Viendo cada tarde por Canal Plus Toros (o como se llame ahora) los festejos de la Feria de San Isidro, como sevillano me dan envidia Las Ventas, de la de tardes que se ha puesto el cartel de "No hay billetes" y, cuando no se ha llegado a colocar, de lo llenos a reventar que están tendidos, gradas y andanadas. Y con carteles, a lo mejor, de los que en Sevilla no llenan ni un tercio de plaza. ¿Qué ocurre? ¿Que allí hay turistas japoneses como para llenar dos plazas? ¿Que las empresas, al contrario que aquí, siguen sacando abonos para convidar a sus compromisos de clientes o proveedores? Yo no sé lo que pasa, pero la diferencia de público en perjuicio de la plaza de Sevilla ha hecho que aquí, prácticamente, haya desaparecido una actividad u oficio que tenía un nombre precioso, y que nos viene al pelo para estas sabatinas de nuestras palabras perdidas o en trance de extinción: el reventa. Voz sevillanísima que sí ha tenido suerte en el DRAE, que la define perfectamente: "Revendedor de entradas para espectáculos públicos". Solamente en los grandes carteles de esta pasada Feria se ha visto otra vez trabajar a los reventas por la Puerta del Príncipe o en la calle Adriano, junto a la reja de entrada a la calle Circo:
-- ¿Quiere usted dos sombras donde los capotes?
Después resulta que esas dos localidades de sombra están, en efecto, "donde los capotes", pero donde los capotes de agua que algunos mulilleros se ponen si la tarde se cierra en lluvia, pues son del tendido 7. Pero me admira el arte de los reventas, como la misma palabra de este viejo oficio. Palabra políticamente correctísima, porque en Sevilla existe el reventa y la reventa. El reventa es el aguililla que te quiere colocar dos tendidos diez minutos antes del paseíllo al doble de lo que vale. Y la reventa es la autorizada, la legal, la que te cobra los porcentajes de recargo que marca la ley. Verbigracia: La Teatral de la calle Velázquez, a la que pasó desde Tetuán tras el derribo del Teatro San Fernando, junto al cual estaba. Hay quien confía más en la reventa que en el reventa, y con razón. La Teatral está acreditadísima. Muchos van a los toros por toda Andalucía gracias a esta reventa oficial. Por ejemplo, cuando alguien te decía que iba a ver a José Tomás en la Feria de Jerez y le preguntabas cómo había conseguido la entrada, si se había vendido todo el papel a las pocas horas de abrirse las taquillas del abono, te respondía:
-- Muy sencillo. Yo en estos casos voy a La Teatral y me buscan la entrada que quiera para la corrida que sea.
Cómo será esto de la reventa, que ya hay despacho de reventa hasta en el Cortinglés. No sé cómo le llaman a ese servicio, que suele estar cerca del departamento de Atención al Cliente, ¿no, Fernando Murube? Pero es en realidad una reventa, especializada sobre todo en entradas para musicales en Madrid para llevar a los chiquillos al Rey León o en conciertos de rock de los de tronío, de los que se anuncian lo menos un año antes de que se celebren. Tú llegas a la reventa del Cortinglés y, como los parientes de Los Morancos en su despacho de la calle Velázquez, te dan la entrada que quieras para ir a escuchar a Miguel Poveda donde sea.
Cuando me dicen que José Tomás pone las plazas a reventar, añado: "Y la reventa, también la pone a reventar". La reventa es como un marchamo del éxito de un espectáculo. Si hay reventa funcionando y si los reventas te ofrecen papel, es que aquello tiene interés. Hasta para algunas óperas en el Teatro de la Maestranza (de Artillería) he visto que funcionan los reventas. Y para los abonos de sillas en la Semana Santa, ni te cuento. Parece que el Consejo de Cofradías la ha tomado con la reventa de abonos, que es reventa bajo cuerda de los particulares titulares, no de La Teatral, que conste. Yo no la tocaría. Señal de que la Semana Santa interesa muchísimo. El día que sobre papel en los abonos de sillas de la Carrera Oficial será cuando habrá que empezar a preocuparse por la Semana Santa. ¿Pero penalizar a un señor que revende su abono de La Campana o de Sierpes? Señal de que las cofradías tienen tanto tirón de taquilla como José Tomás.
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