El petardo del
petardo del Grapo
Por si faltaran bombas que
tiran los fanfarrones, los tirabuzones del petardo del Grapo en el Valle de los Caídos,
qué antigüedad, el Valle de los Caídos, qué petardo, poner un petardo en el Valle de
los Caídos. Los grapos empezaron atracando bancos y han terminado quemando bancos, pero
de basílicas. A los sesenta años de terminada la guerra, demuestran que gracias a Dios
están en 1999 más cautivos y derrotados que el Ejército leal a la República en 1939.
La pena es que nadie se había
acordado, afortunadamente, de los 60 años del Día de la Victoria, del Día de la
Derrota, gloriosamente superado, cuando vienen estos tíos a recordarlo. Lo cual, aparte
de inútil, es incomodísimo.
Otra vez tenemos todos que
empezar a ejercer de Abuelo Cebolleta, hasta los que no tenemos nietos: "Pues mira,
hijo, el Valle de los Caídos es que una vez, Franco... ¿Y quién era Franco? Pues Franco
era un militar que se sublevó contra la República. ¿Como Pinochet? Bueno, más o menos,
pero sin Garzón y sin romperle las manos a Víctor Jara, sino asesinando a García Lorca
y haciendo que muriera medio millón de españoles. Entonces, ¿Franco está ahora
también en Londres y lo tienen que traer al Valle de los Caídos para cumplir condena?
No, hijo, Franco ya está en el Valle de los Caídos, tieso como una mojama... ¿Y a
cuántos años condenaron a Franco por genocidio? A cuarenta años, hijo, pero no
condenaron a Franco; nos condenaron a todos nosotros a cuarenta años de franquismo, y,
encima, ahora nos condenan a recordarlo una vez más estos condenados del Grapo, como si
fuéramos pocos en casa con los petarditos dichosos. Qué petardo...
¿Te acuerdas del
Banco de España?
No, si la semana está de
evocaciones... El Banco Central Europeo, que te veo, ha bajado hasta donde le ha dado la
gana los tipos de interés. Hasta el 2,50 por ciento. ¿Te acuerdas cuando con la UCD
pagaban el 12 por ciento de interés por los Pagarés del Tesoro, que encima eran opacos?
No sé a qué hablar tanto de la unidad de España, cuando en la Europa del dinero para el
dinero no existen patrias. Hemos hecho el referendum de la autodeterminación del Banco de
España y han tomado la determinación de que sea una ficción. Acuñamos todavía dinero,
pero el precio de ese dinero no lo decimos nosotros. Como una premonición, en Alcalá
esquina a Cibeles hay una estación de Metro que se llama muy previsoramente
"Banco", no Banco de España. Aquello, como el nombre del Metro indica, ya no es
el Banco de España. Es una terminal del Banco Central Europeo. Tenían que poner en
aquella esquina un azulejo como los que marcan la altura de las aguas de riadas
históricas en las ciudades inundables de Andalucía. Un azulejo con una raya a 2,50
centímetros del suelo que dijera: "Hasta aquí llegó la pérdida de soberanía
nacional con la última bajada de los tipos de interés y la general bajada de pantalones
ante Europa".
¿Por qué están dando la
vida, la amarga vida, los concejales del PP y del PSOE por allí arriba defendiendo una
cosa que no existe? ¿Existe España? El Banco de España, desde luego que no. Lo que pone
en los billetes es una de las mentiras más gordas del mundo: "Banco de
España". Y si encima resulta que a los Ejércitos de esa España de los pantalones
bajados quien de verdad los manda es un americano que se llama el general Clark de la
OTAN, pues ya me contarás... Claro que más vale honra sin Banco que Banco sin honra.
La maldición de Lola
Flores
Primero dijeron: "Borrell
será sometido a una inspección fiscal", como el que va a ser sometido a una
operación de apendicitis o a una vasectomía, en plan por mí como si se opera. Luego
dijeron: "No, no le van a mandar los inspectores, ni le van a mandar los padrinos, ni
le van a mandar un pavo por Navidad, ni lo van a mandar a los albañiles como quiere
Almunia. Simplemente es que como este hombre está tan ocupado en salvar a España (sin
Banco y sin honra), se le ha olvidado rellenar unos papelitos de Hacienda".<FP>
Quien a Lola mata, a Lola
muere. Vamos, que a Borrell, ay lerele, ya sólo le falta ya El Pescadilla al lado, y mi
Lolita y mi Rosariyo. Porque el que inquisitorialmente sentó a Lola Flores en el
banquillo, ha sufrido la maldición gitana que entonces le echó Lola Flores.
La cual, cuando iba a ser
entregada a los magistrados del juicio de "Morena Clara", échale guindas al
pavo, tomó su mano, hizo la señal de la cruz con los dedos, y la besó diciendo:
"Anda, suavonsito, que tienes planta de seminarista, premita Dió Undibé que te
presentes a las primarias y las ganes, pero que tengas ar lao a Joaquín Armunia y
ensimita al mismísimo Felipe Gonsález, corazón, de reina madre o de reina ofendía,
así con un mosqueo en tó lo arto la mar de gordo que no se le quita en tor día ar
gachó por muchos viajes que se meta par cuerpo por la parte Duropa y por la parte de
Mayami, y premita Dió Undibé que te se orvíe un papelito de Hasienda como a mí me se
orvió y que tengas ar lao al Ñañe pá desírselo a la Prensa, y premita Dió Undibé
que se te echen ensima hasta las tertulias de la Ser, mi arma..."