la
presentación del libro hagio-biográfico de Manuel del Valle y lleno en la
representación segunda y última del espectáculo flamenco que Jesús
Quintero ha pensado a la medida de Manuela Carrasco para rescatarnos la
grandeza de los viejos cantes de la Alameda en la voz de Chocolate. Vamos,
que en Sevilla hay gente hasta para llenar cinco tazas de Chocolate. De
ciudad provinciana, nada.
Subir
Miércoles 25: El Ancora, en su calle
Con tantas obras municipales y tan hondos agujeros para hacer
estacionamientos subterráneos, otra cosa no, pero los arqueólogos se
están hinchando. De puro milagro no ha aparecido ya otro Tesoro del
Carambolo. Parte del dinero que está ganando el señor Martín Casillas
debería emplearlo en hacer, como todo el mundo, una fundación, y editar en
ella un curioso libro: "Memoria arqueológica de los aparcamientos
sevillanos". Mientras ese libro aparece y esas monografías
arqueológicas nos arrojan nueva luz sobre la historia de la ciudad, las
obras del Paseo Colón han dado la razón a los nombres tradicionales de las
calles, aún no recuperados del todo. Bajo el Paseo Colón, en la esquina
con la calle Antonia Díaz, ha aparecido un ancla. O sea, un áncora. Y
así, Ancora, se llamaba tradicionalmente la calle Antonia Díaz, que era
una más mediocre poetisa postromántica, cuyo mayor mérito fue estar
casada con don José Lamarque Novoa, que tenía tela de dinero y de poder.
Encontrada el áncora en la calle del Ancora, sería precioso que se
recuperase el titulo usurpado por Doña Antoñita Díaz de Lamarque.
Iniciativa que brindamos a la asociación de vecinos del lugar, pues sería
mucho más lírico que todos los versos de la Díaz que por la Calle de la
Mar, a través de la Puerta del Arenal, se llegara a la calle del Ancora y
al Paseo de la Marina, en la vieja Sevilla del muelle y de la Flota de
Indias.
Subir
Martes 24: Los cielos que rascamos
Una de las cosas más interesantes que tiene Sevilla es que todo siempre es
aún más descabellado de cuanto se puede imaginar. Es falso que todo sea
posible en Granada. Donde de verdad todo es posible es aquí, en Sevilla.
Dijimos el otro día que en La Cartuja terminarán haciendo bloques de pisos
y nos quedamos cortos. ¿Qué digo bloques? Bloques son pocos: torres.
Venga, a alzar rascacielos en La Cartuja. No es bueno que el "hito
emblemático" del puente del Alamillo esté solo haciendo la
competencia a la Giralda en la línea de horizonte de la ciudad, ni que
esté sola esa Torre Schindler que aún no ha sabido explicarnos nadie para
qué puñetas sirve. Hagamos también la Torre del Padre del Niño de Bofill.
Y cuando la Torre del Padre del Niño de Bofill esté construida, hagamos
unas especies de madrileñas Torres de KIO en La Cartuja, y media docena de
rascacielos más. Punto en el cual nos acordamos de aquel gran alcalde
honorario de Sevilla que fue el Rey Don Alfonso XIII, el que pagó gustoso
una multa al guarda mayor del Parque por haber cortado una rosa de un
arriate. Le expusieron los Pegous de la época a Don Alfonso un proyecto de
rascacielos y les dijo el Rey, con el borboneo que ha heredado su augusto
nieto: "¿Un rascacielos quieren ustedes hacer en Sevilla? Pero si al
cielo de Sevilla no le pica nada..."
Subir
Lunes 23: Cultura de centenarios
La cultura en Sevilla se está moviendo últimamente a golpe de centenario.
Que tienen mucho de taller de reparaciones históricas, de tribunal para
hacer justicia de olvidos y minusvaloraciones. Tienen de bueno los
centenarios que, como su mismo nombre indica, duran solamente un año. Por
ejemplo no habría cuerpo que resistiera otro año más de CC: Centenario
Cernuda. Lo mejor que tienen los centenarios es que acaban. Y lo peor, que
las cosas quedan aproximadamente igual que cuando empezaron. Terminado el
centenario Cernuda, al poeta de la calle del Aire se le desconocerá en la
lectura poco más o menos igual que antes del 2002, que vaya añito que nos
han dado. Del centenario ha salido el habitual pintamiento de mona de los
cernudianos oficiales, los monográficos de los suplementos, algunos libros
que nadie leerá y la profundización
y extensión de los tópicos al uso, que si se tuvo que ir, que si
aquella Sevilla es esta misma Sevilla o es otra gracia a la modernidad al
progreso de los que aprovechan también a Cernuda para ponerse moños, que
si patatín y que si patatán. Pero como el que avisa no es traidor,
advertimos que aunque vaya para Carmona la tormenta Cernuda, se aproximada,
horror, otro centenario: el de Rafael Alberti. Mientras tanto, en la ciudad
de Cernuda no hemos conseguido enterarnos de cómo anda de salud, dicen que
delicado, otro poeta sevillano que se tuvo que ir y al que nadie recordará
hasta que se haya muerto y le toque presupuesto oficial para gastarlo en
centenario: Rafael Montesinos.
Subir
Domingo 22: Las águilas del Cerro
A la prensa morada (y ya saben ustedes cuál es la prensa morada) le pasa
como al resto de la información impresa sevillana: la nuestra es la única
ciudad del mundo donde la gente se pasa el día hablando y largando fiesta
sobre un tema del que al día siguiente no viene ni una sola línea en los
periódicos. Hemos estado una semana esperando que viniera en algún lado,
que lo dijera alguien, y nada. Nos referimos a lo que está en todos los
mentideros capillitas y políticos: el Festival PSOE que en muchos aspectos
fue la coronación de la Virgen del Cerro del Aguila. De águilas,
aguilillas y aguiluchos que se aprovechan de lo sagrado para hacer campaña
profana había en el Cerro setenta veces siete. Nunca tantos de un partido
que no cree en Dios, que defiende el aborto y que está contra la enseñanza
de la religión fueron tan halagados por parte de muy apostólicos y romanos
cofrades de exhibición de vivencias y compromiso cristianos. Sólo faltó
que fuera Chaves y no aquí el Amigo quien ciñera la corona a la Virgen.
Aseguran que ahora van a nombrar a Chaves padrino de la cuadrilla de
hermanos costaleros, ¿no le digo a usted lo que hay? Ni La Soledad de San
Buenaventura en los tiempos del nacional-catolicismo llegó con la Falange
de José Antonio a lo que la Hermandad del Cerro con el PSOE de Chaves en
esta esplendorosa etapa de social-catolicismo subvencionado que vivimos, con
las bendiciones apostólicas de la Mitra, que al fin y al cabo es una
empresa más de las muchas beneficiadas por la política de dinero público
tirado a pelón por la Junta.
Subir
Sábado 21: Mairena, Chocolate,Valderrama
Pocas veces viene a este rinconcito el cante, será para compensar tanta
inflación flamenca de Bienal en esta ciudad que no le dedica ninguna Bienal
a Correa de Arauxo, a Francisco Guerrero o a Turina, donde la música
popular está siempre muy por encima de la culta. Y llega hoy el flamenco
como homenaje a dos nombres: Manuel Mairena y Chocolate. A Manuel Mairena,
el rey de la saeta, cuyos cantes merecerían aquellos pañuelos blancos que
le sacaron a Manuel Torre, le van a dar un homenaje sus admiradores,
animándole para que vuelva a los escenarios tras la crujía de salud que ha
pasado. A Antonio Núñez "Chocolate", magia y rito de los viejos
cantes de la Alameda, le han dado en Los Angeles el Grammy Latino como
intérprete del mejor álbum flamenco, por su disco "Mis setenta años
con el cante". Considerando la obra consolidada y honda de Mairena y de
Chocolate, hay que advertir cómo el llamado "flamenco fusión" se
inspira en las raíces de Marruecos, del Caribe y hasta del Japón si hace
falta, pero nunca en las de la propia historia del género. En tanta
inflación de flamenco subvencionado de la Bienal advertimos un preocupante
olvido de las raíces. Por ejemplo, en Sevilla vive el decano de los
cantaores en activo, el excelentísimo señor don Juan
Valderrama Blanca, y en la Bienal se han olvidado entera e
interesadamente de su figura respetable e histórica.
Subir
Viernes 20: De la Gastronomía al Toro
Esplendor de tapas y copas en la Fibes, con motivo del IV Congreso Mundial
de la Gastronomía y el Vino (él vino en un barco de nombre extranjero:
Rafael Anson, sin acento, caldo de todas las sopas donde se pueda meter la
cuchara). Y en este esplendor gastronómico de la Fibes, nos acordamos de
algo que nadie ha planteado. Nos referimos al futuro de la Feria Mundial del
Toro. La Feria del Toro tenía en el Conde
de la Maza a su alma, corazón y vida. Poli Maza se encargaba
personalmente de que a la inauguración viniera el Rey y, si no, de que
viniera la Infanta Doña Elena; convocaba a ganaderos y toreros, a Salvador
Távora, a las cornetas de Salvador Távora, a los tambores de Salvador
Távora, a los cantaores chuchurríos de Salvador Távora, y hasta invitaba
a participar en el evento al espectro de Fernando Villalón con su garrocha
marismeña. Muerto el conde, ¿quién va a alentar la Feria del Toro?
¿Tiene ya sustituto, y la pregunta va dirigida a usted, don Felipe Luis
Maestro? Lo preguntamos con una cierta preocupación, porque a menudo en
Sevilla las instituciones están ligadas de tal forma a una persona concreta
que se desvive por ellas, que cuando estas personas faltan, se acabó lo que
se daba y adiós, muy buenas. Esperemos que la vanidad y las ansias de
figurar, motor de todas las iniciativas en esta ciudad cada vez con un pulso
civil más tenue, hagan aparecer pronto al sucesor del Conde de la Maza al
frente de la Feria del Toro.
Subir
Jueves 19: El error San Miguel
Nos creíamos que era una genialidad de sólo una vez aquello de la mal
llamada Feria de San Miguel, en la que el año pasado se gastaron una
millonada montándoles casetas a los empresarios adictos al régimen, al
régimen municipal donde el partido que fue tercero en número de votos
maneja el 70 por ciento de los presupuestos y tiene únicamente, qué
puntería, las delegaciones donde se maneja dinero. Vemos con sorpresa que
insisten en el error, y como si no hubiera carencias públicas en Sevilla,
vuelven a gastarse esos millones para montar una miniferia en Los Remedios y
hacer la competencia al Salón del Caballo, al SICAB, que ponen los
criadores con su dinero y sin apoyo público. Hombre, si la Feria de San
Miguel hubiera sido el éxito del siglo (del siglo XXI) y la gente se
hubiera dado bofetadas por ir allí, bien estaría esta segunda edición.
Pero lo que hacen es la persistencia en el error, algo habitual en la
política de estos señores que manejan de hecho las grandes partidas
presupuestarias del Ayuntamiento a espaldas del alcalde y de sus socios de
gobierno. Sevilla tiene demasiadas ferias, fiestas, veladas, coronaciones y
festejos de toda clase como para insistir en esta patochada con carpas de
banquete de boda y competencia ilícita al Salón del Caballo a la que
llaman Feria de San Miguel.
Subir
Miércoles 18: Pisos en La Cartuja
Como nuestro admirado y respetado profesor Suárez Japón quiere que
recordemos el Décimo Año Triunfal de la Expo, no seremos nosotros quienes
le demos ese disgusto, ¿será por conmemorar? Lo hacemos con un cartuchito
de rabos de pasas en la mano, recordando, que recordar dice el bolero que es
volver a vivir. Gracias a la Expo, la isla de la Cartuja se salvó de la
especulación inmobiliaria de los últimos años del franquismo. Tras ser
desviado el río, quedó la isla al otro lado de la tapia de la calle
Torneo, donde el Ministerio de Obras Públicas pensaba hacer un Actur, un
Polígono de Actuación Urbanística. Vino entonces la idea del 92 y se
buscaron aquellas hectáreas vírgenes al lado de Sevilla, que se libraron
así de los proyectados bloques de viviendas. Quiere ello decir que la Expo
impidió que La Cartuja fuera un enorme Polígono de San Pablo o un Los
Remedios Bis, como estaba pensado. Y, lo que son las cosas, al cabo de estos
diez años, el asunto vuelve a estar donde estaba. La otra cara de la moneda
de la triunfal conmemoración de los Diez Años del Pelotazo, o quizá la
misma moneda, es la sombra de especulación urbanística que vuelve a
planear sobre La Cartuja. Tanto suelo es una tentación demasiado
irresistible como que para allí no se acaben construyendo pisos. O si no,
al tiempo.
Subir
Martes 17: Encasillamiento
Si ayer hablamos de las modas en la Pasarela Cibeles de las cofradías, hoy
de las tendencias en la Pasarela Cibeles de la ordenación de la
circulación rodada. En Sevilla se llevan muchísimo dos cosas: hacer muchos
aparcamientos subterráneos, encasillar a Sevilla, a mayor honra y gloria
del señor Casillas, y dejar las calles con los carriles de circulación
para coches cada vez más estrechos, en plan desfiladero. Obra de calle que
se hace, carril de circulación que quitan y acera mayor que ponen. Ponen
aceras anchísimas en las calles por donde no pasa nadie, y de aparcamientos
en superficie, los mínimos, que Casillas es mucho Casillas y quienes
sabemos están encasillados. ¿Cuántos kilómetros cuadrados de carriles
circulables y de aparcamientos en superficie han perdido las calles de
Sevilla en los últimos años? Don Emilio Carrillo debería darnos la cifra,
porque seguro que ha echado las cuentas. Hasta que consigan que todo sea una
inmensa calle Baños no van a parar. Enlentecer lo rápido y congestionar lo
fluido, parece el máximo principio de la ordenación de la circulación
rodada. Ejemplo al canto: la avenida de República Argentina. Era una vía
rápida, para salir pronto a las 2 de la tarde camino de los
embotellamientos de las carreteras que llevan al Aljarafe. Con la ya famosa
mediana han conseguido que ahora sea lenta. Con lo cual, el embotellamiento
de la entrada del puente de San Juan de Aznalfarache llegará hasta la plaza
de Cuba. Si es adrede, no pueden organizar mejor el desastre de lo que lo
están consiguiendo. Nada, nada, a dejar La Palmera con sólo dos carriles y
ni un solo aparcamiento en superficie. Hay que encasillar Sevilla.
Subir
Lunes 16: VNC:Vírgen No Coronada
Lo del Cerro del Aguila de ayer, espléndido: un barrio
puesto en pie, recuperando su memoria y su orgullo colectivo. Nuestra
felicitación más sincera a la pujante Hermandad del Cerro por la
coronación de su Virgen de los Dolores. Pero como lo cortés no quita lo
valiente, y aquí la valentía es marca de la casa, habremos de decir que a
algunos nos parece ya excesiva esta moda de las coronaciones en la Pasarela
Cibeles de las cofradías. Lo mucho devalúa lo bueno. Porque, apunten, esto
no queda así. Nos queda la coronación de la Virgen del Valle, que quiebra
esta norma de coronaciones mirando a los tendidos populares de sol; mire
usted por dónde los tirillitas, tan hermandad del centro, han roto en
cofradía de barrio. Palacio ha confirmado las coronaciones de Rosario de
Montesión y de la Virgen de la Palma del Buen Fin, tras lo cual querrán
los de San Pedro que también sea coronada la Madre de Dios de la Palma.
Está pendiente coronar la Esperanza de la Trinidad, para que todas las
Esperanzas lo estén. Creemos que ha llegado el tiempo de que alguien ponga
pie en pared en esta desorbitada moda coronante. Por ejemplo, la Primitiva
Hermandad de los Nazarenos de Sevilla, Madre y Maestra de las cofradías.
Igual que todos se apresuran a poner en las advocaciones de sus sagradas
titulares lo de "María Santísima de Tal Coronada", la Mesa del
Silencio debería aprobar poner en las suyas: "Nuestra Señora de la
Concepción No Coronada, Ni Falta Que Le Hace". A este paso, lo bonito
va a ser una hermandad con una VNC: Virgen No Coronada.
Subir
Domingo 15: Riesgos colgados en fachada
El aire acondicionado es lujo al alcance de todos los sevillanos, una
maravilla. Aire acondicionado en la casa, aire acondicionado en los coches,
en las tiendas, en las oficinas... ¿Cómo podíamos pasar antes el verano y
el largo veranillo del membrillo sin aire acondicionado? Vas por las
barriadas y ves todas las fachadas de los bloques llenas con los cacharros
de estos aparatos nuevos que no sabemos cómo se llaman, que tienen una
consola en el interior y fuera de los muros una especie de ventilador a lo
bestia, que pesa un quintal. Observen que la mayoría de las veces dos
simples garras sujetan semejantes aparatones pesadísimos y voluminosos a
los ladrillos o al enfoscado de la fachada. Debajo de esos cacharros de
tropecientos kilos sujetos con alfileres juegan los niños, toma el fresco
la gente en los veladores de las terrazas, pasan los coches. ¿Revisa el
Ayuntamiento la seguridad de tanto riesgo colgado sabe Dios cómo, con dos
simples garras, a unas fachadas que quizá no fueron construidas para
soportar semejante peso en su revestimiento exterior? ¿Inspeccionan la
seguridad de la colocación de estos aparatos bajo los que, insistimos,
juegan los niños en la calle? Lo advertimos con preocupación, en tiempo y
forma, antes que se caiga pasado mañana uno de esos cacharros, mate a tres
criaturas y tengamos otro Bazar España. Confiando, naturalmente, en la
Virgen del Buen Aire, que es la que seguramente protege a Sevilla de tanta
alegría insensata e incontrolada en la colocación de los aires
acondicionados.
Subir
Sábado 14: Nuestra fama de flojos
Los sevillanos arrastramos ante las Españas una
fama de flojos que no se la salta un caballo de los Juegos
Ecuestres de Jerez. Parece que nos va esa marcha, aunque esa
marcha sea amargura para algunos. No perdemos oportunidad de
organizar feria, festejo, velada, romería, procesión y toda
suerte de chutipingo. Con esta moda del turismo como primera
industria local, fomentamos incluso esa cursilada de "lo
lúdico", por lo que los forasteros suelen preguntarnos:
"¿Y aquí cuándo trabajáis?" Les contestamos como
podemos, por ejemplo con el topicazo del sentido púdico del
trabajo, aquello de Ortega y Gasset en su "Teoría de
Andalucía". La realidad es que, queriendo o sin querer,
somos nosotros mismos los que fomentamos esa fama de flojos. Ya
dijeron el otro día que en Sevilla era donde más tarde
comenzaban las clases de toda España. Ahora, la estadística
(que, cosa rara, no es de Emilio Carrillo) añade que los
estudiantes sevillanos no universitarios son los que menos días
de clases tienen de toda España. Nos imaginamos que si eso es en
ESO, Primaria, Infantil y Bachillerato, pues en la Universidad
será tres cuartos de lo propio: la Universidad con más
vacaciones del mundo. De modo que no sólo fomentamos nuestra fama
de flojos, sino que enseñamos a los chavales a serlo desde
chiquetitos. ¿Estudias o trabajas? No, yo, riá, pitá...
Subir
Viernes 13: ¿A cuántos kilómetros está Jerez?
Andalucía solo hay una, como la madre de la copla
de Pepe Pinto, repite una y otra vez el anuncio turístico de la
Junta de Andalucía que aprovecha todos los resquicios de
enganches y desenganches en las televisiones. Y hablando de
enganches y desenganches, de caballos y de jinetes: Jerez está
celebrando en estos días nada menos que los Juegos
Ecuestres Mundiales, o Universales, o Galácticos, una cosa
así, con media
Familia Real y parte de la otra media allí, con todos los
équites famosos que salen con sus novias en la prensa del
corazón pegando caballazos. Nunca hemos visto algo mundial que se
celebre tan cerca de Sevilla y que tenga tan poca repercusión
aquí. Por falta de comunicaciones no será. Los Juegos Ecuestres
de Jerez están por la autopista a media horita del Salón del
Caballo, de Pineda y del paseo de caballistas de la Feria. Lo que
nos demuestra que la distancia de Jerez a Sevilla no son esos 75
kilómetros mal contados de autopista, sino que es un alejamiento
mayor, infinito. Sevilla ignora a Jerez. Tal como suena. Hombre,
si hasta a la hora del copeo los sevillanos tiran para Sanlúcar y
han sustituido el fino por la manzanilla. Así que calculo yo que
Jerez está por lo menos a setenta y cinco mil millones de
kilómetros de Sevilla. En lo que Pacheco tiene bastante culpa.
Muchas cosas de Jerez nos caen bastante gordas y nos repatean a
los sevillanos, pero ninguna como la continua zambomba política
de su alcalde. La alcaldía de Jerez sí que es un cachondeo, y en
el discurso inaugural de estos Juegos se ha vuelto a demostrar.
Subir
Jueves 12: Obras como el yogur de mijitas
Estaba reunida en el Pentágono cartujano de la CEA la Comisión de
Monumentos que preside Alvarez Colunga, que tiene ahora en su agenda el acto
de reparación histórica para que Pepe
Luis Vázquez sea recordado en Sevilla como algo más que el cuñado de
Remedín Gago. Hablaban del emplazamiento del bronce que perpetuará el arte
del Cartucho de Pescao y se consideraban las obras en curso en el
Paseocolón. Alguien preguntó al delegado de Urbanismo que cuándo
terminarían esas obras, a efectos inaugurales del bronce donde Sevilla le
habrá dado su sitio, tan merecido, a Pepe
Luis, que mirará ya para siempre a la Puerta del Príncipe. Sobre la
marcha, guasa de Sevilla pura, el preguntante enmendó taurinamente las
distancias y los terrenos del lance, y comentó: "¡Qué pregunta más
tonta! Ya sé que esas obras tienen que estar terminadas antes de abril, que
son las elecciones municipales!" De donde se infiere que todas estas
molestias de la ciudad cercada por las alambradas de las obras, donde cada
vez ahondan más y cavan los agujeros más profundos para que se note lo
bien que lo están haciendo, tiene fecha de caducidad, como el yogur de
mijitas. Todo esto tiene que estar terminado antes de las elecciones de
abril. Si no se mueve la celeridad de las obras, Sánchez no sale en la foto
cortando la cinta en plana campaña electoral.
La Sevilla de Pepe Luis
La gracia de Pepe Luis
Subir
Miércoles 11:La novela negra de los joyeros
Parece como de una novela tirando a negra (¿de Umberto Eco o de Arturo
Pérez Reverte?) con ambientación medieval por el dédalo de calles del
centro de Sevilla. La novela podría titularse "La maldición de los
joyeros". Esta triste novela la está escribiendo la realidad de esta
ciudad cada vez más violenta y violentada, armada y desarmada, según se
mire. Parece que San Eloy, el patrón del Gremio de Plateros, estuviera en
huelga de milagros caídos en su altar de la parroquia de Santa Cruz. Porque
hay que ver que, una tras otra, las desgracias no dejan de caer sobre el
gremio. En Las Siete Revueltas, como en un capítulo de esa novela negra de
ambiente medieval, asesinaron al señor Esteban, el joyero de la tiendecita
cernudiana de la Plaza del Pan. Al señor Román, cabe la Cerrajería, le
escribieron una noche la más verídica novela de butrones, en plan 007, Ian
Fleming puro, hasta con cortafríos de rayos láser y todo. El día que no
roban una joyería es porque antes la han atracado o han pegado literalmente
un golpe en el escaparate con un martillo de bola. Ahora se ha proyectado la
sombra de Caín, a dos luces, en dos planos narrativos, sobre la plata
fernandina de la Joyería Ruiz en la calle Sierpes y sobre el escaparate de
brillantes de aquella esquina del primer piso del Nervión Plaza. En esta
terrible novela negra, negrísima, de los joyeros, la voz popular ha
sentenciado una realidad que quita el sueño: "Este joyero se encontró
de golpe con un hijo en el cementerio y el otro hijo en la cárcel".
Subir
Martes 10: Jazmines azules Flora de
Sevilla en El Recuadro
La primera lluvia septembrina nos ha ganado por la
mano en nuestro obligado elogio a los jazmines azules. Ha llegado
antes que estas palabras de homenaje que teníamos apuntadas como
obligadas desde hace unos días. Por los arriates del Parque, por
las tapias de La Palmera, por los jardines nuevos de Amate o de
los Príncipes, esta lluvia que también vuelve a su colegio
habrá tirado al suelo muchas de las humildes y generosas flores
de los jazmineros azules, que tienen el color del telegrama que
Sevilla le pone al verano diciéndole adiós. En materia de flora
sevillana, vivimos de tópicos. En pocas ciudades hay tantas
flores y se sabe tan poco de ellas. El jazmín azul, la "plumbago
auriculata", podría competir en fama literaria y legendaria
con el azahar de la primavera, con las jacarandas, con los
magnolios, pero no ha tenido quien le escriba. Este año nos ha
sorprendido su generosa floración en los últimos días de la
calor, que es su época. Todos tenemos en la memoria sentimental
de Sevilla un naranjo monumental, que cada marzo nos cautiva con
sus olores, pero nadie lleva apuntado un jazminero de flores
azules. O mal recordamos, o los sevillanos viejos los llamaban
jazmines del Príncipe. Son ciertamente el príncipe azul que le
da un beso a Sevilla en forma de flor, la despierta del sueño del
verano y la devuelve a su secreta condición de doncella del
otoño. Flora de
Sevilla en El Recuadro
Subir
Lunes 9: Prensa morada
En su teletipo de los lirios y de los claveles encañados dice el
internético cronista sevillano don Julio
Domínguez Arjona que igual que hay periodismo amarillo, y prensa rosa,
y revistas verdes, en nuestra tierra se ha inventado, y con gran pujanza por
cierto, la prensa morada, por el color penitencial de la Cuaresma. Siempre
es Cuaresma en las amplísimas secciones cofradieras de los diarios de
Sevilla, en las que hay hasta fichajes y traspasos de cronistas, en plan
Ronaldo. Ya dijimos que si todo este ingente esfuerzo en trasmitir cotilleos
y maledicencias sobre siete chuflones del capilliteo y del "lobby"
cofradiero local se empleara en hacer buena información política,
cualquier periódico sevillano sería de "The Washington Post"
para arriba. La prensa morada está encantada estos días, con la inmediata
coronación de la Virgen del Cerro y la próxima de la Virgen del Valle, y
con este arzobispo que hasta se va a los pueblos a buscar Vírgenes que
coronar. Y ya están hablando del próximo pregonero. Sería maravilloso que
supiéramos de los candidatos a alcalde tanto como de los posibles
pregoneros. Para lo que estos señores de la prensa morada llaman "el
atril del Maestranza" parece que tiene muchas papeletas la escritora
Rosa Díaz. Nos alegramos muchísimo, no por Rosa Díaz, sino por Sevilla.
Entre un capillitón afectado, vanidoso y cursilón plagiando en ínfimo al
Padre Cue y declamando versos malísimos sin tener idea de literatura y una
poeta con obra hecha y derecha, es que no hay color. Color morado, por
supuesto.
Subir
Domingo 8: Nos libramos de Celia
Terminada la cena, la cena de la boda de su hija, cogió los papeles del
madrugón que se habían tenido que pegar para celebrar el Consejo de
Ministros habiéndose acostado a las mismas tantas, y los dio a sus
discípulos, diciendo: "Como aquello de allí abajo de Andalucía está
de Juzgado de Guardia, entre lo que nos reclama Chaves de la deuda
histórica con talón conformado, las balaseras en los barrios, los negreros
que trafican con inmigrantes encerrados en las Universidades y la venta de
drogas al por mayor y detall, más la Frontera Sur de Europa, la playa de
Tarifa y la verja del Peñón, os propongo que nombremos de delegado del
Gobierno directamente a un juez." De este modo fue nombrado su usía
ilustrísima don Juan Ignacio Zoido como delegado del Gobierno en
Andalucía. A quien le íbamos a dar la bienvenida, pero difícilmente puede
dársele en Sevilla a alguien que es de Montellano, como la "Historia
de una finca" de los hermanos Cuevas. Este reparto geográfico del PP
está muy bien: sevillanos para los cargos de Sevilla y granadinos para los
cargos de Granada. Que le sea leve la Delegación de la Torre Sur a usía
ilustrísima y a ver si ahora se puede tomar unas vacacioncitas ese
omnipresente subdelegado virtual del Gobierno que era el Defensor del
Pueblo. Lo que será le mejor señal de que volvemos a una cierta normalidad
de competencias. Y lo mejor de todo, que no nos han largado de delegada a
Celia Villalobos, como nos amenazaban. Eso sí que hubiera sido terrible...
Subir
Sábado 7: Desolada calle Cuna
Entre La Campana y las dos plazas por antonomasia, la Plaza Nueva y la de
San Francisco, hay tres ejes paralelos, las grandes calles comerciales del
centro: Tetuán, Sierpes y Cuna. Cada una ha corrido distinta suerte.
Sierpes se ha achabacanado y degradado, y toda porcelana espantosa de Ladró
tiene allí su turístico asiento. Tetuán, peatonalizada, se ha convertido
en una pujante calle a la europea. La peor parada ha sido Cuna. Entras por
Cuna desde Villasís y te vas encontrando a un lado y otro de la calle el
más amplio catálogo de establecimientos cerrados, que pegaron el
barquinazo y cuyos locales ahora se venden o se alquilan. Si tuerces por
Acetres y llegas a Buiza y Mensaje, el cerrado Vilima te dará la imagen de
la profunda crisis comercial del centro que no es Zara. Vuelves a Cuna,
sigues hacia el Salvador, y te encuentras con que, hacia la antigua
ferretería La Llave, han cerrado hasta aquellos establecimientos de
vestidos nupciales por los que el lugar fue llamado un día "la Costa
de las Novias". El caso es que, cerquísima, el cuarto eje de los tres
descritos, Puente y Pellón, está vivísimo y radiante, y que lo mismo le
pasa a Lineros, en el recuerdo, ay, de Casa Marciano. La calle Córdoba
está también llena de vida y de alpargaterías por lo fino, y hasta la
Plaza del Pan parece hacer revivido. El proceso de liquidación y cierre
parece exclusivo de Cuna. ¿Por qué esa desolación del centro le ha dado
en todo el bebe a la calle Cuna? ¿Por qué la peatonal Tetuán da gloria
verla y la peatonal Cuna da lástima?
Subir
Viernes 6: Desafuero contra El
Cronómetro
Aprovechando que la pavimentan desde Cerrajería a
Campana, están cambiando la red de servicios de la calle Sierpes
y poniendo los buzones de recogida neumática de basuras, qué
horror. Ya saben: los espantosos aparatos que los turistas
retratan en la plaza de las Tres Cruces como la parte de la guerra
de las galaxias en el barrio de Santa Cruz, y donde los
despistados depositan sus postales, creyéndolos de Correos. Como
la calle es comercial y casi nadie vive allí, estas bocas del
infierno de la recogida mecánica de basura las han puesto en
vías adyacentes para dejar liberada Sierpes. Excepto delante de
muy histórica, artística y patrimonial relojería
El Cronómetro. En vez de eximirle de impuestos y
subvencionarle por cuanto ha conservado la hermosura de su negocio
centenario que viene en las guías, que se hartan de retratar los
turistas y cuyos relojes de la fachada son un símbolo de Sierpes
y de Sevilla, el Ayuntamiento va y le plantifica a don
Enrique Sanchís delante mismo de los escaparates maravillosos
de su perfectamente conservado monumento comercial el mamotreto
neumático en cuestión. Parece que el desafuero lo han hecho a
propósito: "¿Dónde ofende más a la vista el único
mamotreto de la basura que vamos a poner en toda la calle Sierpes?
¿Delante de El Cronómetro? Pues allí se lo colocamos a don
Enrique"" La única explicación que le encontramos es
que el Ayuntamiento quiera que los turistas, al retratar los cinco
relojes del meridiano sentimental de Sierpes, se lleven también
el testimonio de las moderneces innecesarias en que estos señores
se gastan nuestro dinerito. Cuando a don Enrique
Sanchís, en vez de ponerle delante el mamotreto en cuestión,
tendrían que darle un homenaje por haber conservado su tienda
como un museo y no haberla vendido su tienda para un MacDonnald.
Otro.
HISTORIA DE "EL
CRONÓMETRO", POR JULIO DOMÍNGUEZ ARJONA: Un Cronometro de cien años
LOS "BUZONES DE
BASURA" EN EL BARRIO DE SANTA CRUZ, POR JULIO DOMÍNGUEZ
ARJONA:El barrio de la santa Basura Succionada
Subir
Jueves 5: Reinvindicación del
marmolillo
Los comerciantes de esa calle Asunción
preconizada como peatonal, Tetuán "in pectore" al otro
lado del río, no quieren bolardos... ¿Pero qué es esto de los
bolardos, de decir bolardos en una ciudad con un habla riquísima
y propia como Sevilla? Yo ya estoy hasta los mismísimos bolardos
de que a los marmolillos de toda la vida los insulten llamándoles
bolardos. No solamente se trata de los cielos que perdimos, sino
también de las palabras clásicas que no hallamos. Se impone el
churro general de llamar churros a los calentitos y así
sucesivamente todo. Sevilla no solamente está perdiendo su
estilo, sino las palabras más clásicas de su habla. Así que
quede hecha en tiempo y forma la reivindicación del clásico
marmolillo, que hasta viene en el DRAE: "Poste de piedra
destinado a resguardar del paso de los carruajes". Voz que
tuvo en Sevilla una curiosa traslación semántica. Los
marmolillos eran, originalmente, de piedra, de mármol, muchos de
ellos fustes romanos de Itálica. Eran como miniaturas de las
columnas de la calle Mármoles. Cuando con la revolución
industrial el final del barrio de San Vicente se llenó de
fundiciones, empezaron a hacer los marmolillos de hierro, que son
los que aún quedan en algunas calles. Cambió el material pero no
la voz que los designaba. Sevilla era la insólita ciudad donde
los seises eran diez y los marmolillos, de hierro pelado. Hasta
ahora, que los llaman bolardos. Así que no sea usted marmolillo y
no llame borlardos a los marmolillos.
Subir
Miércoles 4: El Defensor de
Sevilla
Así se llamaba un periódico del siglo XIX,
"El Defensor de Sevilla", cuya colección, si mal no
recordamos, está en esa Hemeroteca Municipal dedicada ahora más
bien a los archivos fotográficos que a los tomos encuadernados de
amarillos efímeros papeles que estaban destruyendo la lluvia y
las goteras en el Pabellón Mudéjar y que salvó el singular e
inquieto Márquez de Castro, un ilustrado y atípico ordenanza
municipal. Ahora tenemos un Defensor de Sevilla que no es un
periódico romántico, sino un cura postmoderno. Eso de Defensor
del Pueblo Andaluz es un mote que le han puesto al Cura Chamizo.
En realidad es el Defensor de Sevilla, ciudad en la que se le ve a
la caída de la tarde sentado en un velador del Bar El Cairo, en
la esquina de Pastor y Landero, descansando tras la ingente tarea
de meterse en todos los conflictivos charcos desde su despacho de
Reyes Católicos. En la ciudad de perfil cívico plano hay un
vacío de poder, el que dejan tanto el alcalde silente como el ya
por poco tiempo delegado del Gobierno. Por el barroco horror al
vacío, ese espacio de dejadez lo llena el Cura Chamizo, que es
nuestro Garzón de uso interno. Olavide, Torreblanca, Pajaritos,
sigan piniendo puntos calientes de la geografía sevillana y la
mayoría de las veces no verán allí más autoridad que la del
Defensor. Mañana mismo irán a ver al Defensor, verdadera
autoridad de Sevilla, los robados, atracados y abutronados
comerciantes del centro.
Subir
Martes 3: Un Ronaldo para la
alcaldía
Algo de bueno puede tener el empacho de tanto
Ronaldo. Quizá una fórmula como lo de Ronaldo podría ser la
solución para esta Sevilla de nuestros pesares: un buen fichaje.
¿Fichar qué? Pues fichar un buen alcalde en el mercado
internacional. ¿No dicen que Sevilla es ciudad universal,
abierta, tolerante? Pues nada mejor que un alcalde extranjero. Se
impone la Operación Ronaldo para la alcaldía. Igual que el
alcalde Olavide se trajo extranjeros para fundar las Nuevas
Poblaciones de Sierra Morena, deberíamos traer un extranjero para
ficharlo como alcalde, mejor que el Sánchez de turno. Giuliani
mismo, el de Nueva York, que se ha quedado en el paro. Si Sevilla
es ciudad tan importante y abierta, se merece al menos un alcalde
como Giuliani, y no el estafermo que padecemos. ¿Que eso vale un
dinero? Pues anda que no nos está saliendo caro ni nada el que
tenemos, encima de que no vale un duro... Se reúne ese dinero
aunque sea montando una tómbola y se ficha a un alcalde como Dios
manda. Como lo de AsunÇao en el Betis, pero en la Casa Grande.
Verán lo pronto que ponemos a Sevilla en cabeza de la
clasificación. Empecemos, pues, a hacer campaña para el fichaje
de alcalde. Nada, ni Reynaud ni nadie: uno de fuera mejor. Con lo
que nos gustan aquí las novelerías de fuera. ¿No nos hizo la
Expo un montañés? El alcalde ideal para el fichaje del siglo,
Rudolph Giuliani, que sabe devolver orgullo y pulso a las ciudades
agredidas por la desgracia.
Subir
Lunes 2: Sigue la harlemización
La creciente delincuencia y criminalidad ambiente
en las barriadas no es un problema policial, cierto: es un
problema sociológico, una incógnita; no acertamos a saber cómo
se ha llegado a esta situación, degenerando, degenerando y
consintiendo, consintiendo... Lo llamamos ayer la "harlemización"
de Sevilla y los tristes hechos nos han dado la razón. Barriadas
obreras convencionales y de orden, de aquellas de los pisos
sindicales entregados por la Dictadura el 18 de julio, se están
convirtiendo en peligrosos guetos de marginalidad y delincuencia.
Los nietos de aquellos "productores" del franquismo y
del sindicalismo vertical viven en la horizontalidad del mundo de
la droga, del robo, del pillaje. Hasta ahora no era normal que en
Torreblanca apareciera un cadáver con un tiro en la cabeza. Ni
que en Los Pajaritos camparan por sus respetos las bandas
juveniles amparadas por la Ley de Protección del Menor
Delincuente (¿y a la sociedad, quién la protege del menor
delincuente?). Hemos pasado de Torreblanca de los Caños a
Torreblanca de los Cañones Recortados. El antiguo cinturón
obrero de Sevilla ha pasado a ser un inmenso Harlem, en que casi
todo es ya un inmenso Polígono Norte, unas inmensas Tres Mil.
Subir
Domingo 1: Alcaldes de silencio
Al buen callar llaman Sancho. Llamaban. Ahora, al
buen callar llaman "prudencia institucional". Lo dijo
Sánchez, y punto redondo. Sánchez es el alcalde, por si no lo
sabían: lo de Monteseirín es un mote que le han puesto al
hombre. En la harlemización de Los Pajaritos (nuestro nuevo
Harlem modelo 3.000, turbo y de 16 válvulas, con cierre
centralizado en las cuatro puertas de los estancos), el alcalde no
ha guardado silencio de canguelo o con la recova por corbata, sino
que este hombre es de una prudencia institucional que espanta. Su
señora madre (cuya mano beso), personaje singularísimo e
indispensable en los saraos y copetines de las 8 de la tarde, que
ha sustituido en la caza del canapé a aquel tragatapas que vino
aquí de Defensor del Pueblo Andaluz siendo gallego, probablemente
le ha dicho a su hijo que calladito está más guapo. En la ciudad
sin memoria hay que recordar que esto de los alcaldes de silencio
no es nada nuevo. Es como cuando pasan los primitivos nazarenos de
Sevilla en la Madrugada: "Esta cofradía de los alcaldes es
de silencio". No es el primer alcalde que se quita de enmedio
y va de Belinda en una cuestión que inquieta al vecindario.
Recuerden a aquel otro alcalde, ahora dedicado a sus negocios
particularísimos, que cuando se cayó el muro del Bazar España
se quitó de enmedio, se fue a por tabaco y todavía lo están
buscando. Si aquí hubiera memoria, habría que guardársela a
Sánchez, y cuando diga la próxima tontería (que será esta
tarde o mañana por la mañana) decirle lo de Caracol el del Bulto
y la locomotora: "Esos cojones, en Los Pajaritos, Sánchez,
en Los Pajaritos..."
Subir
INDICE DE ANTERIORES TEXTOS DE ABEL INFANZON "LA ESE
30"