Ojú, otro Felipe
(Marichalar)
Suelto al aire las palomas de
ordenanza y tiro los cohetes de reglamento. Felicito al Real Abuelazo, a los padres de la
criatura y hasta a la augusta bisabuela. Me alegro como partidario de la Institución.
Aunque el Príncipe de Asturias pegue el gatillazo (Dios no lo premita), ya está
asegurada la continuidad dinástica una generación más en la Corona. Ya está en el
mundo Felipe. Ojú, otro Felipe... Pero, señores duques de Lugo: con lo largo que es el
santoral, ¿no había otro nombrecito que Felipe para ponerle a ese infante español que
no será Infante de España? Aquí hasta ahora había felipistas de González. Ya hay
felipistas de Don Felipe de Borbón, como José Bono, que se pidió prime. Y un
día habrá felipistas de Felipe Juan Froilán Marichalar. Nada, aquí no hay forma de
librarnos del felipismo...
Ay, Dios, no hay forma de que
mediando Don Juan Carlos no haya un Felipe por ahí dando vueltas. Menos mal que el Rey
nos quitó, con los miedos, los malos pensamientos: "Dicen que tenía cara de
Borbón". Así que no ha sido ni niño ni niña: ha sido Borbón, que es más
importante. Tan importante que hasta lo reconoció Marichalar: "Es idéntico a la
madre, el pobre..." Y añadió: "Gracias a Dios para él". Menos mal.
Porque si hubiera sido igual a su padre, Felipe Juan Froilán se hubiera presentado como
un figurín y no desnudito, al nacer a las dos de la mañana en una clínica a cuyo nombre
no le han hecho propaganda ninguna. (¿No hay paritorios en el Seguro, pregunto?). Lo que
me emocionó más del parto de Infantas fue el padre. Don Jaime estaba a las dos de la
mañana en la clínica y en plano mes de julio con traje ¡ con chaleco!, corbata hasta el
techo y camisa de tela de mantel de venta de carretera. Todos los padres primerizos, como
ustedes bien saben, están en las clínicas en pleno verano enchalecados y con traje y
camisa de Vichy de cuadritos colorados. El niño, pues, como "gracias a Dios para
él" no es idéntico al padre, no es de diseño. Aunque un poquito Felipe, es Borbón
de toda la vida.
Más
sobre el primer nieto del Rey: "Real
Abuelazo"
Marey, el caso del
señor secuestradito
Preguntaron a Beni de Cádiz
si había estado alguna vez en la cárcel, y respondió decidido "Sí, pero mú
poco, casi ná..." No sabía yo que mi maestro Beni hubiera dejado tantos y
tan brillantes discípulos. Desconocía que Stampa Braun, lumbrera refulgente de la
jurisprudencia, fuera doctor por la Universidad Benedictina (del Beni). Stampa ha aplicado
la teoría benedictina del mú poco, casi ná en el final de la vista del secuestro
de Segundo Marey. En su defensa de Sancristóbal. Stampa reconoció que a Marey lo
secuestraron, en efecto. Pero mú poco, casi ná... Stampa ha añadido una nueva
figura a la teoría penal mundial: la resistible levedad del ser y del estar secuestrado.
Stampa ha inventado la eximente del diminutivo, de honda tradición en el teatro
contemporáneo del humor español. Igual que aquel Caso de la mujer asesinadita, Stampa
ha escrito esta preciosa obra sobre Marey: El caso de señor secuestradito. Pero mú
poco secuestrado; casi ná. Once días de nada. Once días de fabada, como añadió
Cobo del Rosal, otra lumbrera, que escribió la comedia Días de vino y fabada como
si fueran fabada y rosa.
Stampa tributó, además, un
homenaje flamenco a Barrionuevo. Igual que cantes livianos y cantes grandes, hay delitos
livianos y delitos grandes. Y como Barrionuevo va de candidato primario por Almería, lo
suyo es de cantes livianos. Cantes de Levante. Las carceleras de Marey eran por livianas,
como las cantaba Barrionuevo, este Niño Marchena que al final dio el cante de la
Constitución. Es lástima que el Himno Nacional no tenga letra; si la llega a tener, este
Barrionuevo se echa allí el cante por livianas del Himno Nacional, vamos si se lo echa.
"¿Tiene el acusado algo que añadir?" "Pues sí, tengo, vaya usía
apuntando: "Banderita, tú eres roja, banderita, tú eres gualda..." Pero por
livianas, que ya ha oído su señoría a mi abogado, que a Marey lo secuestramos, pero mú
poco, casi ná, una cosa banal y trivial. Es que íbamos a grabar el anuncio del
abuelo de la fabada, ¿sabe usted?..."
Martín Villa manda
huevos
Martín Villa, desde el coche
oficial que cogió cuando de flecha llegó a jefe nacional del SEU, no ha dejado por
embustero a Federico Trillo. Había un error en la famosa frase del "manda
huevos" de Trillo. No era exclamativa; era imperativa. Faltaba la palabra
"Rodolfo". Iba dirigida a Martín Villa, jefe de Endesa en este país de
electricistas como Corcuera. Trillo quería decir: "Rodolfo, manda huevos"... a
Mayor Oreja y a Martí Fluxá. Y Rodolfo los mandó. José Luis Villar hace escuela de
machismo nacional en la FEF. Javier Clamente se portó como un hombre, pero no le mandaron
huevos. La expendiduría de huevos de Martín Villa podría también haber tenido un
detalle con Clemente. Huevos que demuestran la independencia del poder judicial. La
independencia del poder judicial consiste en que los paquetes de huevos se les mandan al
ministro de Interior y a su lugarteniente en el mando de los Maderos Nacionales. ( Aún no
hay quien tenga huevos de mandar huevos al juez Garzón...)
Recova aparte, me incluyo
entre los que lamentan el cierre del Egin por huevos. ¿Qué va a ser ahora de los
anunciantes? ¿Pero cómo se puede cerrar un soporte publicitario de tantísima
repercusión en el mercado? Es que había bofetadas por anunciarse en el Egin, el
medio más rentable según el EGM. Cada anuncio allí tenía 800 impactos. De bala, claro,
que son los buenos impactos publicitarios. Con razón los bancos se anunciaban tanto en el
Egin, no he visto mayor rentabilidad de una campaña. No hay derecho. Han cerrado
estrictamente un medio de comunicación: el medio de comunicación que los secuestradores
de Ortega tenían con sus señoritos. Y han cerrado la más importante sección de
anuncios por palabras... ¿Qué será de la democracia sin esos anuncios breves? Como
Egin era una tribuna de la libertad de expresión, allí lo de "mulatita, masaje
completo, francés y lluvia dorada, recibe en lencería" no vean usted lo que podía
significar... Con toda libertad.