Martes 30: El Padre Leonardo
Cambios y renovación en el Excelentísimo Cabildo
Metropolitano, vulgo Los Canónigos de la Catedral. Los canónigos
vienen a ser los académicos de la Española, que limpian, fijan y
dan esplendor a la Palabra de Dios y a la solemnidad de los cultos
en su honor. Ha habido entre los señores calonges jubilaciones y
pases a la reserva activa, y aquí el Amigo Vallejo le ha dado
juego al banquillo archidiocesano, alineando nuevas figuras en el
equipo titular. Entre ellos, por seguir con los términos
futboleros, un "crack" de la Iglesia muy sevillanamente
entendida, de la Caridad muy según los lemas de las hermandades
del Baratillo o de Santa Marta. Hace su apostolado lo mismo entre
toreros que entre desheredado de Cáritas, en Triana que en las
bodas de la Caridad. Es el cura cercano, afable, que conocemos por
su simple nombre en esta ciudad de los apellidos. Hablamos del
Padre Leonardo, un cura como un Castillo. Don Leonardo ya es
canónigo. Quiere ello decir que cuando nos metamos con los
canónigos, hacemos excepción de usted, Don Leonardo. Porque lo
entendemos como nombrado para esa plaza de sevillanía activa que
siempre hay entre los canónigos. Usted es el sucesor del asiento
que en el coro ocuparon Muñoz y Pabón, Bandarán, el Padre
Estudillo o últimamente, hasta su jubilación, Paco Gil Delgado.
Quiere ello decir que la afición espera mucho de usted, Don
Leonardo: que sea el valedor, quizá en solitario, de las
tradiciones sevillanas de esa Iglesia Mayor convertida en rentable
museo turístico.
Subir
Lunes 29: Una Feria en su sitio
Aunque se va perdiendo colectivamente el sentido
de la medida, las cosas en Sevilla siguen teniendo su sitio y su
tiempo. Ir contra sus coordenadas es arriesgarse inútilmente al
fracaso. De ahí el éxito de la Feria del Libro, que está donde
tiene que estar, en plena Plaza Nueva, entre naranjos y autobuses
de Tussam, y cuando tiene que estar, en pleno ciclo primaveral de
las fiestas de la calle, no en tiempo de mesa de camilla. En esta
ciudad de mentalidades resistentes al cambio, aunque encantadas
con los estrenos y novelerías dentro de lo que quevedescamente
permanece y dura, el éxito fundamental de la Feria del Libro es
que se parece muchísimo a la idea de Feria del Libro que tienen
los sevillanos. Montada con toda dignidad, ofrece algo más que
libros de mayor venta y títulos oportunistas de las estrellitas
de le televisión, como son los catálogos completos de las
entidades no lucrativas que editan obras de sevillano o andaluz
asunto. Recomendados, por ejemplo, entera la caseta de la
Fundación El Monte. Y para que "no farte de ná", el
ambigú. Feria sin barra de trastienda y sin veladores es Feria
perdida, aunque sea la del Libro. Algunos salen de la Feria con
las Obras Completas de Don Juan Robles compradas. Que es un libro
no sabemos si de tapa dura o tapa blanda, pero desde luego de
tapas.
Subir
Domingo 28: Editor Rodríguez
Castillejo
Pian, piandito, desmintiendo con el riesgo del
dinerito de su bolsillo el tópico de que aquí no se lee y de que
aquí no se edita, publicó docenas de libros de sevillana
materia. Rescató clásicos hispalenses, volvió a publicar
olvidadas ediciones agotadas de autores casi ignorados, abrió sus
prensas a los nuevos, recopiló efímeras hojas sentimentales que
amarilleaban en la oscuridad de las hemerotecas, puso entre las
novedades obras que todos citaban, pero que nadie leía. Hablamos
del editor Rodríguez Castillejo. Contra viento y marea, demostró
que puede haber editoriales sevillanas, si existen ganas, amor a
la literatura y capacidad emprendedora. Como siempre, recibió en
vida el doblón de plata con que Sevilla paga a quienes la aman y
sirven: nada. A su muerte, los aprovechados de turno incluso
pusieron en peligro la continuidad de su obra, que esforzadamente
siguió con temple y ánimo su viuda. Desde ayer, por Alcosa, las
esquinas de una calle sevillana le hacen por fin justicia en
azulejos. Ponen: "Editor Rodríguez Castillejo". (De
esto, claro, no entienden absolutamente nada los que vienen a
tomarnos el pelo y a cobrar, creyéndonos tan catetos que nos
vamos a escandalizar con su desafiante exhibicionismo de hombres
de la gabardina de la literatura.)
Subir
Sábado 27: Góndolas del
asfalto
César González Ruano, haciendo una greguería de
Ramón Gómez de la Serna, llamó "góndolas del
asfalto" a los coches de caballos de alquiler. Me imagino que
más pensando en los peseteros de Sevilla que en los simones de
Madrid. Los coches de caballos son las góndolas de esta Venecia
turística en que se ha convertido Sevilla para vivir de las
rentas de su historia, de su imagen, de sus mitos, de sus
monumentos. Pero mientras Venecia cuida sus góndolas, sacadas de
brillo, y los gondoleros van vestidos de gondoleros, con el
sombrero que por eso se llama en francés "canotier" y
con su camiseta marinera de listas, aquí en Sevilla cuidamos
tanto las cosas que los cocheros van vestidos de telasmares,
después que se pudieran dos días mal contados el uniforme que
les dio el Ayuntamiento y que les pagamos todos. De cómo están
los coches de mugre y de sombrillas de playa, mejor no hablar, en
la paradoja de la ciudad de la exhibición de enganches con
carruajes privados perfectamente cuidados y carruajes de servicio
público absolutamente degradados. Así las cosas, el
Ayuntamiento, en vez de exigir que los cocheros vayan
presentablemente de uniforme y de controlar el mínimo ornato de
los milores y manolas, les autoriza a que pongan toldillas con
publicidad, eso sí, muy reglamentado todo. Mejor sería hacer
menos reglamentos nuevos de publicidad y exigir el cumplimiento de
todo lo legislado sobre coches y cocheros.
Subir
Viernes 26: Drogas en las
casetas de distrito
En las cámaras ocultas del periodismo de
investigación y denuncia de EL MUNDO TV, se pone "Al
descubierto" en Antena 3 Televisión el submundo del tráfico
y consumo de drogas, cocaína, éxtasis, pastillas y otros males
del siglo. Entre esos lugares de tráfico y consumo, riá, pitá,
la Feria de Sevilla. Los reporteros, fingiendo despiste, van por
la noche de Feria preguntando con palabras iniciáticas dónde
pueden comprar pastillas y gramos de cocaína. Los cicerones
abyectos del Polígono Norte y de Las Tres Mil los dirigen al
portal, como las muñecas de Famosa: tienen que dirigirse a las
casetas municipales de distritos, a las de puertas abiertas y que
sea lo que Dios quiera. Y allí que sale, para que toda España lo
pueda ver, el escudo del Excelentísimo Ayuntamiento de Sevilla y
el rótulo de Distrito de Triana en la pañoleta de la caseta. En
la puerta, peleas y navajas; dentro, todo el mercadeo de las
patillas y de la coca no precisamente cola que pueda imaginarse.
Estas casetas de distrito, recordamos, se montan con dinero de
todos los sevillanos y con nuestros impuestos se mantienen. Quiere
ello decir que lo de Chaves con el PER de los toxicómanos es nada
al lado de lo hace el Ayuntamiento. Lo del Ayuntamiento es más
generoso aún. El Ayuntamiento paga para traficantes y
consumidores de drogas la viña sin vallado de estas casetas, que
son las droguerías de distrito para la Feria del Caballo y del
Camello. Es que somos de modernos...
Subir
Jueves 25: Faltan 35 días
Hay muchas Sevillas. Y en ellas, muchos relojes
sentimentales, muchos cronómetros, como las esferas repetidas del
comercio de la calle Sierpes. Hay tantos relojes de los tiempos
del gozo como Sevillas posibles existen. Si para los rocieros hoy
faltan 24 días para ver a la Blanca Paloma por la calle Moguer o
por el Eucaliptal el Lunes de Pentecostés, para otros sevillanos
hoy faltan 35 días. Hoy faltan exactamente 35 días para que
Sevilla huela a romero y a roja cera sacramental. Para que suene a
repique de la Giralda, a copla de seises y a la banda municipal
tocando el "Venid adoradores" detrás del paso de San
Fernando. Faltan 35 días para las portadas de Corpus en la Plaza,
para las fachadas colgadas de damasco, para los escaparates
hermosamente provincianitos decorados con sacramentales racimos de
uvas y manojos de espigas. Los que saben medir esos días con el
exacto reloj del gozo de las vísperas son, ciertamente, menos
numerosos que los rocieros. Son los secretos capillitas del
Corpus, que los hay. Pasada la Feria, estamos en la Cuaresma de
los capillitas del Corpus. Quienes, en su doble militancia
sacramental y fernandina, saben mejor que nadie que también
faltan 35 días para celebrar quizá por última vez el día del
Santo Rey como fiesta local, como quiere el zafio grupo
andalucista municipal con su política de folkloreo vasto y basto.
Subir
Miércoles 24: Los otros premios
taurinos
Resaca de días de premios taurinos después de la
Feria. Si aun terminada la Feria quiere usted seguir saliendo en
los papeles, ya sabe lo que tiene que hacer: reúna a diez o doce
amigos, busquen un nombre sonoro y castizo para la peña y decidan
otorgar anualmente el premio de "Los del Tendido 12" o
"Los Que Van a Los Toros de Pescuezo". Aunque parezca
que no, quedan cosas por premiar. Que tal como están las cosas en
la Fiesta, podrían empezar a ser en negativo, para que de verdad
fueran premios reñidos y disputados. Si no, todo se lo llevan,
como este año, Dávila Miura y Torrestrella. Por eso le animamos
a que constituya usted esa peña y que otorguen el premio al Toro
Más Manso de la Feria, galardón que estaría reñidísimo. No
tanto como el disputadísimo Premio a La Peor Corrida. O el premio
"Coge el Dinero y Corre", al Figurón del Toreo más
Decepcionante, que también requeriría segunda votación para
lograr "quórum". En cuanto al gran premio, al Premio
Estafa, sería ya otra cosa: todos los años lo obtendría por
unanimidad la Empresa Pagés. Por lo que respecta a la Medalla del
Sufrimiento por la Afición Taurina, habría que darla todos los
años, colectivamente, a los pagadores y sufridores abonados de la
plaza de Sevilla. Porque además de aguantar allí estoicamente
todos los petardos del abono, tienen luego que soportar los
insultos de los revisteros radiofónicos de Madrid que los llaman
chovinistas y no sé cuántas cosas más.
Subir
Martes 23: Muerte entre
cascabeles
En Sevilla es muy fácil asociar la muerte a
noviembre, a la alhucema de la copa, a la procesión de la espada
y el pendón, cuando el cielo nublado se pone color losa de Tarifa
de las Gradas. Pero el teletipo de los crisantemos sigue repicando
a difunto en plena feria. Entonces, sonidos de cascabeles y
riapitá de sevillanas, sí que es difícil comprender la muerte
en abril, en la ciudad tan llena de vida y de azules cielos. En
plena Feria se nos han ido dos grandes sevillanos que fueron mucho
en la Semana Santa y que ahora pasaban sus últimos años en la
humildad del anonimato de esta ciudad que olvida a sus hijos. El
uno era de Triana,
de la calle Larga, donde conservaba la pureza de su casita. Era
Fernando Morillo Lasso, el que vestía a la Esperanza de Triana.
El que dignamente se ganaba la vida con su manta de joyero a dita.
El otro era de la hermandad
de Los Gitanos. En un momento él fue, casi solo, la hermandad
de Los Gitanos: Joselito Lérida y Vargas. Vargas, como buen
gitano que era. Si Morillo vistió a la Esperanza de Triana,
Joselito Lérida, como el mejor verso popular de los que
escribía, mandó ponerle a la Virgen de las Angustias la mantilla
blanca con la que todavía está en las estampas que vende el
capiller de la iglesia del Valle. Los dos se han ido cuando la
muerte es más incomprensible en Sevilla. Lo más triste es que ya
se habían ido mucho antes, en esta ciudad que, riá, pitá, todo
lo olvida.
Subir
Lunes 22: Faltan 27 días
Y tras la Feria en la que ha sobrado de todo,
ahora faltan. Faltan 27 días para el 20 de mayo. Fecha que a
nosotros nos tienen que explicar qué es, pero que los rocieros
saben de sobra que es el Lunes de Pentecostés del 2002. Un
capillita nos decía en la Feria: "Es que en Sevilla, en
cuanto que llega el Viernes de Dolores, ea, todo se viene encima
de golpe y cuando te das cuenta ya ha pasado hasta el
verano..." Quiere decir que hoy
empieza la nostalgia para los rocieros. Hoy están los
rocieros ya en plena Cuaresma de lo suyo, que haberla, hayla. En
el Rocío,
al almonteño modo según Sevilla, también hay reparto de
papeletas de sitio, mudás, ensayos de las cuadrillas, limpieza de
la plata. ¿Cuáles son los capirotes de la Alcaicería de esta
Cuaresma rociera? No lo sabemos, pero tiene que haberlos, doctores
tiene la devoción a la Blanca Paloma que lo sabrán demostrar.
Como los días que faltan para el Domingo de Ramos en los relojes
cofradieros, el reloj de arena de las marismas ya marca ese
"Faltan 27 días" como una proclamación del gozo de las
vísperas. Nos gustaría ser rocieros para tener esos gozos del
estreno de cada año: el primer cohete, la primera gaita que se
oye, el primer tamboril que suena, la primera carreta camino de un
corralón del Cerro, de Triana, de Sevilla-Sur vienen a ser para
ellos como el
primer nazareno
para nosotros.
Subir
Domingo 21: Lunares como
mostachones
Aquella sevillana antigua contaba los lunares del
vestido de flamenca y llegaba a la cifra exacta de 64, entre
rojos, azules, morados y blancos. Bueno, pues larga se quedó la
contabilidad de número de lunares de tu vestido según la moda de
este año. Esta Feria se han llevado los trajes de flamenca con
lunares tan grandes, que con 64 había más que suficiente para
hacer los vestidos de todo el cuadro flamenco del Patio Sevillano
del Paseo Colón. Lunares grandes como lunas llenas de abril, en
el único traje regional que tiene moda. Esto de la cambiante moda
del traje de flamenca enlaza directamente con la estética
sevillana del estreno en Domingo de Ramos y con los estrenos de
enseres en las cofradías. La novelería aquí forma parte de la
tradición y el estreno, de la costumbre. En la guasa de la Feria
nos decían que el tamaño de los lunares de la moda de flamenca
de este año era un homenaje a Aguilar de Campoo y a las galletas
Fontaneda. Corregimos inmediatamente: los lunares inmensos han
sido un homenaje a los mostachones de Utrera y a las tortas de
Castilleja.
Subir
Sábado 20: Marismeños Mix
Todos los años, la misma pregunta: ¿cuál es la
sevillana de esta Feria? Nosotros, en nuestra habitual excepción
al cainismo imperante en las gacetas hispalenses, diríamos que
sin lugar a dudas, desde el punto de vista de la belleza
sentimental y de la importancia cultural, las sevillanas
históricas que ha rescatado Pablo Ferrand. Esas sevillanas del
Mochuelo, de Escacena, de La Niña de los Peines. Esas sevillanas
para banda de pueblo que suenan a tristeza antigua de la vieja
alegría. Pero la realidad va por otro lado. La sevillana de este
año es el mix de Los Marismeños: ea, la ea... Decimos mix porque
han rizado el rizo del género: arrancan por nanas; luego
copietean por la cara la paloma de Iradier, trátala con cariño,
que es mi persona; más tarde hacen el "remake" de la
tradicional jerigonza del fraile, con lo bien que lo baila,
dejadla sola, solita en el baile. Esto es lo que funciona. ¿Por
qué? Por lo que domina también en esta Feria: la influencia
mediática. No se olvide que Los Marismeños, a los que les duelen
las guitarras de tantos años de cante y de ser los trovadores
oficiales de la Hermandad Matriz del Rocío, son conocidos ahora
en toda España gracias a la basura del corazón que nos invade,
protagonizada por uno de sus componentes. Tenían que hacer su
ocasional "Macarena" para aprovechar la collada de los
cinco minutos de fama tombolera. Y lo han hecho.
Subir
Viernes 19: La Feria, sin
literatura
Ante la nutrida y extensa eclosión literaria de
la pasada Semana Santa, sobre la que Javier Aristu dijo con sorna
que muchos habían roto en Cernuda, esperábamos por fin que de
este cernudiano año no pasara que la Feria inspirase textos bien
plumeados. Pero nada. Tampoco la Feria da cosecha literaria en el
2002. Todo lo más se llega a la crónica descriptiva del
ambiente, con muchas negritas de nombres propios o con la carta de
tapas de las casetas más espléndidas. Qué le vamos a hacer: la
Feria no da literatura. Ni cara, ni barata. Sencillamente no da.
Ya no tiene ni la literatura satírica anual de antaño, la de los
almanaques del Maestro Currito o de Er 77. Esto seguramente ocurre
porque nadie aspira a dar el Pregón de la Feria, porque no hay.
Pues por no dar, la Feria no da ni pregones. Hay pregón taurino
(que da siempre un señor de por ahí que va muy poco a los
toros); hay pregón de los enganches (que da siempre un caballista
que no engancha); pero la Feria en sí no tiene más pregón que
el encendido de la portada. Y si me apuran, ni poesía tiene ni ha
tenido apenas. Ni los poetas sevillanos de la Generación del 27,
tan sevillanos, hicieron poemas de la Feria. ¿Dónde los poemas
de Feria de los tan cofradieros Sierra o Laffón? La antología
literaria general sobre la Feria cabe en las varillas de un
abanico, con el texto clásico de Bécquer y dos párrafos de
Romero Murube. No hay más escritores de Feria que los autores de
sevillanas.
Subir
Jueves 18: Metáfora de María
Teresa Campos
Nadie los llama, pero vienen, lo que es más de
agradecer todavía. Para que vengan, no reciben patrocinios ni
subvenciones, en este mundo mediático que es capaz de matar por
coger su trozo de la tarta publicitaria. La mayoría de las veces
les dan todo lo más facilidades. Hablo de los profesionales de la
información televisiva que cogen los bártulos de sus programas
de gran audiencia desde Madrid y se vienen a hacerlos a Sevilla.
Podría citar muchos nombres, pero como en este caso soy más
amigo de Platón que de la verdad, hablo concretamente de María
Teresa Campos. Por Feria y por Semana Santa no se le caen los
anillos malagueños para venir a vivir la fiesta con los
sevillanos. Desde el martes, con su vestido de flamenca de Lina,
María Teresa Campos ejerce de sevillana ante su audiencia de toda
España. ¿Qué significa eso? Pues significa que en el programa
de máxima audiencia matinal se está haciendo propaganda de
Sevilla, y para bien, desde esta tierra que suele salir tanto por
culpa de las corrupciones políticas, los sucesos truculentos y
los chuflas profesionales del famoseo. ¿Cuánto valdrían esas
horas de televisión para toda España pagadas a precio de tarifa
publicitaria? Sobre todo, pensando que ya el turismo
(desgraciadamente) es nuestra principal fuente de ingresos. Bueno,
pues me pongo lo que sea a que a María Teresa Campos el
Ayuntamiento, cuando pase Feria y se vuelva a Madrid, seguro que
ni le manda a Tele 5 un saluda dándole las gracias.
Subir
Miércoles 17: La
Feria, hecho diferencial
La calle. Decididamente, lo nuestro es la calle.
Quien nos ve en Semana Santa o nos ve ahora, en Feria, se queda
impresionado de cómo sabemos funcionar como pueblo y como
colectividad a efectos de la calle, de la hospitalidad, del
movimiento colectivo en esta pacífica y anual rebelión de las
masas. La pena es que aquí lo que de verdad nos sale bien es
poner una cofradía en la calle o una Feria en abril. Cada cual se
sabe su papel y lo representa de Oscar. Pero no le sabemos sacar
partido a nuestro hecho diferencial. ¿Se imaginan a este pueblo
en pie, exigiendo cosas en vez de tragando todo lo que haya que
tragar? Por eso la "Guía del visitante" que ha editado
el Consorcio Turismo de Sevilla nos da una pista para que hagamos
ver al resto de España que lo nuestro es por lo menos como lo de
los vascos, pero en plan simpático. En esa Guía se explican
todas nuestras palabras autóctonas de la Feria. Prueben a
escribirlas, ¿qué digo yo?, en mozárabe mismo, y verán cómo
podíamos pedir hasta los beneficios fiscales de un concierto
económico y proclamarnos territorio histórico. Vean, vean:
kaseta, kaballistas, katxarritos, kalesitas, flamenka, txocolate
con kalentitos, Kalle del Infierno. Los que toman más en serio el
hecho diferencial sevillano son precisamente los del Ave, a
quienes no se les cae de la boca lo de "faralaes" para
demostrar que ellos saben a la perfección esta lengua vernácula
que hasta debería proteger la Unesco.
Subir
Martes 16: Resaca de la Noche
del Pescao
En el calendario laboral hay fiestas recuperables
y fiestas abonables. Y fiestas incomprensibles, como la de hoy. De
cómo Don Monteseirín está gobernando Sevilla lo dice hasta el
almanaque: hoy es fiesta local. ¿Por qué? Ah, porque a Don
Monteseirín le ha salido del alma. ¿No inventaron el malhadado
Lunes de Resaca? Pues él ha inventado el Martes de Remete. Un
día de fiesta perdido. Día de fiesta con el que no se pueda
hacer puente, ni es día de fiesta ni es nada. Un martes de fiesta
que se ve a leguas que tenía que haber sido por lo menos el
viernes de feria. Si lo hubieran puesto el viernes de feria, que
era lo normal y lógico, el puente hubiera sido de garabatillo: de
jueves a domingo. Pero dan de fiesta el día que la Feria está
menos animada, inventándose una especie de Resaca de la Noche del
Pescao absolutamente innecesaria. Esto es lo que ha decretado Don
Monteseirín. Cabezas más sensatas del Ayuntamiento, cuando
vieron la coincidencia del Corpus y de San Fernando en el 30 de
mayo, pensaron con la referidas cabeza que hubiera sido más
lógico declarar festivo local el viernes 21 de junio, día de la
preocupante Cumbre de Sevilla sobre la que no estamos tomando las
debidas precauciones. Con fiesta el día de la Cumbre, hubiéramos
quitado gente de las calles de Sevilla, curiosos para ver el pollo
que quieren formar los profesionales de la antiglobalización.
Pero eso, claro, sería lo sensato. Y ya saben que la sensatez
aquí tiene una ausencia sacada de brillo.
Subir
Lunes 15: Las puertas del
Baratillo
Se ha convertido ya en costumbre. Lo que será
para muchos una tradición. En la ciudad fundada por Hércules,
"tradicional" no es el legado de usos y costumbres que
pasa de generación en generación. "Tradicional", en la
tornadiza Sevilla, es lo que dura más de cinco minutos. Por eso
muchos dirán que es ya tradicional en las tardes de toros de Feria
la maravilla de las puertas abiertas de la Hermandad del
Baratillo. La hermandad de las dos Vírgenes tiene el acierto no
hacer la desarmá de sus dos pasos hasta que se arrastra el sexto
toro de Miura. Allí, para contemplación de extraños y gozo de
propios, cada tarde están La Caridad y La Piedad en sus pasos,
con parte de la candelería encendida, como si fuera aún
Miércoles Santo. A los que vienen en el Ave para ver estos nada
sevillanos carteles del Ave que nos ha hecho tragar este año el
Niño de Canorea, se les ofrece conocer de cerca la Semana
Santa por el mismo precio que han tenido que pagar en la
reventa. Y para el Guinnes Book, hay flamencas de importación que
pueden retratarse en la delantera de un palio. Claro que los de
Ave se van sin admirar lo más secreto baratillero: la restaurada
imagen del Señor San José, cuya peana dice que fue regalada a la
cofradía por un hermano que se llamaba José Delgado, Pepe Hillo.
Si las reglas del Silencio las redactó Mateo Alemán, los
hermanos del Baratillo se dedicaban a escribir Tauromaquias
dieciochescas...
Subir
Domingo 14: Bendita vanidad de
los enganches
Si fuera una cofradía, diríamos que el buen
sitio para verla es la calle Adriano, a partir de las 10 y media
de la mañana. Nos referimos a la XVII Exhibición
de Enganches de la Feria de Sevilla. A esa hora, en Adriano,
podrá usted ver con detalle los coches participantes, los
enganches a la calesera, a la inglesa o a la húngara, esperando
entrar a la plaza de los toros para su desfile. Todos estarán, y
nunca mejor dicho, en perfecto estado de revista y policía.
Cocheros y lacayos perfectamente vestidos. Mantillas blancas. El
recuerdo de las colecciones del Pantera o de Pickmann en las
maravillas de los carruajes que conservan Rocío de la Cámara,
Gabriel Rojas, Valentín Alvarez Vigil, Rafael Alvarez Colunga. Ni
Inglaterra, siendo Inglaterra, conserva un tesoro tan numeroso de
coches de caballos ni mantiene tantos caballos o camperos tiros de
mulas. Ha sido un auténtico milagro de conservación, promovido
por aficionados particulares. Y sin un duro de dinero público.
Aquí, que para reponer cuatro tejas en un convento se le pide
dinero a la Junta, contrasta este monumento vivo, restaurado y
conservado por la iniciativa privada, que es el parque andaluz de
coches de caballos. Bendita vanidad de los nuevos ricos y de los
señoritos de nuevo cuño, benditos beneficios especulativos del
ramo de la construcción, que han permitido conservar este
patrimonio andaluz que malvendieron los propietarios agrícolas de
toda la vida, cuando se arruinaron tras no doblarla durante
generaciones y generaciones de pro indivisos. Feria,
casetas, enganches, carruajes
Subir
Sábado 13: ¿Dónde están los
guardias?
¿Se acuerdan ustedes de la cantidad de guardias
municipales que se veían por la carrera oficial y sus aledaños
durante la Semana Santa? ¿Se acuerdan que hasta alineaban a los
juveniles en el equipo titular, a los alumnos de la Cuerda
Academia de Policía vestidos de paisano y estampillados de
agentes con el peto reflectante? Bueno, pues han llegado las
vísperas de Feria
y no se ve por ningún lado un solo un guardia ordenando este
inmenso embotellamiento en que se ha convertido Sevilla por culpa
de las obras y de la incompetencia de la autoridad competente. Ir
a los toros en taxi es arruinarse. Directamente. De Nervión a la
plaza de los toros se tarda 15 euros. Los tapones del Paseo Colón
llegan a la calle Torneo por un lado y a Las Delicias por el otro
y a la Pasarela por el de más allá. Nada digamos de la Puerta
Jerez, o del Foso, o del Caballo. Y en ninguno de estos sitios se
ve un guardia para algo tan elemental como ordenar la circulación
ante semáforos desbordados, en cuyos cruces los coches que se
quedan descolgados en las intersecciones forman los grandes
atascos. Atascos que se evitarían si en vez de tanto presumir de
alevines de guardias en la carrera oficial los pusieran ahora en
esos cruces de la leña. ¿Se imaginan cómo va a ser esto cuando
empiece de verdad la Feria?
Subir
Viernes 12: La Demetrio y Calle
Betis
Viajando se aprende. Hasta en los viajes
virtuales, como el que ayer proponía Rafael Rodríguez, al dar a
conocer el sitio en Internet de la Asociación
Demetrio de los Ríos: www.demetriodelosrios.com
. Viajando hasta ese sitio nos enteramos de dos cosas,
importantitas. Primera, que no todo es perfil cívico plano en
esta ciudad que todo se lo traga y a la que todo le parece bien.
Que hay asociaciones privadas que, en el espíritu de la vieja
Adelpha, aún siguen batallando contra los desafueros
urbanísticos, contra las nuevas desamortizaciones que destruyen
los conventos (como el de Santa Clara) y contra la pérdida de
pulso ciudadano en la conservación de la ciudad histórica, que
es precisamente la gallina de los huevos dorados del turismo. Y
segunda cosa de la que nos enteramos: que a la orillita del
Guadalquivir, en la calle Betis, quieren hacer una caja de zapatos
de cemento en forma de restaurante mastodóntico para 2.300
personas, perpetuando la destrucción del borde histórico del
río. Dicen en Internet los de la Demetrio: "Nos produce
verdadero horror la total destrucción paisajística que
supondría la construcción de tamaño pesebre. Da miedo, como
miedo da que el autor del proyecto sea el arquitecto Jaime
Montaner Roselló, arquitecto insensible, solo conocido por sus
actuaciones políticas -- ex consejero de Economía y de Obras
Públicas de la Junta de Andalucía -- y menos mal que no por sus
proyectos arquitectónicos."
Subir
Jueves 11: Ahora somos Porto
Alegre
Qué trabajito le cuesta a Sevilla ser Sevilla...
La cosa viene de largo. No hay que remontarse a la Roma andaluza
de Cervantes o García Lorca. El hoy olvidado alcalde Félix
Moreno de la Cova fue quien lanzó aquella idea, tomada a chacota
en su tiempo hasta por sus amigotes del Aero Club, de que Sevilla
era "la metrópoli del Sur de Europa". Luego, con la
democracia, aquel sueño utópico se hizo realidad: léase Expo,
Encuentro de Dos Mundos y otros tópicos al uso en el 92 de los
telemundis de la mangoleta. Antes y después, circuló la idea
borbollista de que esto era, o tenía que ser, "la California
del Sur de Europa". Ahora, Don Monteseirín ha cogido de
nuevo la Guía Michelín de Encontrar Sentido a Sevilla y ha
proclamado que ni Nueva Roma ni Nuevo Los Ángeles, que Nueva Roma
y Los Ángeles tienen nombre de confitería y hay que buscar otro
sitio. Que esto es, por la salud de sus niños, el Porto Alegre de
Europa. Tan convencida está la gente de ello, que regalan un vale
para dos cervezas y una ración de queso en la caseta municipal al
que sepa decir dónde demonios está Porto Alegre. No, Puerto
Perico, no; Puerto Perico es lo que está más allá de la Cruz
del Campo. Lo que dice Don Monteseirín que somos es Porto Alegre.
Él tampoco sabe por dónde cae Porto Alegre. Quien lo sabe de
verdad es el que le escribe los discursos, que es un tío muy
viajado.
Subir
Miércoles 10: El teletipo de
los crisantemos
En la ciudad ritual, el teletipo de los
crisantemos es una fuente inagotable de noticias. El teletipo de
los crisantemos son las esquelas mortuorias de los periódicos.
Por ellas nos enteramos que se ha muerto un viejo comerciante de
la calle Sierpes: don Epifanio Izquierdo Benito, el de Paños
Izquierdo Benito, que tenía su lujosa tienda de cortes de tejido
al lado de la armería de don Zacarías Zulategui Huarte, Deportes
Z. De cómo cambia Sevilla dan idea estos nombres de los viejos
comerciantes de Sierpes que ya no están entre nosotros: los
dichos, más Fillol el de la horchatería, Casal el de los bolsos,
Herrera el de las plumas, Peralto el de la imprenta, Pascual
Lázaro el de la librería, Carmona el de la betunería, Bors el
de la barbería, Calvillo el del bar con fonda. Y más idea de
cambio sociológico todavía da pensar que Izquierdo Benito
llenaba sus refinados escaparates de piezas de telas para trajes
de caballero. La gente se compraba el corte de traje en Izquierdo
Benito y se iba al sastre a que le hiciera a medida el terno, para
estrenarlo
el Domingo de Ramos. Unos usos absolutamente increíbles,
contemplados ahora, cuando todo Corte de traje es Inglés y está
en la Plaza del Duque, mientras Sierpes, con la muerte de estos
caballeros de la Maestranza del Comercio, se va degradando por
días, sucursal de recuerdos de Sevilla del barrio de Santa Cruz,
en beneficio de esa calle Tetuán tan de Milán o de Roma...
Subir
Martes 9: Entusiasmo
descriptible
Como partidarios de la Causa nos duele tener que
reconocerlo, pero el entusiasmo popular despertado en Sevilla por
la visita
del Príncipe de Asturias es bastante descriptible. Don Felipe
de Borbón no borbonea ni tiene el gancho popular de su augusto
padre, qué le vamos a hacer. Ni la posibilidad de aparecer como
heredero de la sevillanía de su egregia abuela Doña María de
las Mercedes. Esa herencia, con tercio de mejora por parte del
Duque de Lugo, le ha correspondido a la Infanta Doña Elena. La
culpa, claro, no la tiene Don Felipe. Los actos sevillanos de Su
Alteza Serenísima han sido organizados por alguien que despierta
un entusiasmo también bastante descriptible, como Don
Monteseirín. El cual hasta echó un bando y todo para que se
cuelguen los balcones. Si usted, don Monteseirín, echa un bando
para que se cuelguen los balcones, tiene que empezar por poner la
ciudad de dulce, no limitarse a tres colgaduras y cuatro
banderitas tristes en la Avenida. Ni la Corona ni su Muy Leal
Ciudad de Sevilla se merecen esto. Cómo será el despiste de la
organización de la parte sevillana de la visita del Príncipe,
que ésta es la hora en que no sabemos si va a la Feria
o si no va, si va a los
toros o si no va, si va a la hermandad de la Real Familia (que
es Pasión, no otra) o no va... Es un baldón para la ciudad que
por causas ajenas a los sevillanos cualquier visita
del Príncipe de Asturias a una capital sudamericana tenga
mayor repercusión popular. (La prueba del 9 será si va o no a
Casa de Anselma).
Subir
Lunes 8: Exhibición de
enganches de TVE
Por si a la circulación del Paseo Colón en obras
y de la calle Antonia Díaz en sentido Arenal le faltara algo para
la sublimación del tapón continuo, llegan los
"tradicionales" camiones de las retransmisiones taurinas
de Televisión Española y los aparcan avasalladoramente a las
mismas puertas de la plaza. La más bella esquina de la plaza de
los toros, otra vez convertida en un aparcamiento de camiones y
contenedores y en una maraña de cables. Cuando los turistas
preguntan por el monumento a Curro Romero, les dicen: "Es lo
que hay detrás de los camiones". ¿Cómo pueden llegar cada
año estos señores de TVE y de Vía Digital mandando y arrasando,
poniendo sus camiones donde les sale de las programaciones, sin
que nadie diga nada? ¿Se atreven a hacer lo mismo en Las Ventas o
en Pamplona? ¿Tanto dinero da TVE a Canorea y a los maestrantes,
tanto les cobra el Ayuntamiento como vovi institucional en tasa de
estacionamiento, como para que todos los sevillanos hayamos de
tragar en beneficio de las haciendas particulares de estos
señores? Con las obras del Paseo Colón, se ha perdido la
oportunidad del siglo de haber mandado este año los camioncitos
dichosos por lo menos a la calle Adriano, o a los bajos del Muelle
de la Sal. Nada, nada: cobrar la tela de la tele es más
importante que la dignidad de un entorno monumental y la fluidez
del tráfico. Y allí estará hasta el domingo de Feria, la
"tradicional exhibición estática de enganches de TVE".
Subir
Domingo 7: Poemilla de la acacia
podada
Estaba la acacia con su blanca flor/ y llegó la
poda, poda que podó./ Estaba la acacia con sus blancas ramas,/ y
llegó la poda, y empezó a cortarlas. / Con sus flores blancas
estaba la acacia/ y la cortan, cortan, cortan con un hacha./ Con
sus blancas flores estaba tan bella/ cuando la cortaban con la
motosierra.../ La podan, la talan, vuelven a podar,/ le dejan el
tronco de casualidad./ Estaba la acacia con flores de abril /
cuando la podaron casi de raíz./ Estaba la acacia toda primavera/
cuando la podaron con una escalera./ Los hombres que vienen la
acacia a podar/ son de una contrata llamada Agropark./ Los hombres
que podan la acacia en abril/ no son de esta tierra, vienen de
Madrid./ En su furgoneta veo que lo pone:/ Madrid, Agropark, calle
de Pío XII./ Ay, señor alcalde, don Monteseirín:/ ¿por qué
hacen las podas en el mes de abril?/ ¿Es que le molestan las
flores de acacia,/ será que a sus socios no les hacen gracia?/
Ay, señor alcalde, don Monteseirín:/ qué pena de acacia, podada
en abril... Más
sobre acacias en El RedCuadro
Flora de Sevilla
Subir
Sábado 6: El hábito de un
monje
El hábito, decididamente, no hace al monje. Y
menos al canónigo efectivo de la Catedral de Córdoba y de honor
del Cabildo Metropolitano de Sevilla. Mucho menos hace el hábito
a quien al frente de Cajasur, donde se la tienen jurada, ha
vencido valientemente todos los intentos junteros de laminarlo con
la fusión y con el pensamiento único de la caja única decretado
por el que prácticamente es el partido único en Andalucía. No
hace tampoco el hábito al gran mecenas de las artes y del
patrimonio histórico-artístico andaluz. Por eso en la Casa de
los Pinelo, cuando todos los numerarios estaban de tiros largos,
el uno de frac, el otro de chaqué y aquí el Amigo Vallejo de
hábito talar y pompa arzobispal para recibir con toda justicia
como académico de honor de Bellas Artes al excelentísimo señor
don Miguel Castillejo Gorraiz, vulgo El Cura de Córdoba, el
recipiendario no se presentó de sotana y manteo, ni de cléryiman
romano a lo Javierre, ni de frac, ni de chaqué, sino con uniforme
de gala de Cortefiel: esto es, de traje y corbata, como capillita
en quinario. El Cura puede. Cuando se ha probado el valor cívico
como el Cura lo ha demostrado en el asunto de las Cajas, y cuando
se ha protegido a la cultura como lo ha hecho, don Miguel
Castillejo puede permitirse el lujo de ir a que lo reciban de
académico hasta vestido de armao de la Macarena si le da la
gana...
Subir
Viernes 5: Venga, más
monumentos...
Si ayer hablábamos del Triunfo conmemorativo del
terremoto de 1755 en la plaza del mismo nombre, quizá uno de los
primeros monumentos que se alzaron en Sevilla, hoy debemos
considerar que Sevilla quizá sea una de las ciudades más
monumentales de España. Pero entendiendo al monumento no sólo
como el edificio con valor histórico o artístico, sino en su
acepción de obelisco, hito, estela o estatua que se erige en
conmemoración de algo o de alguien. Raro es el mes que no se
erige un monumento a un personaje, persona o personilla que anda
por la historia de esta Sevilla, o un monumento genérico y
temático. Sobre los basamentos de los monumentos, muchos logran
sus propios cinco minutos de fama, pintando la mona mientras
realizan la campaña para erigirlos. Ahora, en una glorieta del
Patrocinio, junto al Cachorro, tendremos el monumento rociero.
¿Más Rocío todavía, hijos míos, con lo mal que sienta en
Almonte y en Huelva que Sevilla se apodere del Rocío por el
procedimiento del tirón, del tirón popular de sus cinco
hermandades? ¿Más monumentos aún, para que luego los niñatos
los pintarraqueen y ultrajen? Pues nada: no se hartan de
monumentos. Por nosotros, que sigan. Campo desde luego que tienen.
Aún faltan el Monumento al Nazareno, el Monumento al Capataz, el
Monumento al Costalero, el Monumento a Ybarra y Bonaplata como
inventores de la Feria, el Monumento al Pali, el Monumento a Pepe
El Escocés, el Monumento al Traje de Flamenca, el Monumento al
Sombrero de Ala Ancha, el Monumento al Caballo e incluso el
Monumento a María la Morena, la que puso un potaje. ¿Será por
monumentos?
Subir
Jueves 4: Burocracia turística
abarrotá
Sevilla es ciudad triunfal y triunfalista. La
Plaza del Triunfo no se llama así por el que de mármol conmemora
allí, junto a la Casa Lonja, el terremoto del día de Todos los
Santos de 1755. La Plaza del Triunfo se llama así porque Sevilla,
entre el Alcázar, la Catedral, la Giralda y el Archivo de Indias
se siente triunfalmente triunfalista. No deben extrañar, pues, a
los hosteleros los triunfalismos municipales al uso en materia de
medir turistas y ocupación de camas. "¿Cómo estaba Sevilla
en Semana Santa?", preguntan al Ayuntamiento. Y el
Ayuntamiento responde en plan Dúo Sacapuntas: "Abarrotá..."
Es lo lógico. No van a decir que en el Hotel Alfonso XIII
sobraban habitaciones. Si en el Hotel Alfonso XIII sobran
habitaciones el Viernes Santo, ¿para qué sirven el Consorcio de
Turismo, y la Consejería de Turismo, y el Patronato de Turismo y
la Oficina Técnica de Turismo, y el Área de Turismo, y la
Hectárea de Turismo? Hay que recurrir el triunfalismo del millón
de personas del Rocío, del millón de personas del sábado de
Feria, el clásico millón de visitantes. Fundamentalmente, para
justificar el suelo. Que digo yo que si les tuvieran que dar
habitación doble con baño a todos los que viven del cuento del
turismo en Sevilla sin tener ni papa de idea del turismo, entonces
sí que la ocupación hotelera iba a estar al 200 por 100. La
burocracia del turismo sí que está abarrotá...
Subir
Miércoles 3: Gotas frías
Era cuestión de cruces. No era la Santa Cruz en
Jerusalén de la Primitiva Cofradía de los Nazarenos de Sevilla,
sino la Santa Cruz de Tenerife. Ahora se aclara todo, y lo decimos
con todo respeto, porque hasta ha habido muertos de por medio. La
que tenía que haber caído en Sevilla el Jueves Santo por la
tarde y el Viernes Santo de madrugada (no "madrugá",
que es la de los madrileños) fue la que descargó en Santa Cruz
de Tenerife. Nunca tantas cofradías se quedaron dentro con tan
pocas gotas, ni frías ni calientes, sino gotas de cera de las
hermandades que decidieron salir, como la Quinta Angustia Valiente
de Rodríguez Caso. Si en Tenerife no pudieron predecir que iba a
caer la gota fría, y no precisamente de Juan Luis Guerra, se
explica que aquí fuera de signo contrario, que se pasaran de
cautos en materia de preservación del patrimonio artístico
cofradiero. Cada hermano mayor que dejó dentro su cofradía tras
consultar al hombre del tiempo jura y perjura que a él no le
dijeron en Meteorología que podía llover, sino que tenían la
certeza de que iba a caer la del tigre. En Tenerife están
reclamando al maestro armero. Aquí, como el más conocido de los
hombres del tiempo es canillita, los que reciben ahora las quejas
del maestro armero son los hermanos mayores cautos. Tan cautos que
a las 6 de la tarde del Jueves ya sabía alguno que a la 1 de la
madrugada del Viernes no iban a salir. Si en Canarias hubiera
estado el hermano mayor del Gran Poder, no había habido un solo
muerto en Santa Cruz de Tenerife.
Subir
Martes 2: Teoría del exceso
"Conste que cometo seguramente algún pecado
de irreverencia si digo lo que otros comentaristas ya han
expuesto: esto de la celebración de la Muerte cristiana ha
llegado ya a ser un exceso, una demasía. Repasar la mayoría de
los periódicos andaluces durante los pasados días era asistir en
sus páginas a una competencia extraordinaria de cristos,
vírgenes, hermanos mayores, costaleros presumidos, armaos
macarenos, legionarios, presos redimidos, gitanos plañideros,
toreros gloriosos en su época, alcaldes con vara y medalla de
mando; todos festejando la Semana Mayor. Hemos también
contemplado la febril competencia de notables periodistas por ver
quién era capaz de expresar con mayor lirismo el matiz luminoso
del sutil atardecer al paso de la cofradía. Alguno incluso
resucita un remedo de estilo cernudiano en este su año. Pero lo
mejor de todo ha sido lo de los
bomberos de Nueva York... El año que viene hasta es posible
que otra cofradía supere el listón y sea capaz de presentarnos a
algún grupo de inmigrantes lituanos, son católicos la mayoría,
y por supuesto sin papeles, portando algún paso por las calles de
cualquier ciudad andaluza." Como aquí no practicamos el
cainismo al uso en la prensa sevillana, tras felicitar a su autor
tenemos mucho gusto en hacer nuestro cuanto antecede, firmado ayer
por Javier Aristu en "El País" de
Andalucía. ¿Pasa
algo?
Subir
Lunes 1: Un espejo de albero
En esta Sevilla cada vez más sevillana (o más
hispalense, vaya usted a saber) y cada vez más encantada de
haberse conocido, que se ufana de que cada Semana
Santa es mejor que la anterior, ayer se inició el abono
taurino menos sevillano que se despacha. Alguien nos ha comentado
que son carteles con toreros del Ave para un público que llega a
verlos en el Ave, pagando lo que haya que pagar y haciendo de paso
ricos a Juan Robles, a Canorea y a los tíos de la mafia
consentida de esa reventa que depende de las competencias taurinas
y policiales transferidas a la Junta de Andalucía y que sigue tan
intacta como cuando era responsabilidad del Ministerio del
Interior y del delegado del Gobierno. Dicen que la plaza del
Arenal es un reflejo fiel de la ciudad, como un espejo de albero,
y puede que lleven razón. Ido el que se fue, Sevilla, hoy por
hoy, no tiene torero propio, y tiene que traerlos según los
gustos de Madrid. En el espejo de albero, la falta de liderazgo
taurino sevillano se corresponde con la falta de liderazgo civil
en la ciudad. Si Sevilla da en muchos aspectos encefalograma
plano, el mundo
del toro no podía ser una excepción.
Subir
INDICE DE ANTERIORES TEXTOS DE ABEL INFANZON "LA ESE
30"