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La
otra noche me preguntaba si estamos perdiendo los reflejos. Unos
terroristas suicidas habían hecho estallar un polvorín criminal
en Leganés, se habían llevado por delante, con su propia vida,
la de un subinspector de la Policía Nacional, y mi teléfono
móvil permanecía callado. No llegaba mensaje alguno. Nada,
ningún SMS tipo 13-M, de alguien muy preocupado por el futuro
profesional de Urdaci y por la marcha de las investigaciones
sobre la autoría de las matanzas de Madrid. Nadie me convocaba
ante la sede del PP, qué raro. Nadie me decía a través de mi
teléfono quién era el asesino en esta ocasión.
No quedó ahí la cosa. Puse la radio con el dial
de la Cadena Ser, esperando que comenzara el programa
informativo especial retransmitiendo en directo y a pie de
pancarta las concentraciones ante las sedes del PP. Me imaginaba
que hacia todas las sedes del PP, a aquellas horas, se
dirigirían masas de ciudadanos preocupadísimos por la marcha de
las investigaciones policiales y por las causas de la explosión
de los kamikazes de Leganés. Tampoco. La Ser daba fútbol. Ante
las sedes del PP no se había concentrado absolutamente nadie ni
llamaban "asesino" a nadie. Qué raro era todo. Como horas antes,
cuando descubrieron la bomba en la vía del calatraveño del Ave.
Lo menos que esperaba es que fueran convocadas manifestaciones
espontáneas, muy espontáneas, esponteneísimas, para llamar
"asesino" a alguien. Por descontado que no precisamente a los
terroristas islámicos, líbrenos Alá. Aquí a los terroristas
islámicos no se les puede llamar asesinos como a sus compadres
(y quizá algo más que compadres) de la ETA, por aquello del
racismo y la xenofobia. Y por algo más vergonzante: porque en
esta guerra estamos encantados de habernos equivocado de
enemigo, llamando asesino a Aznar y no a Ben Laden. Si hubieran
llamado asesino a Ben Laden no se hubiera movido un solo voto.
Por eso me resultaba tan raro que no llamaran asesino a Aznar
por lo de Leganés.
Finalmente el cuerpo me ha entrado en caja
porque, hombre, por fin, llaman también asesino a Aznar por lo
de Leganés. La semana que viene lo llamarán también asesino por
los moros que el Señor Santiago mató en la batalla de Clavijo,
faltaría más. Aquí no nos gana nadie en las equivocaciones de
enemigos, sobre todo cuando las equivocaciones de enemigos dan
tan buenos dividendos políticos.
Un poco tarde, pero al final encajan todas las
piezas del rompecabezas. Todo es ya como esperaba. Pilar Bardem,
por fin, ha encabezado la protesta de Leganés. Menos mal que en
su voz se me ha aclarado todo: "Pedimos la retirada de las
tropas españolas de Irak". Esto es lo que más nos preocupa del
terrorismo: las tropas en Irak. Jó, qué tropa los de las tropas
de Irak. Ayer vi una ya vieja pintada del 13-M: "Antes de votar,
queremos saber", Como votaron, ahora no les interesa saber nada.
Mas que seguir equivocándose de enemigo. Hay que machacarlos. No
a los terroristas, sino al PP.
Sobre el 11-M y el 14-M en El Recuadro
-
"De inmolación, nada"
-
"Moros y
cristianos"
-
"Los judíos de los pasos"
-
"¿Qué Gobierno
está en funciones?"
-
11-M, con M de Madrid
-
Madrid, del 28-F al 11-M
-
"Ganas de esperar"
-
"La niña de Guadix"
-
"Dos bofetadas"
-
"Basta ya de jornadas
históricas"
-
"La almohada de Chaves"
-
"Por qué Gallardón no
fue Giuliani"
-
"Un SMS de premio,
pásalo"
-
"Rodríguez"
-
"Somos así, señora"
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