"Qué
ganas tengo de que llegue octubre...", había dicho Manuel Rodríguez poco antes de
aquella tarde de Linares. No sabía que poco después, Beni de Cádiz había de cantar una
copla por alegría, entre la tristeza funeral de España:
- Nos tenemos que acordar
- del año cuarenta y siete:
- la catástrofe de Cai,
- la muerte de Manolete...
Manolete se quedó en
agosto y se quedó en la memoria de España, a la que Andalucía le prestó el cordel de
tañido de coplas, poemas, romances, sonetos. España lloró dos veces a Manolete. Lloró
la muerte de Manolete y lloró al oír lo malos que eran muchos de los romances a la
muerte de "Manuel Rodríguez Sánchez Manolete", que era un endecasílabo a la
medida de los versos de Gerardo Diego, del mismo modo que "ay, Manuel Rodríguez
Sánchez" era el octosílabo obligado para aquella riada de romances que inundó a
Andalucía, como si el Guadalquivir de Córdoba se hubiera salido de madre con la corná
de "Islero".
Sonaban las notas
sentimentales del pasodoble "Manolete" de Pedro Orozco González y José Ramos
Celares: "Manolete, Manolete,/de la tierra los Califas gran torero..." Y el
mundo acompañaba la pena de la madre del torero, Angustias Sánchez:
- Doña Angustias presentía
- que un peligro te rondaba
- y aquel peligro fue Islero,
- toro de malas entrañas...
Lola Flores la cantaba, en
el pasodoble de Juan Guardón y Rafael Báez:
- Angustias Sánchez, qué pena, pena,
- malhaya el toro que lo mató,
- y no poder con tus besos
- contener aquella hería
- de aquel hijo de tu alma,
- sangre de tu corazón...
- Angustias Sánchez, qué pena, pena,
- qué gran torero
- se llevó Dios...
Con su cornada en el
triángulo de Scarpa, el toro había roto la vida de Manolete, pero también los lados del
triángulo amoroso de su vida. Su novia Lupe Sino nunca pudo entrar a verlo morir en el
hospital de Linares. Pero también se quedó fuera del ciclo romancesco de las coplas de
la muerte del torero, porque en aquella España nacional y católica no tenía un anillo
con una fecha por dentro, era el amor del pecado, y Manolete había ido al cielo.
Solamente El Príncipe Gitano se acordó de ella, en la copla del maestro Juan Solano:
- La novia de Manolete
- ya no lleva más collares
- porque Manolete ha muerto
- en la plaza de Linares.
¿Quién era Lupe Sino? Si
poco sabemos todavía de la causa médica de la muerte del torero, menos aún del que fue
su otro gran amor. La madre del torero y la novia del torero. Triángulo perfecto, si
Manolete se hubiera casado, por la Iglesia, naturalmente, y su amor no hubiera sido una
larga, apasionada relación pre-matrimonial con Lupe Sino, que lo entendía mejor que
nadie, que lo amaba más que nadie... aunque no la dejaran entrar en el cuarto de la
agonía de Linares.
Apenas se recuerda el nombre
real de Lupe Sino: Antoñita. Dicen que actriz, dicen que cantante. Dicen que olvido.
Manolete quizá tenía ganas de que llegara octubre para retirarse para siempre con Lupe
Sino. Había dicho: "He ganado ya más dinero que cinco generaciones de mis
antepasados juntas, pero no he podido disfrutar de ese dinero. Quiero retirarme cuando
todavía estoy entero..." Y Antoñita, que lo acompañaba, que escuchaba, que sabía,
había dicho, como una sentencia: "No lo dejarán que se retire hasta que no lo vean
muerto..."
Antoñita no lo pudo ver
muerto. Por encima de la leyenda del triángulo amoroso, en aquella terrible cama del
hospital de Linares, en el amanecer de agosto, Lupe Sino no estuvo en las siete palabras
del calvario del Califa. Dijo: "Ay, Pelu, hoy duele mucho la ingle.." Dijo:
"Pepe, ¡qué susto he pasao! ¿Ese sitio es muy malo?" Dijo: "Me encuentro
muy mal." Dijo: "¿Maté al toro de la estocada? ¿Y no me han dado ni una oreja
siquiera?" Dijo: "Dios mío, qué malo me encuentro." Dijo: "Doctor,
que no veo..." Dijo: "Alvaro, tráeme mis medallas. Cómo sufrirá mi
madre..." Dicen que le dijeron que estaba allí Lupe Sino y no contestó. El más
terrible romance de la muerte de Manolete es que nunca dijo en el hospital de Linares:
"Que entre Antoñita..."
Y por la orillita del
Guadalquivir de Córdoba irá cantando la copla:
Angustias Sánchez, qué
pena, pena...
SOBRE MANOLETE, EN INTERNET:
Manolete, el mártir explotado, http://www.mundo-taurino.org/el_vito1.html
Manolete, mito y leyenda (en inglés) http://www.fib.se/mano.html
Manolete y Belmonte, pilares de la
Tauromaquia
http://coloquio.com/toros/pillars.html