La Bodega Sanlúcar de la calle Alvarez Quintero, ya casi esquina a Entrecárceles, donde ahora está el hotel Casa de los Mercaderes, con su Baco empernacado sobre el tonel de 240 arrobas y su Patio de los Hermanos Alvarez Quintero, alicatado con azulejitos con los nombres de sus obras. El pequeño Bar Juliá de frente al Coliseo España. La Cervecería Oriental de calle Sagasta, también llevada por la familia Juliá. El Barbiana de la Plaza del Duque, en la acera del Hotel Venecia, con salida trasera a San Eloy. El Bar Jerezano, en el comienzo de Fernández y González. La Perlita, en la calle Granada, uno de los últimos cafés de Sevilla.
El anuncio de los Tintes Iberia por la radio: "Mi novia con su vestido va llamando la atención, por su lindo colorido, porque está muy bien teñido causa siempre admiración; y cuando a mi lado pasa, mi novia dice muy seria: para teñir en mi casa uso los Tintes Iberia". La fábrica de nieve de la calle Rodrigo de Triana, esquina a Troya. Las veladas matinales de boxeo en el Cine Evangelista. La fábrica de carne de membrillo de Revuelta, en la calle Pagés del Corro, 129. El cine de verano Gran Vía, en la avenida de República Argentina. El cine de verano San Jacinto, con la huerta a su espalda. La calentería de Juan en el mismo cine San Jacinto. El Club Deportivo Troya. El Horno de Rubichi. Dolores la carbonera la calle Troya. Bar El Lumumba en Pagés del Corro.
Viajes Marsans en la Avenida esquina a Sánchez Bedoya, dirigido por Raúl Bofill. Casa Pueyo en la calle Feria. Foto Serva en la calle Amor de Dios. Foto Serracer en Méndez Núñez, con la decoración neomudéjar de su estudio. El Hotel Francia. "Tintorería Adema, Muñoz y Pabón, 2, Cerrajería, 3". En la calle Francos, quinto piso sin ascensor, la Academia Studio con la Señorita Lolina (doña Dolores Alcaide), don Antonio Menéndez, el Padre Ortega, don Eduardo y don Serafín "el del puro sin fin". El bar La Perla, en La Campana esquina a Sierpes y sus tapas a 2'50 pesetas. En La Campana, esquina al Duque, la Casa Kodak. Carbones Esteban, en la calle San Eloy. Las colas para comprar el "pretolio" de los infernillos Practic y Urania. La Farmacia de La Campana, con el techo pintado por García Ramos y su metálica máquina registradora National. La Jefatura Superior de Policía en la calle Monsalves. La Brigada de Investigación Criminal. La Brigadilla de la Calzada. El cuartel del Duque, con sus toldos en el verano. El Frente de Juventudes en la calle Rioja, frente al Santo Ángel. "¡Al rico parisién, a peseta!".
En la calle O´Donnell, frente a La Nueva Paz, La Flor de la Sierra. El Catunambú de O´Donnell, donde se inició la cadena, que era despacho de café y cafetería. Perfumería Madigoa, en la esquina con Velázquez. Alfombras La Exposición.
El despacho de vinos de Peinado y Compañía. En la calle Sierpes, el Bar Toro, betunería y bar, donde servían aguardiente de todas las marcas. Los operarios de la carpintería de Casana instalando la rampa del Salvador en las vísperas de Semana Santa. Calzados La Cubana. En la calle Alfonso el Sabio, Casa Nieto donde las gitanas compraban telas, sábanas y colchas para su venta por los pueblos. Nieto el de los cristales en la calle Dos de Mayo. Casa Carreras en la calle Feria. Antonio Mendoza, El Hombre Mosca, cuando se volteaba con las campanas del Salvador anunciando la novena de Pasión o el quinario del Amor, y se asomaba colgado en ellas al Patio de los Naranjos. También en El Salvador, la tienda de tejidos Almacenes M. Rodríguez.
El taller del modisto Cerezal en la calle Cuna. La tienda de juguetes La Importadora en La Campana. El estanco Corpas de la calle Sierpes, frente al Banco Hispano Americano. El estanco de la de calle Sagasta. La Farmacia Zambrano. (Redactado con recuerdos enviados por los lectores al correo: redcuadro@yahoo.es )

ANTERIORES TEXTOS DE ESTA SERIE: